írbol alteño de canciones

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Las canciones de los Chávez nacieron desde el fondo de una cañada alteña, a principios del siglo XX. Duraron años y años madurando. Estaban guardadas en la cabeza de los hermanos, de los abuelos y sobrinos. Reposaban, como las ollas de monedas de oro, cubiertas de tierra blanquecina, en espera de ecos y escritura.
Dolores Sanjuán, que nació artista, como sus tíos y que las escuchaba desde niña (¡ah, cómo le gustaban!), ya las redimió con todo y los versos de la tía Aleja, la más prolífica y fina poeta de la familia.
En los recuerdos de los Chávez hay un jinete que cabalga en lo eterno, en busca de sus espuelas, de charros negros fuera del cine, yeguas coscolinas, chilacayotas gordas y novias robadas, que se revuelven con las canciones de otros Chávez, esos que no aguantaron y desde su dolor de migrantes agregaron sus versos al álbum írbol de cantos y voces.
La producción rebasa el recuento de las canciones familiares y es un testimonio antropológico de la lírica y música de los artistas alteños, que con sencilla e innata creatividad fue dejando marcada cada una de sus generaciones con las vivencias de una tierra especialmente difícil de sobrevivir, a menos que, como los Chávez, tuvieran guitarras, vihuelas, tequila y los versos de doña Aleja.
Así es como la Sanjuán recorrió letras, voces y sonidos por los alrededores de La Cañada, reclamó recuerdos y sufrió la inclemencia de encontrar muertos a algunos de sus tíos poetas y músicos. De sus guitarras ajadas salieron los motivos y encontró una veta musical que aderezó con arreglos sutilmente audaces, con sabores surtidos.
El árbol de cantos y voces tiene 13 ramas y cada una se arrima a un relato para que, según la autora, rescatista e intérprete, “se pueda contextualizar” el acto musical. En el álbum escribió Sanjuán los derroteros de primos, tíos y abuelos. Tal vez se deba a que los Chávez, oriundos de La Cañada de los Martínez, a pocos kilómetros de San Juan de los Lagos, se fueron al norte, otros a Guadalajara o a la ciudad de México. Se abrieron paso a golpe de trabajo, unos de músicos y otros de lo que se pudo.
El disco –como lo nombra la familia– ya salió y será presentado el 22 de abril, en el teatro Torres Bodet, a las 20:30 horas.

Dolores Sanjuan es una artista de la guitarra desde los 12 años. Tiene una preparación amplia y diversa. Desde su paso por la Escuela de Música, tomó clases de canto, fue trovadora en cafés y presentaciones de toda índole.
En 2005 postuló para una beca del programa de estímulos a la creación y al desarrollo artístico 2005-2006, de la Secretaría de Cultura y el Conaculta. La investigación sobre el folclor de la región de los Altos de Jalisco la realizó durante 2006.
Para la producción del disco e investigación fue apoyada por profesionales especializados, lo que dio lugar a un producto discográfico local, con un sabor propio y de notable calidad.
Actualmente Dolores es conductora y productora en Radio Universidad de Guadalajara, donde transmite con mucha frecuencia, especiales musicales de diferentes géneros. En esas ocasiones demuestra su facilidad para documentar investigaciones musicales de blues, rock, jazz, folclor, géneros que domina en sus presentaciones personales.

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