Energía la reforma pendiente

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Se estima que el arribo de Juan Camilo Mouriño a la Secretaría de Gobernación (Segob), aumentarán los intentos para que México cuente con una reforma energética. Sin embargo, nuestro país no requiere una reforma, sino poner orden con políticas públicas claras y no saquear la caja grande del gobierno, que es Petróleos Mexicanos (Pemex) y la caja chica (la Comisión Federal de Electricidad), aseguró a este informativo, el especialista universitario, José Antonio Gómez Reina.
El profesor investigador del Departamento de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI), afirmó que el secretario de Gobernación no debe conducir las negociaciones con el poder legislativo para conseguir una reforma energética. Para ello se requiere de un grupo multidisciplinario, conformado por especialistas comprometidos. “Se debe tomar la rectoría del Estado y para eso es indispensable un plan nacional energético; yo no conozco el plan nacional, ni el plan estatal, ni los municipales en materia de energía”.
Notas periodísticas refieren que en febrero de 2004, tres meses antes de que Felipe Calderón Hinojosa, exsecretario de Energía, renunciara a dicho cargo para contender a la presidencia de la república, aseveró que México solo tenía reservas petroleras probadas para 13 años. Durante su primer informe de gobierno, en septiembre de 2007, señaló que las reservas solo alcanzarían para los siguientes nueve años. De ser verdad, en 2016 no habrá una gota de petróleo en el país.
Con o sin reforma, en México “está mal manejado el paquete de la energía eléctrica. Vamos a hacer muy precisos: Pemex tiene 18 mil millones de barriles de petróleo como reserva y vende aproximadamente 3.5 millones de barriles diarios. Esta cantidad nos da una reserva petrolera de ocho años”, dijo el investigador universitario.
Ante el agotamiento de las reservas petroleras, Gómez Reina consideró indispensable que la energía eléctrica de México sea generada por fuentes ajenas a los hidrocarburos; se puede conseguir con el desarrollo de tecnologías para explotar diversas materias primas.
En tal sentido, la Universidad Nacional Autónoma de México propuso una inversión de 2 mil 500 millones de dólares para implementar una tecnología que genere electricidad mediante el procesamiento de residuos sólidos urbanos. El estudio está en valoración y ya hubo un acercamiento con los directivos de Pemex.

Los intentos de privatizar
El profesor investigador señaló enfático que no es recomendable una reforma energética con el sello de la privatización, porque este servicio “lo debe otorgar el Estado, además de que es su responsabilidad”.
Un artículo titulado “2008: las reformas energéticas”, de Alfredo Hernández Peñaloza, integrante del Comité Nacional de Energía, organización civil que agrupa a trabajadores de las industrias petrolera, nuclear y eléctrica, hace referencia a que en 1992, durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, fue modificada la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica (LSPEE), para permitir una mayor participación privada en la generación de electricidad bajo esquemas de cogeneración, autoabastecimiento y producción independiente.
Gómez Reina indicó que fue Salinas de Gortari el primer presidente que intentó hacer una reforma energética. Después de Salinas, en la administración de Ernesto Zedillo Ponce de León, se propuso y no prosperó la participación de la inversión privada en materia de energía eléctrica. Vicente Fox Quesada, durante su gestión no perdía oportunidad en actividades públicas de dar un ‘’rotundo no’’ a la privatización de Pemex y de la CFE y al mismo tiempo insistía en su propuesta de abrir el sector al capital privado, para que pudiera invertir de manera asociada con el gobierno.
Han trascurrido 20 años desde que Salinas de Gortari llegó al poder ejecutivo, y el tema de la reforma energética sigue en la palestra, ahora con el panista Felipe Calderón Hinojosa. Los indicios marcan que se puede presentar una reforma, aunque sea limitada, en torno al mítico nombre de Lázaro Cárdenas.

El problema básico
Generar energía es un buen negocio, de lo contrario no habría tantas compañías extranjeras interesadas en invertir en México, como son los casos de las firmas españolas, francesas y japonesas, dijo el investigador universitario.
El grave problema es que los gobiernos federales han utilizado como caja chica a la CFE y como caja grande a Pemex. “Han quedado descapitalizadas”. Por ello nunca hay dinero para reinvertir en estas dos paraestatales.
“Si en los últimos 10 años vendimos 3.5 millones de barriles de petróleo al día, a 50 dólares cada uno, ¿cuántos miles de millones de dólares han entrado al país y dónde se han invertido? ¿En algún programa energético o de infraestructura? El grave problema radica en una pregunta que no ha tenido una respuesta fehaciente: ¿cuál es el proyecto de nación de Felipe Calderón?”, finalizó el investigador.

Sin perder de vista
El 1 de febrero inicia el próximo período de sesiones de la Cámara de Diputados. Se prevé que ingresarán los temas de las reformas energética y laboral.
A unas horas de haber tomado posesión como titular de la Segob, Juan Camilo Mouriño dijo que ya había comenzado los contactos con líderes de todas las fuerzas políticas del país, con quienes espera avanzar hacia la concreción de reformas en materia de seguridad, laboral y de energía, consideradas prioritarias.
Integrantes del PRD harán movilizaciones a escala nacional si se presenta el intento de privatizar a Pemex.
Andrés Manuel López Obrador emplazó el 13 de enero al presidente Felipe Calderón a debatir, cara a cara, sobre la propuesta de abrir el sector energético al capital privado.

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