El tiempo que nos toca vivir

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El “nos” toca vivir que utilizo en el título se refiere a la época en la cual se desarrolla la vida de mi generación y en la cual estoy incluida, como escritora y lectora. Esto condiciona los nombres recordados y las omisiones de esta breve nota, que intenta una mirada general. Hablamos de la segunda mitad del siglo veinte, y hablamos de todo el período de post Segunda Guerra mundial, con derivadas rarezas como la del escritor Vitold Gombrowicz (Premio Nobel) que hizo gran parte de su obra en Argentina por no poder regresar a su patria. Pero si vamos al terreno literario y a los nombres que identifican la literatura argentina en el mundo, debemos ir unos años atrás. Y encontraremos a los escritores que son la vidriera, los nombres de identificación en el extranjero: Jorge Luis Borges, Julio Cortázar y, en menor medida, Ernesto Sábato. Sin olvidar a Macedonio Fernández, menos conocido.

Con sus grandes diferencias y particularidades, es Borges sin dudas el de mayor renombre, por su extraordinaria calidad de cuentista y considerado maestro por muchos creadores posteriores. Y Julio Cortázar tal vez el más amado. Pero, considero, y tomando mi experiencia, que fue Roberto Arlt el emblema y, tal vez de una forma subliminal, el de mayor influencia, desde su potencia narrativa, su desparpajo en el uso del idioma y sus temáticas existenciales trasladadas a un escenario fuertemente local, con un vocabulario casi exótico por momentos, rozando lo “tecnológico”, pues era inventor, o utilizando algunos términos de las traducciones de los escritores rusos —sus predilectos— al español, que moteaban su narrativa, la cual enterraba las historias en lo más hondo de lo popular, dándole un tono único y potente, en mi concepto el más original y contemporáneo: Los siete locos, Los lanzallamas y El juguete rabioso son únicos. Yo me formé literariamente en el “Grupo Roberto Arlt”.

Entre los narradores destacados, también encontramos a Juan José Saer, nacido en Serondino, Provincia de Santa Fe, que con el personaje Tomatis elabora su saga faulkneriana, pero de colores locales (inolvidable su Glosa) y llega al mundo. Manuel Puig, con sus novelas innovadoras: Boquitas Pintadas, Cae la noche tropical y tantas otras. Abelardo Castillo, fundamental cuentista como Daniel Moyano. Juan Martini, novelista, y el particular Néstor Sánchez con la entrañable novela Siberia Blues. Beatriz Guido, Alicia Steimberg (rescatando en Músicos y relojeros la tradición judeo-argentina), y la escritura testimonial entre lo periodístico y la ficción, con gran contenido político, de Rodolfo Walsh.

Avanzando en el tiempo y los cambios estéticos, las derivas tal vez del movimiento punk mundial repercuten en una escritura “desprolija”, casi desatenta a la “belleza” literaria, de la que surgen voces discutidas y hasta resistidas como el polémico y mediático Washington Cucurto, y muchos en esa línea, con un Luis Gusmán en una estética intermedia. Movimiento que continúa en los más jóvenes, con un fuerte auge de la micro-ficción.

La poesía en el país gaucho
En los antecedentes de la poesía argentina de este tiempo, encontramos sin dudas a Evaristo Carriego, Alfonsina Storni, Leopoldo Lugones, Francisco Luis Bernárdez, Enrique Banchs. Así como surgen luego las voces de Jacobo Fijman, Antonio Porcchia, Olga Orozco, Diana Bellezzi, Alberto Girri, Roberto Juarroz. Sin dudas el núcleo extraordinario del Grupo “Poesía Buenos Aires” con sus derivas del surrealismo: Aldo Pellegrini, Raúl G. Aguirre, Edgar Bayley, Francisco Madariaga, Mario Trejo, Alejandra Pizarnik, Enrique Molina.

En el terreno poético tal vez el nombre más emblemático y de mayor influencia en las nuevas generaciones, sea el del poeta Juan Gelman, enmarcado fuertemente en las vanguardias liberadoras de las corrientes contemporáneas. Con verso libre y escritura sin bordes, su ecléctico y personal estilo, sumado al tiempo oscuro de la dictadura que le tocó vivir y padecer en lo personal —incluido el exilio—, dan como resultado una poesía de impacto en lo sentimental, las nostalgias y lo social…

Argentina, país invitado en FIL 2014
Argentina será el País Invitado de Honor en la edición 2014 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. El convenio que cierra el acuerdo fue suscrito el mes pasado en el Palacio San Martín por el canciller Héctor Timerman y Raúl Padilla López, presidente de la FIL Guadalajara, con lo que se hace oficial la presencia de esta nación, con una importante delegación de autores, editores y artistas, por segunda ocasión en la historia de la Feria.

Durante la firma del convenio, el canciller expresó el honor que significa para Argentina ser invitada a la Feria y a México, país que recibió con los brazos abiertos a los exiliados durante la dictadura argentina. En el acto también estuvieron presentes Marisol Schulz, directora de la FIL Guadalajara, y la embajadora Magdalena M. Faillace, directora de Asuntos Culturales de la Cancillería de Argentina, quien adelantó que llegarán a la cita con lo mejor de su literatura y manifestaciones culturales. La embajadora enfatizó que al ser el 2014 el año dedicado a Julio Cortázar, la presencia de este escritor permeará toda la Feria con una gran exposición.

Asistieron también a la firma del convenio María Kodama, viuda de Jorge Luis Borges, las escritoras Claudia Piñeiro, Tununa Mercado y Luisa Valenzuela, así como Fernanda García Lao, Hernán Roncino y Fabián Casas, estos últimos participantes de Los 25 secretos mejor guardados de América Latina, proyecto de la FIL a propósito de la celebración de su primer cuarto de siglo con el que se busca dibujar una ruta de las letras latinoamericanas.

“Vivimos una época de cambios y, sin lugar a dudas, la próxima visita de Argentina a la FIL Guadalajara será una magnífica oportunidad para consolidar los vínculos culturales, políticos y económicos entre nuestros países. La ocasión servirá, además, para difundir las múltiples manifestaciones de la diversidad de este país en un programa que, estamos seguros, contará con sus mejores escritores, intelectuales, profesionales y artistas”, destacó Raúl Padilla López, presidente de la FIL Guadalajara, quien resaltó los lazos que Argentina ha mantenido con la Feria desde su nacimiento, y particularmente durante su participación como Invitado de Honor en 1997.

Al final del acto, Marisol Schulz expresó: “Argentina es para los mexicanos una tierra mítica y legendaria, pero al mismo tiempo muy cercana, a la que nos unen muchos afectos. En no pocas ocasiones, estos vínculos se han reforzado de manera consistente. Me refiero, en concreto, a momentos históricos como aquel en el que México abrió sus puertas, en un abrazo fraternal, a la emigración argentina, y con ese gesto el país se vio fortalecido por la presencia de un capital humano, intelectual y académico invaluable”.

Con Argentina como País Invitado de Honor, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en su edición 28, se realizará del 29 de noviembre al 7 de diciembre de 2014.

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