En busca del agua perdida

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GUADALAJARA. JALISCO. MEXICO. NI„O JUGANDO EN LA FUENTE DE LA PLAZA D E LA LIBERACION. JOSE MARIA MARTINEZ

Debido a que cada vez somos más seres humanos en el mundo, la disponibilidad del agua potable por persona está disminuyendo. En los próximos 20 años, la cantidad de agua disponible para todos decrecerá en 30 por ciento, según datos de la UNESCO.
El agua es un recurso estratégico para muchos países. Se han librado muchas batallas, como la Guerra de los seis días en Medio Oriente, para poder obtener un mejor acceso al agua. En el sur de México, en Chiapas, hace cinco años, se instaló una mesa de negociación con grupos que se enfrentaron en el municipio de Zinacantán por el acceso al servicio de agua potable.
En todas las colonias más abandonadas de nuestro país se ven a ancianos, mujeres y niños haciendo cola con sus cubetas frente a las escasas tomas de agua y cargando sus cubetas dificultosamente bajo un sol inclemente.
Se prevén más escenas de este tipo en el futuro por la creciente población humana, la contaminación y el calentamiento global. La solución a la escasez podría resolverse ampliando las fuentes para obtener el vital líquido, limpiándolo, distribuyéndolo mejor o desperdiciándolo menos.
La UNESCO indica que 40 por ciento de los habitantes del mundo actualmente no tiene la cantidad mínima necesaria para el aseo. Más de 2.2 millones de personas murieron en el año 2000 por enfermedades relacionadas con el consumo de agua contaminada o por ahogamiento.
Todo es agua está empezando, porque el mismo ser humano, compuesto por 75 por ciento de agua al momento de nacer y cerca del 60 por ciento en la edad adulta. Una de las muertes más dolorosas consiste en morir de sed, porque provoca dolores de cabeza 100 veces superior al de la peor resaca, debido a que el cerebro se queda sin líquido, además que dejamos de orinar y los riñones se hinchan como un globo, lo que causa un dolor similar a una puñalada; los ojos se secan y endurecen como si fueran de cristal. La agonía dura de tres a siete días.
Desde el principio de la historia de la humanidad los ríos han sido un lugar de asentamiento prioritario para los seres humanos. La cercanía al río asegura agua, alimentos, fértiles terrenos de cultivo y facilidad de transporte e intercambio con otras personas.
Los mayas construyeron acueductos y canales para regar sus parcelas y para el consumo de sus habitantes. Cuando los españoles llegaron, las ciudades tenían verdaderas redes de agua corriente que provenían de ríos y manantiales. Incluso también tenían un precario sistema de cloacas. Algo desconocido en esa época en Europa.
Todas las mitologías, los elementos naturales como el agua, el aire, el fuego y la tierra, desempeñan una función esencial. El agua es considerada como un elemento vital y de fertilidad.
Lejos del agua y cerca de la corrupción
Guadalajara desde su fundación, en 1542, ha sufrido por el suministro de agua, porque los conquistadores decidieron ubicarla en el Valle de Atemajac, donde había cuerpos de agua, sin embargo, estos manantiales era temporales y en las épocas de estiaje comenzaron las complicaciones de abasto, indicó Bogard Escobar Hernández, profesor investigador del Departamento de Estudios Mesoamericanos y Mexicanos, del CUCSH.
“Cada vez hay menos agua porque hemos hecho un uso radial y exhaustivo, nos hemos acabado poco a poco los cuerpos de agua circundantes. Primero se utilizó el Agua Azul, hasta que se acabó y luego nos fuimos a extraerla del Lago de Chapala en 1956, estanque que abastece al 70 por ciento de los tapatíos a través del acueducto Chapala-Guadalajara”.
Al escasear el agua, comenzó a ser un bien económico es vez de ser un bien libre para la sociedad, donde pocos controlan su distribución y cobran por ella, explicó Bogard Hernández.
Los últimos cuatro grandes proyectos de abastecimiento hídrico para Jalisco: 1) Acueducto Chapala-GDL; 2) el sistema de presas la Zurda-Calderón; 3) el llamado Proyecto de Suministro de Agua Potable y Saneamiento de la Zona Metropolitana de Guadalajara conocido como del crédito japonés, y 4) la propuesta del presa Arcediano, que responde a intereses económicos y políticos, más que a la necesidades de la población.
“Hay un ‘señorío’ sobre el recurso por parte de quienes debería de ser meros administradores. Ellos están tomando las decisiones, mientras que la sociedad civil no está siendo escuchada.
Cada vez que se anuncia un proyecto hídrico aparecen empresas fantasmas para participar y luego desaparecen. El Grupo ICA Ingenieros Civiles Asociados participó en los cuatro proyectos; en el caso de la Zurda-Calderón lo hizo de una manera inédita porque ellos pusieron dinero para que se realizará la obra, lógicamente nos dice que después se le iba a pagar”.
Los ganadores en la construcción de estas obras sexenales son los políticos que promueven los proyectos, las empresas que participan en la infraestructura hidráulica. Los perdedores somos la sociedad ya que entramos al jugo de la oferta y la demanda; y el medio ambiente debido a que no se promueven tareas que originen el ahorro de agua.

