El llamado del cuerpo

1070

En el fondo del escenario se adivinan dos figuras. Avanzan despacio como si el solo de piano que escuchamos los atrajera de a poco al proscenio con la fuerza de un imán. Se trata de la pareja formada por el bailarín ruso Mikhail Kaniskin y la mexicana Elisa Carrillo, ambos primeros bailarines del Staatsballett Berlín Opera, quienes además de compartir el escenario, son esposos. La música de Shostakovich sigue impulsando ambos cuerpos que responden sensualmente a la atracción con el juego de la proximidad y la distancia. La coreografía “Kazimir colors” del italiano Mauro Bigonzetti posee la misma elegancia que tienen los bailarines sobre el escenario. El abrazo es sutil, la delicada silueta de Carrillo es el material más fino y maleable ante los juegos que propone Kaniskin. La pareja se desliza siempre junta; aun cuando no se tocan, el deseo los une en la perfección de los trazos que dibujan. Sin embargo y, tristemente, frente a los primeros bailarines, la sala del Teatro Degollado tiene muchos lugares vacíos.
La danza es una de las disciplinas artísticas más castigadas en Jalisco, la escasa difusión y cobertura que tuvo la presencia de Carrillo en Guadalajara, lo confirma. La cartelera de nuestra ciudad apenas incluyó la gala “Estrellas del ballet. Elisa Carrillo en Jalisco”. En la tarde del pasado domingo 8 de julio no se veían largas filas, ni los grandes grupos que se suelen organizar en las escalinatas y los costados del edificio; apenas un par de funcionarios de cultura, algunos grupos de niñas y adolescentes acompañadas de sus padres y bailarines locales que buscaban cortesías para poder ver a Elisa Carrillo, la bailarina mexicana más importante en la actualidad.
Elisa visita México acompañada de extraordinarios bailarines para compartir su trabajo. Su presencia revela la gran diferencia, la enorme distancia que existe entre los procesos creativos europeos y los que sobreviven en México. Además de que las dos funciones que ofreció en el Degollado estuvieron muy lejos del lleno total, la inclusión en el programa de la Compañía de Danza Clásica y Neoclásica de Jalisco se convirtió en la evidencia más clara del grave contraste. Luego de gozar de la pulcra ejecución de bailarines clásicos como Iana Saenko y Marian Walter, la Compañía de Jalisco presentó “La Vivandiere” y sólo el joven Argenis Montalvo destacó en la coreografía de Arthur Sain-León, el resto tuvo graves desatinos no sólo en la limpieza técnica, sino además una de las bailarinas terminó con el vestuario literalmente deshilachado además de perder el tocado en uno de sus vacilantes giros. El público bajaba la mirada, se codeaba con sus vecinos deseando que aquello terminara pronto para dar paso a otra de las figuras internacionales que acompañaban a Carrillo. Finalmente apareció uno de los principales motivos que llevaron a los conocedores a la sala. Vladimir Malakhov, quien fuera considerado el mejor bailarín del mundo llegó para acompañar a Nadja Saidakova y presentar una de las coreografías más esperadas “le parc” del bailarín y coreógrafo de origen albano Angelin Preljocaj. La música de Mozart hacía crecer en cada compás la emoción que contagiaba la pareja. El público parecía compartir la belleza del sueño en el que Saidakova y Malakhov se encontraban, la duda de la presencia del otro, la maravillosa incredulidad ante el tacto pero también la agonía que producían los instantes en que se distanciaban.
Carrillo volvió al escenario en dos ocasiones más, primero junto a Saidakova para presentar “Dueto inoffensivo” (también del coreógrafo Bigonzetti) y, posteriormente, de nuevo junto a su marido Mikhail Kaniskin para el pas de deux “Manon” de Kenneth MacMillan. Los “bravos” no dejaban de escucharse, por momentos la sala parecía que se encontraba llena dada la euforia de los asistentes. Elisa Carrillo continúa su gira de galas por México. Más allá del gozo estético que produce el espectáculo, debemos poner el acento en la necesidad de desarrollar políticas culturales auténticas que permitan la profesionalización de la danza y el acceso a proyectos inteligentes que aseguren un presupuesto que apoye además, su difusión.

Artículo anteriorJuan Cirerol
Artículo siguienteResultados finales del Programa de Estímulos al Desempeño Docente 2012-2013