Generación ¿qué?

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Los niveles de ruido que alcanza un reproductor de música son tan dañinos que una de cada diez personas que utilizan estos equipos puede sufrir pérdida permanente de la audición.
No sólo las personas mayores de 65 años padecen este problema. Debido a que los jóvenes son los mayores consumidores de walkman o discman (lanzados al mercado en 1979), reproductores mp3 y Ipod e incluso computadoras y teléfonos celulares que tienen la opción de reproducir música, este sector de la población se ha convertido en el más vulnerable a daños auditivos por el uso frecuente de los audífonos.
Martha Georgina Orozco Medina, investigadora del Instituto del medio ambiente y comunidades humanas del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), advierte que “los niveles de ruido que se pueden encontrar en estos equipos superan las recomendaciones, de manera que pueden incidir en dañar la salud de las personas”. A la par, científicos de la Universidad de John Hopkins, en Baltimore, Maryland, confirman que debido al uso creciente de aparatos reproductores de audio individuales, 55 millones de personas sufre algún grado de pérdida de audición en uno o ambos oídos. Para los especialistas internacionales “existe la preocupación de tener que enfrentarse a una epidemia de pérdida de audición”.

Riesgoso: más de 68 dB
El daño que pueden causar estos aparatos está asociado con el tiempo y volumen de uso. Orozco Medina explicó que el oído responde a las vibraciones y aquellas que superan los 68 dB resultan agresivas y debilitan el sentido auditivo.
“El sonido se conduce a través del canal auditivo que capta la onda sonora y la convierte en una señal mecánica o impulso eléctrico, el cuál al pasar al oído interno se traduce en una sensación nerviosa que transmite una señal al cerebro. Cuando la exposición al ruido es muy elevada y ya está en condición de deterioro, la sensación de desplazamiento del umbral de la audición ya no regresa”.
El volumen máximo en algunos audífonos puede alcanzar hasta 120 dB, lo equivalente al ruido de avión despegando cerca. Además, la cantidad de energía sonora que llega al tímpano del oyente depende del tipo de música, de las características del reproductor y de los audífonos. Con los auriculares de botón (que se introducen en el oído), la exposición al sonido es mayor.
De acuerdo al estudio “Análisis del nivel sonoro en audífonos y capacidad auditiva en estudiantes expuestos”, realizado en el 2008 por Orozco Medina, investigadora del Departamento de Ciencias ambientales del CUCBA, más del 70 por ciento de los estudiantes del plantel entrevistados utilizan estos aparatos por más de tres horas diarias. Un porcentaje igual, a pesar de conocer las consecuencias nocivas que pueden sufrir, no estarían dispuestos a dejar de utilizarlos. Sólo el 20 por ciento de los entrevistados se preocupan por su audición.
Además, el 80 por ciento reconoce que sufre padecimientos auditivos ya que la mitad de ellos escucha la música entre 80 y 100 dB, mientras que el 60 por ciento de los alumnos reconoce que se expone a ruidos fuertes de manera frecuente.
En 1971 se reconoció que el ruido es un contaminante ambiental y este agresor no únicamente proviene de los reproductores de música. Autos, la industria maquinaria, centros recreativos nocturnos y juegos de maquinitas son fuentes de ruido que provocan que el oído esté sometido a excesiva presión acústica. Pero el uso de reproductores de música ocasiona efectos colaterales como aislamiento social, falta de atención, cansancio auditivo, falta de comunicación, fatiga, aturdimiento, presión arterial alta, estrés e incluso inducen a problemas en la columna por la mala postura.
Los principales síntomas detectados por su excesivo uso son dolor de cabeza, mareos y dificultad para escuchar una plática en ambientes al aire libre, entre otros.
La preocupación, además, radica en que en nuestro país no existe ninguna regulación normativa que obligue a los fabricantes de reproductores de música portátiles, a que sus niveles máximos de volumen estén dentro de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud.

La regla del 60 X 60
Escuchar únicamente 60 minutos de música con audífonos a no más del 60 por ciento del volumen es suficiente para evitar daños auditivos. Por lo demás, para la especialista en ruido, es necesario que las autoridades vigilen que los equipos que se comercializan no perjudiquen la salud de los usuarios, pero lo más importante es que el individuo tome conciencia sobre los daños auditivos que puede sufrir por el uso de audífonos y de esta manera, evitar una generación de sordos.

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