Ilustres a medias

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Permanecen callados, junto a frondosos árboles que adornan su presencia, entre los pasos de transeúntes que tal vez ni los voltean a ver, y las centenas de vehículos que circulan a su alrededor, por las calles de Liceo e Independencia y las avenidas 16 de Septiembre e Hidalgo.
Ahí permanecen 22 jaliscienses en bronce, quienes expuestos al sol, la lluvia y el frío, conservan su gesto, observando a los enamorados que frente a sus miradas se besan, a los niños corriendo en los jardines y los pasillos, y a algunos adultos leyendo o solamente descansando en las bancas.
Son los silenciosos moradores de la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres, inmortalizados por sus aportes al arte, la ciencia, las humanidades y la soberanía del estado o la nación.
Algunos traen consigo sus instrumentos de trabajo, con los que se volvieron ilustres: libros por lo general, pero también pinceles, reglas, espadas que sostienen los combatientes que ahí yacen, un microscopio con el científico, y una rosa en manos de la única mujer incluida.
Fue en 1947, cuando el gobernador Jesús González Gallo, con el objetivo de modernizar la capital de Jalisco, encomendó al ingeniero Miguel Aldana Mijares la construcción de una rotonda que honraría a los hombres ilustres del estado. Así lo escribe Margarita Martín del Campo Híjar, en el texto “Rotonda de los jaliscienses ilustres” de La gaceta Municipal del ayuntamiento de Guadalajara.
El proyecto original del arquitecto Vicente Mendiola, consta de 17 columnas estriadas sin base ni capitel, y en su interior, 98 urnas para que ahí descansen los restos de quienes sean acreedores de tan honorable espacio. El jardín circundante, con corredores para los paseantes, alberga a las estatuas.
Cinco años después de la encomienda, el proyecto fue terminado. Hubo algunos cambios. Se pretendía construir una cúpula en la que el pintor José Clemente Orozco realizaría un mural, pero su muerte en 1948 no lo permitió.

Los primeros
Los primeros en habitar la rotonda en 1953 fueron Fray Antonio Alcalde, el general Silverio Núñez, el insurgente Pedro Moreno, el ex gobernador Ignacio L. Vallarta, y los médicos Ignacio Herrera y Cairo y Valentín Gómez Farías, por iniciativa del entonces gobernador Agustín Yáñez. “Pero no fue hasta el 27 de octubre de 1961 cuando se efectuó el primer traslado de los restos al mausoleo, correspondiéndole el honor al educador y benefactor Manuel López Cotilla”, señala en el texto Martín del Campo Híjar. Las estatuas fueron hechas por el escultor Miguel Miramontes.

