En busca del cielo perdido

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profesora del insttuto de meteorologia de la UdeG, la maestra. foto giorgio viera.

Tenemos un cielo que no siempre nos damos el lujo de ver. El cielo no se salva de la contaminación visual… y es que esos anuncios luminosos que hay en La Minerva y la mayoría de lámparas del alumbrado público, además de que contaminan visualmente también alteran el ciclo biológico de la flora y fauna, y representan un desperdicio de energía.
En imágenes satelitales de noche, los países tienen un fondo blanco casi en su totalidad, lo que indica la cantidad de luz que está encendida, casi siempre alumbrado público, y Estados Unidos es el campeón en consumo de energía eléctrica, informa la doctora Silvana Navarro, profesora e investigadora del Instituto de Astronomía y Meteorología de la Universidad de Guadalajara (IAM).
La especialista agrega que el alumbrado público es una necesidad sobre todo en las noches por razones de seguridad, sin embargo este servicio pudiera ser más eficiente y contaminar menos al tener lámparas que sólo iluminen el suelo y no apunten o emitan su brillo al cielo y que se cambien por otras que sean de sodio y de baja presión, que aunque son más caras permiten el ahorro de energía.
Esto está lejos de cumplirse, pues se carece de leyes en el país, las cuales ya existen en algunas ciudades de la región de Andalucía, en España.
¿Se requiere una ley para proteger el cielo? se le preguntó a Silvana Navarro al finalizar su ponencia en los viernes de ciencia que organiza el IAM: “Yo creo que sí porque podría y debería haber un cambio en la autoridad; cambio no sólo en las lámparas, sino también para no otorgar permisos para esos anuncios luminosos que a veces distraen y en ocasiones hasta pueden producir migraña y que los vemos en puntos de la ciudad como La Minerva, eso también es contaminación visual”.
Añade que también se requiere impulsar una cultura en los ciudadanos para que se mejore la calidad de la luz que emiten las lámparas que están en las cocheras, que iluminan los jardines o que se usan para fiestas.
En la comunidad de Andalucía, en el año 2007, se aprobó la Ley de Gestión Integral de la Calidad Ambiental, la cual define la contaminación lumínica como “la emisión del flujo luminoso por fuentes artificiales de luz del alumbrado público nocturno”; además de la definición de términos, también proponen medidas que deberá acatar la autoridad y los ciudadanos.
“En México vamos muy atrasados en el tema, pero este tipo de esfuerzos, las conferencias y pláticas, son un gran paso, y lo seguiremos haciendo”.

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