Golpe a la “brecha digital” mexicana

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¡Despiertan legisladores de México del letargo tecnológico en el que tienen sumergido al país y a la mayoría de los mexicanos! Con la aprobación de la nueva Ley de la sociedad de la información, avanzan apenas un escalón de la escalera del desarrollo computacional y de la supercarretera de la información. Por fin trabajarán con fundamentos legales para garantizar el acceso al uso del cómputo e internet y tratarán de hacer más pequeña la brecha digital mexicana. Si no lo hacen, la nueva ley y la sociedad podrán demandar resultados y observar su cumplimiento.
La versión online del periódico El universal del pasado 3 de abril, describe cómo y para qué fue creada esta nueva ley: “El pleno de la Cámara de Diputados aprobó por 291 votos a favor, cero en contra y dos abstenciones el proyecto de decreto por el que expide la Ley para el Desarrollo de la Sociedad de la Información. El objetivo de esta legislación es establecer como obligación del Ejecutivo federal una estrategia digital integral que propicie la accesibilidad y el uso masivo de las tecnologías de la información y la comunicación”.
Para asimilar la importancia de la nueva ley, debemos comprender el significado y lo que representa la sociedad de la información. Para ello citaremos al sociólogo catalán Manuel Castells, quien la denomina “informacionalismo” y contextualiza esta palabra de la siguiente manera: “se orienta hacia el desarrollo tecnológico, es decir, hacia la acumulación del conocimiento y hacia grados más elevados de complejidad en el procesamiento de la información, lo que da lugar a una nueva estructura social”.
Para implementar lo referido en el concepto anterior, con esta ley será creada una comisión intersecretarial y un consejo para el desarrollo de la sociedad de la información, instancias que la revisarán y medirán, respectivamente.
Información, redes, cómputo y tecnología, son las cuatro patas del “caballo de Troya” que vencerá a la brecha digital mundial y contrario a su desarrollo vertiginoso, juntas tratarán de establecer formas de cuidar nuestro planeta, el cual está demasiado dañado por el actual avance científico, tecnológico y armamentista. Es justo que la ley busque minimizar el impacto ambiental negativo y promueva una cultura del uso adecuado de estos cuatro conceptos que, unidos, mueven al mundo.
Buscará equilibrar la utilización de tecnología, ya que actualmente hay mucha desigualdad en su aprovechamiento, porque parte de la población no sabe cómo “sacarle jugo” a los elementos tecnológicos que la rodean. Y ese debe ser otro objetivo: promover el desarrollo social.
El alcance de esta ley debe arribar a todos los rincones del país a donde el desarrollo tecnológico no ha llegado y abastecerlos de ello, para que como los que tenemos acceso inmediato a la tecnología, los que viven en la miseria digital, la conozcan, palpen, usen y tengan oportunidades de desarrollo personal, y todos, como equipo cibernético, mejoremos nuestras condiciones de vida, unidos a la computadora y a internet.

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