El 19 de febrero de 2012, México y Estados Unidos firmaron el Acuerdo para la expropiación de los yacimientos transfronterizos. El documento considera un trabajo colaborativo para que Pemex y compañías privadas estadunidenses puedan explorar pozos profundos, ubicados en las zonas limítrofes del golfo de México de ambas naciones.
En palabras de Felipe Calderón Hinojosa, este tratado terminará con el “efecto popote”, que puede darse porque actualmente hay compañías extranjeras que exploran yacimientos petroleros que pasan por debajo de la frontera mexicana. De esta forma México podrá tener derecho sobre este recurso.
Sin embargo, Manuel Bartlett piensa lo contrario. En entrevista con Karla Planter para Medios UDG Noticias, el político opinó que esta colaboración entre países es falsa, y que tal acuerdo se firmó porque “México no tiene capacidad de explotar en el fondo del mar”.
El interés de Estados Unidos por el petróleo mexicano ha estado latente desde hace más de un siglo, dijo el historiador de El Colegio de México, Lorenzo Meyer, también en entrevista para Medios UDG Noticias, pues en la época del porfiriato los mexicanos sólo usaban el petróleo como combustible para los trenes. “Ellos (los estadunidenses) y los ingleses fueron los primeros grandes inversionistas en la industria petrolera, cuando México aún no sabía qué importancia tenía”, citó el doctor Meyer.
“¿Por qué no nos disolvemos ya como nación y nos convertimos nada más en un mercado?”, opinó el doctor Meyer respecto a la firma de este acuerdo, pues la describió como neoliberal, ideología que cada día muestra “más incapacidad para sacar (adelante) no sólo a México, sino al mundo”.
Juan Bueno Torio, miembro de la Comisión de energía en el Senado, aseguró –para el mismo informativo– que este tratado dará seguridad jurídica tanto a Estados Unidos como a México. Argumentó que este acuerdo traerá un cambio, pues antes los pozos produndos del Golfo de México no se explotaban de manera conjunta y cualquier país lo podía hacer.
“Habrá especialistas que definan cuánto petróleo le corresponderá a cada país”, aseveró Bueno Torio. Este senador también comentó que se seguirá un procedimiento en el cual se considerará la definición de los yacimientos, la excavación de los pozos, la medición del volumen de los mismos; ello permitirá hacer delimitaciones y determinar qué le corresponderá a cada país, según el territorio. La zona fronteriza que se pretende sea explorada, abarca una extensión de seis millas.
No obstante, Bueno Torio reconoció que existe una diferencia en la explotación de petróleo de los dos países. Él mismo dio el dato, mientras en Estados Unidos mil 500 pozos profundos son explorados –actualmente–, México sólo hace exploración en 10.
La presencia de compañías extranjeras con fines de exploración petrolera en territorio mexicano se da luego de una reforma al artículo 27 constitucional. Pero también, como lo señaló Bartlett, es a partir de la reforma energética, aprobada en 2008, que en el golfo de México se otorgan concesiones a otros países con los mismos fines. Para Bartlett, la firma de este tratado es la continuación del proyecto del presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, que ha consistido en otorgar concesiones a empresas extranjeras para la explotación del petróleo.
En 2001, Estados Unidos y México firmaron un acuerdo en el que establecieron los límites de la plataforma continental, pero no había un pacto que definiera cómo explotar el petróleo en las zonas fronterizas.
El acuerdo para los yacimientos transfronterizos se firmó por la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, y por la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton; además, Felipe Calderón Hinojosa firmó como testigo.
Por ser un tratado internacional, la Cámara de Senadores tendrá que aprobar este documento para que tenga validez. No se ha anunciado exactamente el contenido del mismo. Por eso la Cámara de Diputados pidió hacer una intervención; comunicó que solicitará un informe de este acuerdo. Se espera que en próximos días realicen una reunión con Pemex y la Secretaría de Energía. La cita aún no tiene fecha.