Negocio sucio
Además que los políticos lucran con el negocio del agua, incumplen en el abastecimiento, manejo y supervisión del líquido. Mientras que los industriales siguen infringiendo normas ecológicas y la población la sigue desperdiciando.
Para José Antonio Gómez Reyna, profesor investigador del CUCEI: “El manejo integral del agua a través de la Comisión Nacional del Agua (CNA) es un desastre porque en todas sus bitácoras dicen que nadie contamina y si contaminar es un delito, ¿quién está en la cárcel?… nadie. Entonces no funciona el modelo, porque no se aplican las leyes.
”No existe un plan hidráulico para el 2050, es más ni siquiera en urbanismo, no sé ni qué van a hacer mañana porque es un gobierno de ocurrencias. En la Unión Europea quien contamina paga con cárcel o con dinero. Aquí vemos suicidios ecológicos por todos lados, se destruyen bosques, parques de agua, y todo mundo está tranquilo vamos corriendo hacia la autodestrucción”.
De acuerdo a Enrique Meza Villegas, maestro en el CUCEI del departamento de Ingeniería Civil y Topografía, desde hace una década mejoraron las normas ecológicas en agua potable y alcantarillado para evitar que las aguas residuales llevaran menos contaminantes, sin embargo, estas normas se han aplicado lentamente.
“Estamos atrasados en el tratamiento de aguas negras, es decir, del 100 por ciento que debíamos tratar, estamos tratando un 80 por ciento a escala nacional. El problema son los costos de operación de las plantas de tratamiento luz, productos químicos, manejos de lodos, entre otros.
”El industrial tiene que invertir y a veces no tienen el dinero suficiente, así que el gobierno flexibiliza las leyes para que se apliquen más tarde. En lugar de que los industriales instalen plantas de tratamiento en 10 años, los dejan que sea en 15 años”.
Según Pedro Faustino Zárate del Valle, profesor Investigador del CUCEI, adscrito al departamento de química la contaminación del agua no conoce fronteras, todos somos responsables. “Cuando se presentó el problema de la sequía en Chapala porque estaban reteniendo agua en los estados se creó la Comisión Especial de la Cuenca Lerma-Chapala-Santiago y se ideó un programa para establecer las plantas de tratamiento a lo largo del Río Lerma (abastecedor de Chapala). Ese programa avanzó 50 por ciento en 10 años cuando se había pensado que se instalarían más plantas en menos tiempo”.
Las fuentes que contaminan el Lerma son diversas: zonas agrícolas, industriales, desarrollos urbanos, granjas porcícolas, que si tuvieran sus plantas de tratamientos o que nada más arrojaran aguas grises sería de gran ayuda. Muchas veces esas aguas contaminadas se descargan en el Lerma sin ningún tipo de filtración”.
El problema de contaminación avanza no sólo en Chapala, también en el agua que tomamos. María del Refugio Torres Vitela, profesora investigadora del área de microbiología y de alimentos ha estudiado diversas marcas comerciales de garrafones y detectó que 30 por ciento incumple al proporcionar agua limpia. “Hablamos de un producto que se comercializa, que tiene un costo y que el consumidor esperaría un valor agregado en la inocuidad del agua”.
Pero la falta de vigilancia de las autoridades permite que se despachen garrafones no tan higiénicos que representan un fraude para el consumidor, porque las personas confían que al pagar obtienen un producto higiénico, pero no sucede así.
Los investigadores universitarios coincidieron que para evitar el desperdicio y contaminación es necesario aprovechar el agua de lluvia, proyecto que lleva a cabo José Arturo Gleason Espíndola, profesor investigador del CUAAD
Gleason desarrolla un prototipo de captación de agua de lluvia en una casa de interés social con apoyo de UdeG y Coetcijal. “Nuestro objetivo es generar un prototipo desde el punto de vista técnico, económico, ambiental, arquitectónico, urbano, que sea acorde con la realidad de Jalisco.”
En un año los resultados de la investigación podrían aplicarse en todas las nuevas casas para que aprovechen el agua de lluvia y las familias pueden desde tomarla hasta bañarse, trapea y lavar platos con el agua del cielo. Esta nueva técnica ahorraría el vital líquido y los pagos por agua serían menores para las familias. A escala mundial hay países como Australia o la India que ya tienen 25 años aprovechando lo que les cae del cielo. Gleason demostrará a quienes son renuentes a este tipo de técnicas alternativas y que privilegian más las grandes obras, que aprovechar la lluvia conviene muchísimo más. Merece la pena ahorrar agua, tanto para su cuenta bancaria, como para el medio ambiente.

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