Eva Pérez Plazola

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maestra de piano de la escuela de musica de la UdeG, de GDL, Eva Perez Plazola. foto giorgio viera

Eva Pérez Plazola nació en 1939. A los nueve años ingresó como estudiante a la ex Escuela de Música de la Universidad de Guadalajara y se recibió en 1963. Hasta la fecha continúa como maestra de piano en el Departamento de música de la UdeG e impartiendo clases en un jardín de niños.

¿Cómo fue que llegó a la Universidad de Guadalajara?
Llegué de nueve años, en 1948, a estudiar en la Escuela de Música, como antiguamente se llamaba. Mi papá me inició en la música. En ese tiempo se admitían edades así de cortas, pero yo era la única niña, recuerdo que a mis compañeros me parecían muy grandes. Recorrí varias casas en Guadalajara con todos los cambios que tuvo de sede la Escuela: en las calles Morelos, Pedro Moreno, Liceo y Pavo. Después me recibí, y fui maestra en la misma escuela, existía el edificio frente al Paraninfo.

¿Cómo se integra a la plantilla docente?
Al concluir mis estudios no sabía cómo obtener mi título, no lo sabía ni el mismo director porque yo fui la primera egresada. Entonces no estaban institucionalizados ni ordenados los años escolares de la carrera. Yo tocaba y tocaba obras y recitales hasta que pensé que ya era tiempo de titularme: tenía todos los estudios requeridos y mis maestros consideraron que ya había terminado. Hice una tesis sobre la técnica pianística francesa en Guadalajara. Me fui a México con el maestro Ramón Serratos –en paz descanse– y con el maestro Domingo Lobato, entonces director de la Escuela de Música, para que me orientaran con el trámite. Finalmente me recibí y el director me propuso entrar como maestra. Así empecé a dar clases.

¿Qué se necesita para ser una buena concertista?
Mucha disciplina. Yo empecé sola en el piano a mover las teclas para investigar cuál era su sonido, creo que eso me ayudó. Tengo en la memoria a mi papá que nos decía que él no nos iba a heredar dinero, sino una profesión; tenía una frase que siempre me ha movido a tomar cursos de perfeccionamiento pianístico: “Procuren mejor vivir aprendiendo, que morir ignorando”.

¿Le gusta ser maestra?
Siento mucha satisfacción cuando mis alumnos progresan en el estudio del piano. Suelen preguntarme por qué no me he dedico a otra cosa, y es porque siempre he hecho esto.

¿Usted ya cumplió la edad de jubilación?
Uy sí… tengo 69 años, no me avergí¼enzo de decirlo, y 39 años de servicio en la Universidad de Guadalajara. Y sigo actualizándome. Desde que empezaron a nivelar académicamente entré a la preparatoria, la licenciatura y estudié una maestría porque pensé que si quería seguir trabajando tenía que prepararme.

En su experiencia, ¿cómo evalúa a los estudiantes que quieren aprender música en la UdeG?
Hay de todo, hay alumnos que sí se interesan de veras en terminar y formarse, y también hay alumnos que sólo quieren aprender e irse a grupos versátiles a sacar dinero. Eso me entristece. Yo siempre les digo que piensen en un futuro, que se dediquen a su formación porque la música de moda no dura para siempre, y si tienen una preparación musical completa pueden ver más horizontes.

¿Por qué sigue trabajando?
Porque creo que todavía tengo capacidad de enseñar. Creo que las personas que están en condiciones físicas de hacerlo deberían seguir dando al país lo que ellos aprendieron. Me siento satisfecha de ser una egresada de la Universidad de Guadalajara, y me siento también comprometida a devolver a la Universidad lo que ella me dio cuando yo estaba necesitada.

Primera persona

La de Eva Pérez Plazola es una vida junto al piano. Sólo los primeros cinco años de la infancia estuvo alejada de su instrumento, apenas lo bastante para caminar y leer. Ha construido su carrera musical en la Universidad como estudiante y maestra desde 1948. Fue la primera egresada titulada de la Escuela de Música y no piensa en retirarse.

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