El turismo y los Juegos Panamericanos

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En marcha están ya los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, luego de su inauguración el pasado 14 de octubre. Fueron muchas las expectativas desde que dieron a conocer que se realizarían en la capital jalisciense.
En las semanas previas a esta justa deportiva no se pudieron aprovechar bien los reflectores mediáticos y ahora las autoridades únicamente habrán de dar a conocer los atractivos que tiene la zona metropolitana de Guadalajara y en general el estado de Jalisco, cuando los medios de comunicación cubran precisamente las competencias deportivas.
Adentrándonos en el evento y tocando el apartado económico y turístico, la meta al final de los juegos es recaudar mil millones de pesos y solamente el sector hotelero espera vender 100 mil cuartos/noche, es decir, la cantidad de habitaciones que tiene cada ciudad. Por el número de cuartos que van a rentar cada noche, da esta ecuación.
En los municipios donde hay sedes o subsedes deportivas, también esperan una ocupación del 85 por ciento y del 100 por ciento en los hoteles cinco estrellas de toda la entidad. Se cree que vendrán al menos 800 mil visitantes y hasta el momento el 20 por ciento de éstos son de Estados Unidos, Canadá y Brasil. Quizá es oportuno considerar un aumento en esta meta, pero no se cuenta con la precisión para que esto sea calculado.
Existe una vinculación considerablemente provechosa entre la actual alza del dólar estadunidense frente al peso mexicano y los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011.
El alza registrada por el dólar durante las dos semanas anteriores no representa una mala noticia para todos los sectores, toda vez que la depreciación que registró el peso ha sido favorable para los estados que reciben remesas del exterior y sobre todo por lo que representa el turismo extranjero para sus finanzas públicas.
El turismo en la capital de nuestro estado después de la justa deportiva, sólo debe considerar un aspecto preocupante al finalizar los juegos: la capitalización o ahorro que los turistas opten por ejercer a causa de sus propias finanzas y la actual situación global de Estados Unidos, por el factor que se mencionó antes.
Conviene puntualizar que los turistas norteamericanos que cuentan con dinero en efectivo, tendrán mayor poder adquisitivo. Esto hará más accesibles o baratas sus estadías, traslados, alimentaciones y diversiones que se puedan proporcionar, aumentando la cantidad o calidad de éstos.
Somos un país que recibe casi 22 millones de visitantes extranjeros anualmente. Esto nos coloca en el noveno sitio de recepción de turistas, pero en su gasto diario nos lleva hasta la posición número 20 del ranking mundial, o sea, que recibimos a un tipo de turismo de baja categoría o de plano no sabemos cómo venderle nuestros productos y servicios, tal y como muchos de los países con atractivos turísticos lo hacen con los visitantes que reciben.
Lo paradójico y alarmante sería si la moneda norteamericana bajara de precio ante la nuestra, porque habría un efecto inverso, en el cual algunos productos y servicios nacionales mantendrían sus precios y otros los aumentarían, y los visitantes con este flujo de efectivo perderían en alguna medida su poder adquisitivo, lo que ocasionaría menor gasto en nuestra ciudad.
Al final de la jornada hay que analizar a quién conviene que el dólar se mantenga arriba de los 13 pesos: a los visitantes que pueden gastar más en estos Juegos Panamericanos o a los connacionales que salen a otros destinos y que les alcanza para comprar menos cosas a ese valor nominal.

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