Hambre el Estado como comparsa

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En los últimos años, de 1994 a la fecha, México ha dejado de producir los alimentos básicos que garanticen el abasto de la población; la balanza comercial en dicho rubro ha sido deficitaria y la desnutrición va en aumento al igual que los precios de los productos esenciales.
La Constitución estima los espacios jurídicos para demandar a quien o a quienes resulten responsables, “está el mecanismo, está señalado el procedimiento jurídico, pero seguramente la impunidad que reina en estas condiciones, y en muchas otras en el país, va a seguir reinando. Sí hay el mecanismo jurídico”, dijo el profesor e investigador del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), José Antonio Zorrilla Zorrilla.
Por su parte, el también académico del mismo centro universitario, Salvador Mena Munguía, aclaró que sin ser jurista se puede afirmar que “sí hay materia para cuando menos demandar en el sentido de exigencia”.
Agregó que la reclamación debe ir encaminada a la demanda de apoyos reales para los agroproductores, porque “lo dice claramente (la Constitución) que diseñará (gobierno en todos sus niveles) las políticas públicas necesarias y dará los recursos necesarios para que el habitante del campo tenga un desarrollo adecuado y una vida digna. Aparentemente pudieran señalar (los gobernantes) que lo cumplen con diferentes programas que se ponen en la mesa, y yo creo que los programas están a la vista, pero los productores difícilmente acceden a ellos por las formas de tramitar ( la burocracia) que sólo los desalientan”.
Mena entregó documentos a esta reportera con datos del Instituto Nacional de Nutrición, organismo que sostiene que hasta el año 2000 había 40 millones de mexicanos con problemas de nutrición, de esa cantidad 60 por ciento corresponden a niños y niñas.Para el 2008 “yo creo que ya son 45 millones de personas desnutridas”.
Tan sólo el Instituto de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) da cuenta que en México el 56 por ciento de las y los niños indígenas están desnutridos.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), alertó en abril pasado que la escasez de alimentos puede desencadenar hambruna que incidiría en alrededor de 100 millones de personas de por lo menos 30 países, de los cuales México no estaría exento.
De acuerdo con el Indicador Mixto Nacional de Nutrición, la desnutrición es grave y se presenta de forma severa en Oaxaca, Chiapas, Puebla, Veracruz, Estado de México, Hidalgo y Guerrero, con una población afectada que oscila entre un millón y medio y tres millones de personas por entidad federativa.
A este problema se enfrentan los habitantes de alrededor de 200 municipios. Jalisco -por cierto- tiene por lo menos 10 con severos problemas de desnutrición; algunos de ellos son: Mezquitic, Bolaños, Santa María del Oro, Chimaltitán, Jilotlán de los Dolores, Tolimán y Zapotitlán de Badillo. Aunque hay estudios que indican que la desnutrición también está presente en los municipios aledaños a Guadalajara. El año pasado se detectaron casos de lepra en Tonalá, y dicha enfermedad está íntimamente ligada con la pobreza y la desnutrición.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), informó que en los últimos nueve meses, los precios mundiales de los alimentos han aumentado más de 45 por ciento, y en medio de este encarecimiento existe una grave escasez de arroz, trigo y maíz.
México enfrenta un déficit de 14 millones de toneladas en su balanza comercial de granos básicos, equivalente a 3 mil 273 millones de dólares, pero el desequilibrio es más acentuado en los productos que han subido de precio en los mercados internacionales.

Oficialmente
El titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca, Desarrollo Rural y Alimentación (Sagarpa), Alberto Cárdenas Jiménez, sostuvo, en abril pasado, que está garantizado el abasto de alimentos para este año, con 195 millones de toneladas en sus diferentes variedades y especies.
Dijo también que se estima que para este año se producirán 25 millones de toneladas de maíz, con lo que se dejarán de importar un millón de toneladas de ese grano. De azúcar se tendrán 5.4 millones de toneladas, en leche 10.3 millones de toneladas, superando las 10.1 millones de toneladas del año pasado. Paralelamente, entre otros productos, se estima una producción de 1.3 millones de toneladas de frijol; carne 5.4 millones de toneladas; huevo 2.3 millones de toneladas; pesca 1.4 y fruta 16 millones de toneladas.
Sin embargo, esas cantidades no garantizan el consumo de las y los mexicanos, pues también con datos oficiales, el investigador Salvador Mena Munguía, refutó que tan sólo el año pasado las importaciones han sido desmedidas y los precios de los productos básicos se han ido a la alza, lo que hace más difícil su compra.
“Se tuvo un aumento récord en el precio de la tortilla en el 2007; un récord en el déficit de la balanza comercial agropecuaria que llegó a 5,082 millones de dólares, que significó el 48 por ciento con respecto al 2006; un récord en la importación de granos y oleaginosas, que son los más altos en la historia de México, el año pasado se importaron 10.7 millones de toneladas de maíz, 3.2 millones de toneladas de trigo, 3.6 millones de toneladas de soya, 1.8 millones de toneladas de Sorgo, 826 mil toneladas de Arroz y también se tiene el récord de importación de fertilizantes”.

