Constantemente logran vislumbrarse consecuencias sobre las nuevas formas de producción en la música. Interesantes reflexiones que nos llevan a conceptos como los denominados bedroom producers, jóvenes que se dedican a diseñar música a través de sus ordenadores, y que en efecto, pierden la noción y el interés por cuestiones sociológicas, políticas y culturales, tal como lo especifica Diego Verdú, periodista y crítico español.
En este escenario, repleto de estos nuevos paradigmas, resulta cada vez más necesario identificar propuestas musicales que realmente posean un discurso análogo al entorno en que se encuentran inscritas, y que como consecuencia, logren un acercamiento y descripción más acertado de lo que ocurre en diferentes planos de la realidad.
Austra, agrupación encabezada por Katie Stelmanis, significa un buen ejemplo de ese discurso descriptivo, que surge desde una perspectiva íntima, pero que toma valor por la atinada conjugación de elementos musicales que van desde lo clásico hasta la electrónica con tintes sombríos. De esta manera, Feel it break, álbum debut del novel proyecto, inscribe su propuesta dentro de la posmodernidad, y nos habla de esa obsesión por descubrir los laberintos del pasado y los eternos cuestionamientos sobre el futuro.
