Las sequías, incendios e inundaciones que sufrieron el año pasado productores de granos en países como Australia, Argentina y Rusia, provocarán un incremento en los precios de estos productos.
El consumidor final podrá observar un incremento del 20 por ciento en granos como trigo, maíz y arroz, vaticinó Nicolás Vázquez Miramontes, profesor investigador del Departamento de Desarrollo Rural Sustentable, del Centro Universitario de Ciencias Biológico Agropecuarias (CUCBA).
La tonelada métrica del trigo pasará de valer 150 dólares en junio de 2010 a 305 dólares al final del año.
El especialista en economía de la producción expuso que tan sólo para el estado de Jalisco la demanda de maíz será de 32 mil toneladas en 2011, a juzgar por el incremento poblacional y el promedio de 250 gramos de consumo por persona.
No obstante, señaló que nuestra entidad es todavía autosuficiente en la producción de maíz. El gobierno federal habrá de subsidiar una vez más el precio de la tortilla, sobre todo si se toma en cuenta que el país está de cara al proceso electoral de 2012, a lo que le dio el calificativo de “clientelismo”.
Lamentó que por la falta de estímulo a los productores, un producto de primera necesidad como el maíz tenga que ser importado a un precio de referencia de 105 dólares por tonelada.
En el mundo
Tailandia y Vietnam, los dos principales exportadores de arroz del mundo, tuvieron un mal año de cosechas por falta de agua; mientras que el tercer productor, Pakistán, sufrió una de las peores inundaciones de su historia, lo que provocará que su precio –aparentemente estable– pueda dispararse en cualquier momento.
Ante este panorama, el investigador del Departamento de Desarrollo Rural Sustentable anticipó que el incremento en los granos descritos se empezará a sentir en febrero o marzo.
Vázquez Miramontes concluyó que la descomposición mundial del clima, aparejada con el crecimiento poblacional, ocasiona escasez de productos agrícolas básicos, llevándolos a su encarecimiento.
Como caso opuesto, citó al huevo, del que hay exceso de producción en Jalisco, Puebla y Torreón, y que prácticamente ha mantenido su precio en los últimos tres años.