Oídos sordos
El rector del CUCBA, Juan Taylor Preciado, expresó que el papel de la Universidad de Guadalajara es hacer señalamientos, observaciones y propuestas a los funcionarios de todos los niveles para hacer correcciones en cualquier campo, “con lo mejor que tiene la Universidad, que son las ideas y con la generación del conocimiento. Alzamos las voz y asesoramos a nuestros representantes políticos”.
De hecho, la UdeG dio a conocer en el primer trimestre del año pasado, el desarrollo del “supermaíz”, investigación realizada por los científicos Salvador Mena Munguía, Florencio Reséndiz Hurtado y Norberto Carrizales Mejía, quienes trabajaron con el Centro Internacional de Mejoramiento en Maíz y Trigo (CIMMYT) para desarrollar ese producto denominado QPM. (La gaceta/469).
El ex Rector general, José Trinidad Padilla López, expresó en una conferencia de prensa en febrero del 2007, que la investigación de los científicos de la UdeG, podría cambiar el panorama de la desnutrición en México; “el ‘supermaíz’ podrá ser utilizado en botanas, cereales y tortilla, por ejemplo, por lo que los mexicanos podrán mejorar su nutrición sin cambiar sus hábitos alimenticios, con este producto prácticamente termina la comida chatarra”.
“A un año de distancia de haber desarrollado un maíz con mejor calidad en sus proteínas, ¿qué incidencia ha tenido el ‘supermaíz’ en la aplicación de las políticas públicas del estado de Jalisco?”, se le preguntó a Mena Munguía. “Nosotros hemos resuelto un problema de desnutrición, pero ni al Estado, ni al gobierno en general, les ha interesado participar en esto”.
Desde que se inició con las investigaciones para desarrollar el maíz conocido como QPM, sólo el sector privado expresó su interés de utilizarlo para mejor la calidad de sus productos, y se trata de una sola empresa: Grupo Industrial Michel.

Demandar al gobierno

Josefina Real

Jurídicamente se puede demandar al Estado como figura de gobierno por no responder a la población a través de las garantías individuales y sociales consagradas en la Constitución Política de la los Estados Unidos Mexicanos, aseguró el jefe del Departamento de Estudios Jurídicos del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), Arturo Zamora Jiménez.
El jurista explicó que en la Constitución hay principios y se observan mandatos que tienen que recaer a través de leyes secundarias, y en ese sentido, un derecho que tienen las y los mexicanos es el de la salud, “y para tener derecho a la salud se requiere de una cuestión elemental que es la alimentación, por consecuencia, el planteamiento es que sí se pude demandar al Estado como figura de gobierno para que cumpla con los principios de la Máxima Ley”.
Ante la violación de una garantía constitucional, la demanda puede ser por la vía del amparo o administrativa.
Aunque no se cuenta con un registro ni antecedente de una demanda de esta naturaleza en ninguna de las esferas de gobierno, es decir, municipal, estatal o federal “el éxito de un planteamiento de esta naturaleza va a depender del criterio de los tribunales porque en un momento dado van a plantear, para determinar una sentencia, el asunto relativo y circunstancias de cada persona”.

¿Existe la posibilidad de demandar al municipio, al estado y a la federación al mismo tiempo?
No; si se trata de una responsabilidad federal se debe hacer el reclamo ante una instancia federal vía amparo o una demanda administrativa civil. Si se trata de una actividad que tiene que ver con autoridades municipales y estatales también se pude hacer vía juicio de amparo que vincula a las autoridades municipales o estatales o también la demanda que podría sustentarse ante autoridades locales.
Agregó que en el caso del municipio y del estado la ley es clara sobre la responsabilidad de los funcionarios en estas dos esferas de gobierno, mientras para la federación “hay una ley totalmente diferente que tutela estos intereses de la población, son caminos diferentes, rutas diferentes y procedimientos diferentes”.

El proceso de demandar es muy costoso, y hay 45 millones de personas en México desnutridas, ¿supongo que están más preocupadas por comer que por demandar?
Para eso estamos las instituciones públicas, las asesorías públicas, las defensorías de oficio, existen esquemas gratuitos para proteger estos intereses para las personas que tienen pocas posibilidades económicas.

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