Prologado por Andrés Henestrosa, El grito de Independencia: Historia de una pasión nacional, texto de 1981 escrito por Fernando Serrano Migallón, enmarca la importancia de los personajes más reconocidos de la historia de la Independencia de México, con lo que abre una puerta a la identidad nacional y se centra en la importancia del simbolismo patrio, como por ejemplo el Grito de Dolores. En el recorrido por sus páginas se describe cada episodio de la lucha armada y de los conflictos que identifican a esta época de cambios. Para los interesados en el tema, pueden localizar el libro en la biblioteca del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), con la clasificación 972.03 SER 2007.

Con una perspectiva distinta a sólo contar los hechos de la Independencia, es como el periodista Armando Fuentes Aguirre se interesó en ahondar en quienes fueron los personajes que forjaron una etapa determinante para la construcción del México libre. La otra historia de México. Hidalgo e Iturbide. La gloria y el olvido es un libro que señala cuales fueron las virtudes, desaciertos y características particulares de sus personalidades en diversos contextos, con lo que logra proponer cuestionamientos referentes a aquellos que dieron los primeros pasos hacia los cambios después de la caída de la Nueva España. La publicación se encuentra disponible en las bibliotecas de los centros universitarios del Norte (CUNorte); de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), y CUCSH.

Los eventos de la Independencia fueron analizados, detallados y descritos en El proceso ideológico de la revolución de independencia por el filósofo mexicano Luis Villoro, quien reconstruyó ese proceso desde la apreciación de las diferentes clases sociales y roles — pero principalmente desde los criollos—, que entonces estructuraban una Colonia que posteriormente rompería sus esquemas. El peso ideológico y político, así como un característico rasgo filosófico manejado por Villoro, se hacen presentes en las líneas de este libro publicado en 1953 que, más allá de los hechos, a lo largo de sus ocho capítulos ofrece una perspectiva conexa con la profundidad de liberación dentro del colonialismo español. Ejemplares de esta publicación están en la biblioteca del CUCSH.

De la autoría del escritor estadounidense Eric Van Young, La otra rebelión. La lucha por la independencia de México, 1810-1821 es una visión sobre la ideología, la cultura, las batallas y las ideas de los personajes más importantes que, desde la política y las armas, fueron dando forma a los procesos independentistas de México desde principios del siglo XIX. Se centra en una amplia investigación sobre la manera en que vivían aquellos individuos que vivían en las zonas rurales de la Nueva España, aquellos grupos de rebeldes desconocidos de la historia oficial que, a su vez, eran las clases populares donde florecía la cultura de aquellos años que en aquel entonces la empujó al cambio. Este título se encuentra en las bibliotecas de los centros universitarios de la Costa (CUCosta), Lagos de Moreno (CULagos) y CUCSH.

A través de la novela Gil Gómez el insurgente, el escritor Juan Díaz Covarrubias describe y revive episodios alrededor de la vida de Miguel Hidalgo y la Guerra de Independencia. Todo indicaba que esta sería su primera novela en torno a una serie que desarrollaría sobre el mismo tema, o por lo menos así lo sugiere al final. Por desgracia sus ambiciones se vieron truncadas cuando asistía como practicante de medicina en la batalla de Tacubaya, ya que fue preso y fusilado por órdenes del general Leonardo Márquez. Por ello, ésta es considerada una de las obras pioneras en el género de la novela histórica en México.

Javier Mina es producto de una investigación histórica rigurosa del escritor Marín Luis Guzmán, alimentada por libros y documentos históricos encontrados en recintos como las bibliotecas del conde de Fossa y el Archivo Provincial y Floral de Navarra. En esta obra, clasificada como biografía novelada, el autor da cuenta de la vida de este liberal español, quien luchó contra la intervención francesa en España. Posteriormente se opuso al absolutismo del Rey Fernando VII —quien ordenó la abrogación de la Constitución de Cádiz—, e intervino en México en la lucha insurgente que él identificaba como oposición al absolutismo del monarca español.

Con una gran carga de humor, Jorge Ibargüengoitia en la novela “Los pasos de López”, parodia el inicio de la Guerra de Independencia, humaniza a los próceres que nos dieron patria y los desmitifica. Desde el encuentro casual del cura Periñon y el teniente Matías Chandón, hasta el día en que el primero resuelve firmar su abjuración poniendo al calce “López”, transcurre uan de las novelas más finas de este autor. La última que escribió. Fue publicada originalmente en España bajo el título de “Los conspiradores”, en 1981 y en México con el que es conocida, en 1982.

Leona, de Celia del Palacio, está centrada en la figura de Leona Vicario, considerada prócer de la Independencia mexicana. Ella apoyó la causa de los insurgentes. Fue presa al descubrirse que era conspiradora en 1813, pero logró escapar. Después se unió a las tropas de José María Morelos y Pavón. Celia del Palacio se apoyó de manera acuiciosa en documentos para recrear el convulso tiempo en que vivió uno de los personajes fundamentales de la Independencia de México: una mujer para quien la orfandad y ser parte de la clase más privilegiada de la Nueva España no fueron obstáculo para ver con una claridad insuperable por el sueño libertario de una nación.

En Iturbide: el otro padre de la patria, el escritor Pedro J. Fernández considera el papel que tuvo Agustín de Iturbide para que México obtuviera su independencia de España y cuenta parte de una historia poco conocida por muchos mexicanos. El escritor se apoyó en documentos históricos para escribir su novela. Agustín de Iturbide fue un personaje que logró conjuntar voluntades para lograr la Independencia de México la cual se concretó con la firma de los Tratados de Córdoba, el 24 de agosto de 1821 y la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México el 27 de septiembre del mismo año. Fue hasta el 28 de diciembre de 1836 cuando España reconoció por fin la Independencia de México.