El rostro de la locura

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Repulsión (1965) es una película del director polaco Roman Polanski, en la cual retrata la soledad de una joven mujer y consigue penetrar de manera sombría en el espiral de la locura. Con las actuaciones de Catherine Deneuve, Yvonne Furneaux, Ian Hendry y John Fraser, este filme traspasa de manera efectiva el género del suspenso, y se adentra en el terror y el drama psicológico.
Ganadora del Premio Especial del Jurado, y el Oso de Plata, en el Festival de Berlín, el relato muestra como protagonista a Carol Ledoux (Catherine Deneuve), una inofensiva e ingenua empleada de un salón de belleza que vive en Londres. Carol Ledoux comparte apartamento con su hermana, quien sostiene una relación como amante de un hombre casado. Con una eterna mirada extraviada y un desencanto por los hombres, Carol va del trabajo hasta su hogar, sólo para recluirse y, así, recorrer y observar este espacio.
Al quedarse completamente sola, las noches transcurren en vela para la protagonista, los sonidos se vuelven cada vez más intensos, inesperadas figuras masculinas comienzan a transgredir la mente de Carol. Las paredes del apartamento comienzan a resquebrajarse y de ellas surgen formas que tocan incesantemente a la joven. De esta manera, Carol pierde el control y comienza a desarrollar un sórdido mundo.
Roman Polanski realiza un extraordinario trabajo narrativo en el que examina las obsesiones y frustraciones de un personaje que es capturado por un viaje a la esquizofrenia y a su propio infierno, sin embargo, la realidad de la protagonista se ve alterada al ocurrir una serie de asesinatos. Desde el misterio que la envuelve, Carol Ledoux se expresa únicamente con su silencio.
En Repulsión es perceptible la influencia de Luis Buñuel y Alfred Hitchcock, Polanski recurre a escenas con profundos rasgos oníricos, las cuales, devienen en situaciones de tensión y delirio. La película es un intenso ejercicio acerca de la pérdida de la razón y sus oscuras posibilidades.
La actuación de Catherine Deneuve es inmejorable, confiere al personaje una serie de características que resultan cautivantes. Su naturalidad frente a la cámara y esa mirada de aparente ingenuidad, fueron decisivas para esta película.

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