Guggenheim un proyecto de papel

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En abril de 2004 fue presentado el proyecto para construir un museo Guggenheim en Guadalajara, específicamente en la barranca de Oblatos, en un terreno de 28 mil 129 metros cuadrados, donado por el ayuntamiento de Guadalajara, con valor de un millón 600 mil dólares.
El museo, que se anunció con bombo y platillo, está en pausa. La construcción del edificio estaba planeada para el pasado 2007, sin embargo, no ha sido posible, porque no se han recaudado los fondos suficientes. El reto es reunir 170 millones de dólares para su edificación. El dinero será aportado por la iniciativa privada, mediante un grupo de empresarios denominado Guadalajara Capital Cultural, quienes también esperan el apoyo de las cámaras para obtener recursos financieros del gobierno federal y estatal.
La directora general de Cultura de Guadalajara, María Elena Matute Villaseñor, asegura: “El éxito de esos museos se debe, en buena medida, a su ubicación. Incluso han servido para interconectarlos con otros edificios culturales de sus ciudades”. En el caso de Guadalajara, estaría en el noroeste de la ciudad, en un lugar periférico que no cuenta con la infraestructura adecuada para transportarse al sitio, como se establece en el estudio de viabilidad concluido en agosto de 2005, realizado para explorar qué tan factible es el establecimiento de un museo de arte moderno y contemporáneo en esta ciudad.
El arquitecto y urbanista Óscar Ladrón de Guevara considera que la ubicación del museo forzaría al sistema gubernamental a mejorar el sistema de transporte urbano.
La edificación estará a cargo del mexicano Enrique Norten, quien ganó el concurso arquitectónico para desarrollar el diseño conceptual para el museo Guggenheim en Guadalajara. El modelo presentado por Norten es una estructura con una altura de 180 metros por 20 o 30 de ancho. Las paredes de vidrio permitirán contemplar el paisaje natural que ofrece la barranca.
El director general del Centro Cultural Universitario, arquitecto Mauricio de Font Réalux Rojas, asegura: “El diseño de Norten marcará un hito en la arquitectura de la ciudad. Es vanguardista y su verticalidad contrasta con el crecimiento en horizontal que ha tenido Guadalajara”.
El director del Instituto de investigaciones estéticas, de la Universidad de Guadalajara, doctor Efraín Franco Díaz, comenta: “Construir el museo en este lugar implica un atentado contra los pocos panoramas naturales con que cuenta la ciudad. Se va a invadir el espacio natural, no sólo con el edificio, sino también con el espacio que hay que destinar al estacionamiento”.
Al respecto, el director general de Guadalajara Capital Cultural, Jaime Nieto Carter, aseguró: “Estamos viendo la posibilidad de disminuir los espacios destinados para el estacionamiento, con el fin de reducir el impacto ecológico”. Cuestionado sobre la pertinencia del museo, Nieto Carter dice que “el estudio indica que es viable, ya que además de aportar beneficios culturales, generará un impacto turístico e incremento de empleos en la zona”.
Óscar Ladrón de Guevara considera que además de eso, los vecinos del lugar obtendrán un incremento en el valor de sus tierras, ya que a causa de la transformación que requerirá la zona, los empresarios se verán interesados en la compra de los espacios aledaños.
Se calcula que la afluencia turística será 53 por ciento nacional y 47 por ciento internacional. Los visitantes podrán contemplar obras de arte moderno y contemporáneo, que incluyen fotografías, pinturas, esculturas, cine y videoarte. Está previsto adquirir piezas de origen latinoamericano, conforme vaya desarrollándose el museo. El costo de entrada sería de 133 pesos.
Al respecto, María Elena Matute Villaseñor asegura que “el salario que perciben los ciudadanos, no les brinda la posibilidad de visitarlo. O comen o van al museo”. También resalta que el resto de los espacios para exposiciones en la ciudad, tiene una tarifa de ingreso muy inferior a la que pretende cobrar el Guggenheim.
Los precios fueron estimados en el estudio de viabilidad considerando, entre otros aspectos, la necesidad de adquirir y desarrollar una colección enfocada en México y otros países de América Latina. Jaime Nieto Carter considera que es importante la adquisición de obras que permitan impulsar el arte latinoamericano al resto del mundo, siendo esto posible mediante la red con que cuenta la fundación Solomon R. Guggenheim. Esto se llevaría a cabo en un periodo aproximado de seis años. Las inversiones para consolidar el museo están estimadas en un periodo de 10 años, y requerirán un costo total de 285 millones de dólares.
El doctor Efraín Franco Díaz comenta: “Se deberían satisfacer las necesidades elementales, antes de crear nuevos museos. Es importante mejorar los que ya tenemos, y de esa manera promover el arte local”.
El museo es aún un proyecto, considera Nieto Carter: “A partir de que esté en funcionamiento, podremos decir que es un hecho y será entonces cuando la ciudad empiece a pintar en el mapa cultural mundial”.

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