Aunque todavía con una joven trayectoria, Phantogram ha logrado construir una imagen hasta cierto punto respetable dentro del circuito de la electrónica. Con aproximaciones al pop y el rock, el dúo integrado por Sarah Barthel y Josh Carter —dos viejos amigos que fundaron el grupo en Nueva York—, tiene en las composiciones de corte abierto y despreocupado su principal virtud.
Eyelid Movies, el álbum debut de Phantogram, permitió vislumbrar las posibilidades de una agrupación que apuesta principalmente por la conjunción del trip hop y el rock, sin delimitarse, para abrirse camino hacia canciones que tienen el ritmo y la energía suficientes para encender la pista de baile, prueba de ello son las actuaciones en directo de esta mancuerna.
Sarah Bartel y Josh Carter han colaborado con figuras importantes dentro de la producción musical, su tercera grabación contó con el apoyo de John Hill, quien tiene en su lista a las cantantes Santigold y MIA, algo que brinda una idea más clara del sonido que persigue Phantogram, especialmente por la unión entre lo explosivo y lo electrizante.
En Voices podemos apreciar el crecimiento del grupo. Los temas nacen desde la raíz electrónica, pero van mucho más allá, y coquetean indiscretamente con el r&b y el hip hop, sin alejarse en su totalidad del estilo que lo caracteriza. “Fall in Love”, “Howling at the Moon”, “Celebrating Nothing” y “Bill Murray”, este último tema dedicado al célebre actor estadounidense, componen un trabajo rico en su contenido musical.
La experiencia de escuchar a Phantogram está ligada a la voz de Sarah Bartel, quien en muchos de los temas consigue crear un verdadero temblor emocional. Desde la sutileza hasta el descontrol, Bartel contagia con esa destreza en el escenario que todo cantante necesita. Por supuesto no podemos olvidar los excitantes rasgueos de Josh Carter, un joven músico que tiene un lenguaje en común con el pop moderno.