Las inconsistencias
La que en un principio fue llamada “Rotonda de los hombres ilustres”, se le cambió el nombre por “Rotonda de los Jaliscienses ilustres” a partir del año 2000, cuando la maestra Irene Robledo ingresó al circuito. La presencia de las mujeres en lugares honoríficos como éste es escasa, a pesar de que “hay mucho talento en las mujeres de Jalisco, que no es tomado en cuenta”, menciona la doctora Candelaria Ochoa, especialista en estudios de género.
La rotonda fue creada para que ahí descansen los restos de los “hijos esclarecidos” de Jalisco, sin embargo, sólo 17 de ellos yacen ahí: el pintor Gabriel Flores, los generales Marcelino García Barragán, Ramón Corona y Manuel M. Dieguez, el educador Manuel López Cotilla, los arquitectos Luis Barragán y Jacobo Gálvez, los humanistas Guadalupe Zuno, Efraín González Luna e Irene Robledo, el reformador Enrique Díaz de León, el escritor Francisco Rojas González, los pintores Gerardo Suárez y Guillermo Chávez Vega, el político Mariano Otero, el jurista Ignacio Jacobo Magaña y el astrónomo Severo Díaz Galindo. Pero estos últimos cinco no cuentan con estatua.
Hay dos personalidades más que están por ingresar en este espacio: los sindicalistas Eliodoro Hernández Losa y Jesús Silva Romero. Serán los primeros en ingresar con ese rango. Algunos académicos e incluso políticos cuestionan la admisión de dichos personajes, pues son identificados como representantes de un partido político.
Es por eso que se deben de seguir los criterios establecidos en la Ley para declarar y honrar la memoria de los beneméritos del estado de Jalisco. Sin embargo, esta ley establece que los beneméritos ilustres “son aquellos hombres y mujeres que en grado eminente se hayan distinguido…” y, enseguida, aparece una lista de las distintas áreas en las que una persona puede destacar. Permitiendo así que impere el criterio de quienes votan las propuestas.
El proceso que se sigue para que una propuesta se lleve a cabo, explica Sara Flores, de la dirección de procesos legislativos del Congreso del Estado, es el siguiente: “Se envía una iniciativa al congreso, ya sea del gobernador o de parte de alguno de los diputados”. Si algún ciudadano quiere proponer a alguno, debe de hacerlo por medio de algún legislador. Los votos que se requieren para su aprobación, es una mayoría simple, y los candidatos deben de tener como mínimo ocho años de fallecidos.
Es así como surgen las posibles negociaciones para que los legisladores prioricen la incorporación de algunas figuras que coincida con sus ideales, lo que también provoca que queden fuera grandes talentos que no han sido reconocidos.

LOS QUE FALTAN…
Investigadores de las distintas áreas del conocimiento, y algunos libros sobre las personas sobresalientes de Jalisco, mencionan a personajes que por sus aportaciones al estado en los diferentes campos, son acreedores a un espacio en la Rotonda de los jaliscienses ilustres, entre los que se hallan escritores, difusores culturales, actores, empresarios, entre otros. Esos son los jaliscienses que por alguna razón no han sido tomados en cuenta para ser distinguidos en el honorable recinto, pero que según quienes conocen de las distintas áreas en las que destacaron, sus aportaciones contribuyeron considerablemente para el desarrollo del estado:

Alberto Ladrón de Guevara Jiménez
(1903-1978)
EducadorÂ

Antonio Gómez Robledo
(1908-1994)
Difusor culturalÂ

Arturo (Tito) Guizar
(1908-1999)
Actor Â

Consuelo Velázquez
(1920-2005)
Compositora Â

Carlos Orozco Romero
(1896-1984)
PintorÂ

Francisco Ruiz Sánchez
(1914 1965)
Médico Â

Francisco Javier Sauza
(1873-1903)
Empresario Â

Gonzalo Curiel
(1904-1958)
Compositor Â

Guillermo González Camarena
(1917-1965)
InventorÂ

Ignacio Dávila Garibi
(1888-1902)
Historiador Â

Ignacio Igor Arriola Haro
(1930-1990)
Dramaturgo Â

Ignacio Díaz Morales
(1905, 1992)
Arquitecto

Jorge Matute Remus
(1912-2002)
IngenieroÂ

José Guizar
(1912-1980)
Compositor Â

Juan José Arreola
(1918-2001)
Escritor Â

Juan Ixca Farías
(1873-1948)
Museólogo Â

Juan Rulfo
(1917-1986)
Escritor Â

Juan Soriano
(1920-2006)
Artista plástico Â

Lola ílvarez Bravo
(1907-1993)
Fotógrafa Â

Lucha Reyes
(1906-1944)
Cantante

Manuel Gómez Ibarra
(1810-1896)
Arquitecto

María Luisa Hidalgo
(1914-1990)
Escritora

María Izquierdo
(1902-1955)
Pintora Â

Mariano Azuela
(1873-1952)
Escritor Â

Olivia Zúñiga Correa
(1916 – 1992)
Periodista

Salvador Toscano
(1872-1947)
Cineasta

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