¿El estrés hace que nos salgan canas?

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Cuenta la leyenda que a la reina María Antonieta se le volvió blanco el pelo la noche antes de que fuera guillotinada, presumiblemente porque la inminente decapitación le generó tanto estrés que le hizo perder el color del pelo en sólo horas.
Esta anécdota, probablemente falsa, tiene un fondo de verdad: el estrés sí puede hacer que el pelo se nos vuelva blanco, pero poco a poco.
Los primeros cabellos blancos aparecen alrededor de los 30 años en los hombres y como a los 35 en las mujeres, pero el encanecer puede iniciar en algunos sujetos desde que están en la preparatoria o bien puede presentarse hasta los 50 años en otros.
Las canas comienzan desde dentro, en unas cavidades llamadas folículos; una persona en promedio tiene aproximadamente 100 mil de estas cavidades y cada folículo tiene la capacidad de producir varios cabellos a lo largo de la vida; en el fondo de cada folículo existe una serie de factores que favorecen el crecimiento del cabello y que trabajan juntos para darle color a nuestro cabello.
Los keratinocitos (células epidermales) forman el cabello desde el fondo del folículo; cuando mueren dejan tras de sí una proteína sin color llamada keratina, que es la que se encarga de darle al pelo su textura y su extensión (la keratina es un componente primario de las uñas y la capa exterior de la piel de los humanos, mientras que en los animales es parte de sus pesuñas y cuernos).
Conforme los keratinocitos construyen el pelo, sus células vecinas, los melanocitos, manufacturan un pigmento llamado melanina, la cual es liberada en pequeños paquetes llamados melanosomas.
La melanina del pelo viene en dos grados de obscuridad: para el pelo negro o castaño se llama eumelanina y para el pelo amarillo o rojo feomelanina, que se combinan en diferentes proporciones para crear la variedad de tonos de pelo que conocemos. Cuando el cabello pierde la mayoría de la melanina, se vuelve gris; pero si pierde toda se vuelve blanco.
En un momento dado, entre el 80 y el 90 por ciento del pelo de las personas está en una fase activa de crecimiento que puede durar entre dos y siete años, al final de los cuales todas las células implicadas en el crecimiento del pelo, los mencionados keratinocitos y los melanocitos, caen en un proceso programado de muerte a la que se le conoce como apoptosis, razón por la cual el folículo entra en una fase de restauración y el pelo se cae.
Para comenzar a generar de nuevo pelo, la fábrica de cabellos tiene que regenerarse, lo que implica que se debe de refrescar la cantidad de keratinocitos y de melanocitos, obteniéndolas de las células progenitoras o células troncales, que se encuentran al fondo del folículo; por razones desconocidas, las células troncales de los keratinocitos son más longevas que las de los melanocitos, lo que hace que se siga produciendo pelo, pero sin pigmentación.
¿El estrés puede acelerar este proceso de muerte y no regeneración de los melanocitos? La respuesta no es simple porque intervienen muchos factores, pero parece ser que las hormonas ligadas al estrés pueden afectar la sobrevivencia de los melanocitos, pero no se ha encontrado una relación clara.
La hipótesis que se ha manejado hasta el momento es que este proceso puede ser resultado de un daño crónico causado por la presencia de radicales libres, nos dice Ralf Paus, profesor de dermatología del Hospital Universitario de Schleswig-Holstein en Lí¼beck, Alemania; estas hormonas producen inflamación, que a su vez produce radicales libres (moléculas inestables que pueden dañar a las células) y es posible que los radicales libres influencien la producción de melanina.
Hay evidencia de que las hormonas del estrés median las señales que les dicen a los melanocitos cuándo producir melanina para los keratinocitos, explica Jennifer Lin, dermatóloga que conduce una investigación de biología molecular en el Centro Harvard para el Cáncer, en Boston. En este centro se ha observado que a las personas, al saber que tienen cáncer, se les genera mucho estrés y se ha visto que poco a poco su cabello se vuelve blanco.
Tyler Cyment ha llevado a cabo un estudio retrospectivo en el Hospital Sinai de Baltimore en los mismos pacientes del hospital y dice que los pacientes con más estrés se vuelven canosos a lo largo de dos o tres años; él afirma que la facilidad de que unas personas se hagan canosas tiene que ver con la genética, pero que el estilo de vida de cada persona puede hacer que se retrase la aparición de las canas en hasta 10 años.
En general pareciera que los rubios tienen canas más tarde que los de pelo negro, pero parece ser que es más bien el resultado de un enmascaramiento de los cabellos blancos en un mar de cabellos claros, pero de hecho las personas de cabello negro retienen por más tiempo su color en el pelo.
Entonces, ¿qué es lo que le pasó a Maria Antonieta? Bueno, hay al menos tres explicaciones: que sufrió de un fuerte ataque de una rara enfermedad autoinmune llamada alopecia areata, la cual ataca al pelo pigmentado y deja solamente las canas; o bien, la situación de estrés que vivió pudo haber generado una cascada de radicales libres que destruyeron sus pigmentos y blanquearon su pelo; pero también pudo haber sido que no pudo usar su peluca revelando que, después de todo, ella tenía el pelo canoso. [

* Departamento de neurociencias
CUCS. Miembro de la red de Comunicación y Divulgación de la Ciencia
Unidad de Vinculación y Difusión.

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