Con “la más grande delegación cultural de Israel”, el Rector General de la Universidad de Guadalajara, maestro Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla, dio la bienvenida al país invitado de honor a la XXVII Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), que inició el pasado sábado 30 de noviembre y en la cual se dan cita más de 650 escritores de 24 países y tres destacados premios Nobel: Mario Vargas Llosa (de Literatura, 2010), Ada Yonath (de Química, 2009) y Shimon Peres (de la Paz, 1994).
Acompañado por el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor, representante de Enrique Peña Nieto, presidente de México; de la embajadora Rodica Radian Gordon, representante del presidente del Estado de Israel, Shimon Peres; del gobernador de Jalisco; Jorge Aristóteles Sandoval y del ganador del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2013, Yves Bonnefoy, Bravo Padilla dio la bienvenida a los más de 20 mil profesionales del libro, alrededor de dos mil editoriales, provenientes de 44 países y a los cerca de 700 mil lectores que se esperan asistan a lo largo de esta edición.
“La presencia de Israel en la FIL Guadalajara representa una excelente oportunidad para que conozcamos un poco más de la historia y tradición de su milenaria cultura, así como de su rica producción literaria, artística y científica contemporánea. Esperamos que la presencia de artistas, escritores, profesionales del libro y académicos de Israel en Guadalajara, nos permita estrechar los vínculos de amistad y cooperación entre nuestro país y esta nación, particularmente en las áreas de cooperación académica, cultural y científica”, agregó Bravo Padilla.
Luego de pedir un aplauso para Yves Bonnefoy, el Rector General de la UdeG elogió su magistral obra poética y ensayística, que “sorprende por su vitalidad, su poderoso imaginario, su sentido de la incertidumbre; en ella se manifiesta la necesidad de que el lenguaje y la acción se integren y conformen la unidad, gracias a la cual es factible encontrar ‘la verdadera vida’, como escribió en alguna ocasión Octavio Paz, nuestro entrañable y gran escritor mexicano”.
El homenajeado de esta feria, Yves Bonnefoy, lamentó durante su discurso que en varias partes del mundo la tecnología y los empleos comerciales incitan a mirar la realidad natural y social no sin prejuicios, por la sensibilidad poética y su comprensión de la vida.
“En Francia, por ejemplo, nuestras universidades tienen la tendencia a colocar a las ciencias humanas y el debate de las ideas en el primer plano de sus intereses, y la poesía no es considerada una necesidad fundamental. Sin embargo, el premio que se me otorga aquí este día pone el acento de esta necesidad”.
Y para quienes piensan que la poesía no tiene utilidad, y es necesario poner los ojos en la poesía, Bonnefoy señaló que es quizás porque en ella hay acercamientos a la condición humana más numerosa o más importante que lo que, por ejemplo, “saben reconocer los filósofos de la existencia. Hay en la poesía una relación específica y fundamental con el tiempo, es lo que hace que ella sea el acercamiento más directo con la verdad de la vida”.
Luego el poeta francés mencionó la relación intrínseca e ineludible que la poesía tiene con las palabras. Son estas, dijo, las que nos permiten “pensar las cosas, analizar su naturaleza, deducir sus leyes, enunciarlas; en resumen, son portadoras de conceptos que construyen para nosotros lo que llamamos la realidad, y que nos la explican”.