La importación de gasolina y otros energéticos es una estrategia que mantendrá a México en el subdesarrollo, señaló el especialista en economía de la Universidad de Guadalajara, Martín Romero Morett, luego del anuncio de PEMEX de que importaría diariamente 75 mil barriles de gasolina, los cuales se suman a los 400 mil que ya recibe para cubrir el desabasto del combustible que se ha registrado en el país desde hace más de dos semanas.
“El desarrollo se alcanza en la medida en que un país se va convirtiendo en fabricante y procesador de productos industriales, dándole valor agregado a sus materias primas. Es muy lamentable que un país como México en algunas áreas tan importantes como esta de la energía, siga siendo un país primario exportador”.
Aunque autoridades de PEMEX informaron que la medida sería temporal mientras se regula el abasto de gasolina, el académico del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), advirtió que estos procesos provocan cíclicamente problemas de endeudamiento, devaluaciones y crisis.
“México ha tenido la oportunidad de tener más refinerías, pero ha preferido estar importando, y en este tema se ocupan divisas, y por lo tanto vamos a tener siempre un déficit en la balanza comercial, entonces vamos a estar buscando dólares para sanear esa balanza, y esos déficit son una fuente de endeudamiento”.
La explicación del gobierno, ofrecida en repetidas ocasiones por diversos actores y que sirvió como argumento para la reforma petrolera, es que PEMEX no tiene la capacidad de producir sus propios combustibles, de ahí la necesidad de importar de otros países.
Al respecto, Romero Morett dijo que ha sido el mismo gobierno quien ha debilitado a la empresa, y que ahora con la reforma que permite la inversión privada no parece que las cosas vayan a cambiar.
“Pues se le incapacitó para que buscara eso, entonces ahora recurre a la inversión extranjera, dependeremos de los intereses de los inversionistas privados, ya no estamos hablando de nuestros propios intereses, ya que lo que estamos haciendo con la reforma energética es compartir la renta petrolera”.
Explicó que ahora ya todo va a depender de los convenios, de que el inversionista ponga su dinero, su tecnología, a cambio de una parte de las utilidades.
“¿Qué parte?, pues no lo sabemos, va a depender de la capacidad de negociación y de los intereses, pero conociendo la corrupción que existe, yo no dudo que a quienes hacen estos contratos les interese más el provecho personal que el provecho de la nación, y como todo lo manejan de una forma tan esotérica o tan opaca, pues realmente quién sabe quién se entere de esos contratos y de los detalles”.
La expectativa deberá ser que haya mayor producción de petróleo, ya que de la parte que le quede al país por cada contrato se seguirá invirtiendo todavía en el gasto público, advirtió el académico de la UdeG, lo que hace más grande el riesgo de pérdidas económicas.
De acuerdo con el diario CNN, los Criterios Generales de Política Económica 2015 indican que cada variación de 50 mil barriles diarios en la producción de PEMEX respecto al objetivo del año, implica un cambio en ingresos de 17 mil 108.3 millones de pesos (mdp) en el presupuesto.
“Vamos a seguir siendo un país que vive de la extracción y la venta de sus materas primas, lo mismo que hacíamos en la colonia, no hemos salido de ese modelo”.
Añadió que el gobierno carece de una estrategia para avanzar en la autosuficiencia energética, al contrario de países como Alemania, donde implementaron una política de apoyo en ese sentido, y ahora producen hasta el 30 por ciento de su consumo a través de fuentes renovables.
“Nosotros no, a pesar de tener, por ejemplo, mucho más sol, más territorio, más posibilidades, nosotros nos estamos quedando sin lo único que teníamos, el petróleo, cada vez exportamos menos, producimos menos, no tenemos una opción, no les interesa lo que va a pasar a futuro”.
Causas del desabasto
-Fallas en el nuevo Sistema de Facturación de Pemex
-Mantenimiento de las refinerías de Cadereyta y de Salamanca.
-Tomas clandestinas en los ductos Ciudad Juárez-Chihuahua, Cadereyta-Gómez Palacio-Chihuahua y Salamanca-Guadalajara.
