Incendios un mal necesario

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120424. CIUDAD Y REGION. INCENDIO EN EL BOSQUE DE LA PRIMAVERA. CHEMA MARTINEZ.

Los incendios deben ser considerados como un elemento más de los ecosistemas forestales, y el diseño de políticas para suprimirlos por completo puede tener el mismo riesgo que ocasionarlos de manera muy frecuente, advirtió Juli Pausas, investigador del Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE), de Valencia, España, quien se ha dedicado al estudio del papel ecológico y evolutivo del fuego sobre las especies.

Durante su participación en el seminario “El fuego en los ecosistemas forestales: implicaciones para la conservación biológica y el manejo forestal”, realizado el pasado 29 de octubre en el Centro Universitario de la Costa Sur, el especialista explicó que cada área tiene un histórico de frecuencia de incendios, y en base a ellos se deben determinar las estrategias para su cuidado.

Dijo que las especies están acostumbradas a su propio régimen y si éste se modifica —tanto disminuyendo los incendios como aumentándolos—, se puede estar ocasionando un gran daño, y provocar la mortandad de las diferentes especies de plantas.

“Al igual que hay plantas adaptadas a la lluvia o al desierto, también hay plantas adaptadas a zonas donde hay incendios, ya que las plantas han tenido que adquirir propiedades que les permiten vivir en dichas condiciones”.

Entre los efectos negativos que causa la eliminación total de incendios, el especialista señaló principalmente la acumulación de combustible, lo que podría detonar incendios de mayor magnitud cuando estos ocurran.

Juli Pausas mencionó el caso australiano, donde se han preocupado por el conocimiento y entendimiento de los patrones y procesos de los ecosistemas forestales para diseñar prácticas de manejo apropiadas para su conservación.

Explicó que un ejemplo de la dinámica evolutiva de las especies puede verse en el caso del pino en México, ya que tanto el régimen de incendios como las condiciones ambientales que persisten en los ecosistemas forestales del país han permitido que exista una gran variedad de dicha especie.

“Si tomas una planta de un sitio lluvioso y la colocas en un lugar desértico se muere, y viceversa. Lo mismo pasa si cambias los regímenes de incendios, las plantas pueden sufrir problemas de mortandad”.
El seminario dirigido a profesores e investigadores, prestadores de servicios técnicos forestales, personal de instituciones gubernamentales y estudiantes de licenciatura y posgrado, formó parte de la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente y de los festejos por el 30º aniversario de la Estación Científica Las Joyas y del Instituto Manantlán de Ecología y Conservación de la Biodiversidad (IMECBIO).

“En lugares como la Estación Científica La Joyas en Manantlán, hemos utilizado quemas como parte del manejo del bosque de Pino”, comentó Enrique Jardel Peláez, director de la División de Desarrollo Regional del CUCSur.

El investigador impartió la conferencia “Regímenes de incendios en ecosistemas forestales y manejo del fuego en México y Centroamérica”, donde informó que en México se queman 220 mil hectáreas de bosque cada año.

“Para nosotros este es un tema de estudio central, tratar de entender la variación que existe en los regímenes de incendios, qué tan intensa es su fuerza, qué tan severos son los efectos, en qué estación del año ocurren y cuál es la respuesta del ecosistema”, comentó Jardel Peláez.

Insistió en que actualmente persiste una política de protección contra los incendios, tanto en México como en otros países del mundo, pero que desde la perspectiva de la ecología —desde hace millones de años—, los incendios constituyen un fenómeno que ha formado parte de los procesos ecológicos y del ambiente evolutivo de ecosistemas como bosques, selvas, matorrales, savanas y pastizales.

En el Seminario participaron además la doctora Susana Zuloaga Aguilar, quien habló sobre los efectos del fuego en bancos de semillas en bosques de pino y mesófilo de montaña de la Sierra de Manantlán, así como la investigadora  Fabiola Castillo Navarro, con el tema de tipos funcionales de respuesta al fuego en comunidades de plantas en bosques montanos subtropicales de la sierra.

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