El viajero que suele volver

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Hugo Gutiérrez Vega (1934-2015) enseñó que la poesía reina en los sentidos, la naturaleza, el arte, los sueños, la imaginación, la vida y la esperanza. Es la defensora del hombre contra la soledad, la incertidumbre, el abandono, el dolor y la injusticia. Esto lo dijo el poeta Jorge Orendáin, durante el homenaje que escritores, poetas, intelectuales y académicos le rindieron al escritor, poeta, periodista y diplomático de carrera, en la Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz.

Recordó que Gutiérrez Vega se acercó a la poesía desde temprana edad y nunca se separó de ella. “Nos dijo que la poesía viene muchas veces dirigida del silencio para hablarnos de más silencio, y así revelarnos la palabra precisa y certera. Ella, la poesía, no oculta su esencia. Ofrece su verdad sin pedir nada a cambio”, declaró Orendáin.

“Hugo Gutiérrez Vega nos enseñó que escribir es reconstruirse. Es decirle al mundo que en nosotros habita una infinitud de universos que anhelan ser descubiertos”, agregó.

Carmen Villoro celebró que la nueva época de la Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz, de la cual es directora, tenga como primera actividad el homenaje a Hugo Gutiérrez Vega, con motivo del cuarto aniversario de su deceso.

La directora del Programa Universitario de Fomento a la Lectura “Letras para Volar”, Patricia Rosas Chávez, reconoció el talento, la trayectoria y los aportes del homenajeado, quien fue, y seguirá siendo, un ejemplo de creatividad, inteligencia, ética, sabiduría y bondad por las actuales y futuras generaciones de universitarios.

Como muestra de gratitud por todo lo que Gutiérrez Vega dio a la humanidad a través de su producción literaria, su trabajo periodístico y labor diplomática, Rosas Chávez mencionó que la UdeG, en 2017, formalizó los trabajos de la cátedra que lleva su nombre mediante la conjunción de esfuerzos de los centros universitarios de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) y del Sur (CUSur), y que es dirigida por el poeta Jorge Souza.

Resaltó, además, la relación de la UdeG con el poeta, Maestro Emérito y Doctor Honoris causa por esta Casa de Estudio.

Gutiérrez Vega estudió en la Antigua Facultad de Derecho; impulsó proyectos culturales de la institución; fue profesor en la UdeG; apoyó a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) y participó en “Letras para Volar” como antologador de la Colección de Poesía que lleva su nombre, la cual está conformada por 30 títulos.

En homenaje al poeta, la biblioteca del CUSur fue bautizada con su nombre, y fue creado el Premio Regional de Cuento y Poesía Hugo Gutiérrez Vega, en el Centro Universitario de los Altos (CUAltos).

Habló de sus obras, enseñanzas y de su ejemplo de honestidad, sencillez y buen humor. “Era un ser espiritual, amante del progreso y férreo defensor de la ciencia y de sus convicciones”, dijo.

El poeta Marco Antonio Campos recordó la facilidad con que Gutiérrez Vega trataba con todas las personas, ya fueran peluqueros, costureras, reyes o embajadores. “Tenía los dos lenguajes para todos y un gran sentido de humanidad”, resaltó.

En el homenaje también participaron el escritor y académico mexicano Felipe Garrido; la hija del poeta homenajeado, Lucinda Gutiérrez Ruiz; además de la escritora Silvia Molina y el coordinador de Bibliotecas de la Universidad de Guadalajara, Sergio López Ruelas, entre otros.

Como parte del homenaje se presentó el libro El viajero que solía volver. Aproximaciones críticas a Hugo Gutiérrez Vega, que reúne 24 textos de autores como los poetas Carmen Villoro y Jorge Souza, la escritora Elena Poniatowska, el cronista Carlos Monsiváis, entre otros.

El prólogo del volumen lo escribió Souza, quien describió el libro como una pieza importante en la construcción de la memoria de Gutiérrez Vega. “En sus páginas, el lector encontrará las voces de muchos de sus amigos, escritores y discípulos que reconstruyen la imagen de Hugo Gutiérrez Vega”, dijo.

Los textos son compilados por el poeta Marco Antonio Campos, quien fue uno de los más cercanos amigos de Gutiérrez Vega, y el libro es coeditado por la Editorial Universitaria, de la UdeG; el Programa Universitario de Fomento a la Lectura “Letras para Volar” y la Cátedra de Poesía y Periodismo Cultural Hugo Gutiérrez Vega.

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