El disparate: un negocio redondo

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Antes que preseas y trofeos, Guadalajara obtendrá daños ambientales permanentes e irreversibles y el desperdicio de recursos económicos, si con el pretexto de los Juegos Panamericanos del 2011, construyen un estadio de atletismo, además de condominios para vivienda, en el predio denominado El Disparate, ubicado a las orillas de la barranca de Huentitán.
Localizado en un área natural protegida, decretada por el mismo ayuntamiento tapatío el 5 de junio de 1997, la transacción del predio esconde detrás un gran negocio entre el dueño del terreno y el gobierno del estado, que compró una fracción de 25 hectáreas en cien millones de pesos.
Luis Antonio Rocha Santos, especialista en derecho urbanístico y administrativo de la Universidad de Guadalajara, indicó que en este asunto le han otorgado al propietario del terreno, José Paniagua Sánchez Aldana, la oportunidad de hacer un gran negocio, porque fue él quien estableció las bases del contrato, entre éstas, que “se cambie el uso de suelo a zona habitacional con densidad alta. Vender casas de densidad alta en condominios multifamiliares verticales es la mayor utilidad que puede tener un fraccionador”.
El rector del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), Mario Alberto Orozco Abundis, señaló que es necesario tomar decisiones más responsables al respecto, porque la zona absorbería grandes cantidades de recursos para construir donde no existe infraestructura. Esto, sin olvidar las incalculables afectaciones al ecosistema, no solo por la construcción, sino también por su operación, agregó el doctor Arturo Curiel Ballesteros, investigador del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA).

Todo en contra
“Es un disparate construir en el propio “Disparate”, por las características tanto urbanas como medioambientales, que no permitirían tener un buen desarrollo urbano”, afirmó Orozco Abundis.
Refirió que sería muy elevado el costo económico para los ciudadanos, pues tendría que dotarse de equipamiento y servicios a toda la zona; además, es latente la ausencia de obra vial y el alto índice de delincuencia, porque la mayoría de zonas aledañas están deshabitadas.
Otro punto a considerar es que “la formación de la barranca tiene una condición de inestabilidad, porque es un terreno inseguro. Las construcciones estarían ligadas a riesgos de carácter geológico, lo que de alguna manera tampoco garantiza la seguridad de quienes usan este patrimonio”, enfatizó Curiel Ballesteros.
De igual forma, el investigador del CUCBA encontró que el ecosistema no sólo se verá afectado por la construcción del estadio, sino por la operación del mismo, ya que esto significará un aumento en los niveles de ruido y en la producción de residuos.
Al respecto, el rector del CUAAD, pidió a las autoridades municipales que distingan entre las potencialidades y las limitaciones que ofrece el territorio tapatío, a fin de edificar sin dañar un patrimonio como el que representa la barranca de Huentitán.
Comentó que la desesperación por no tener un terreno definitivo para construir los estadios y la Villa Panamericana, ha llevado a las autoridades a pensar en el predio El Disparate como una opción para dichas edificaciones.

Código urbano en el olvido
Rocha Santos indicó que desde su punto de vista el convenio de compra venta del predio El Disparate es injustificado e inequitativo para los jaliscienses.
El contrato presenta algunas irregularidades, entre éstas, que no determina la superficie total del predio. Se manejan datos de 71 a 100 hectáreas, de los cuales el fraccionador debe donar al ayuntamiento hasta 13 por ciento de su superficie para servicios y áreas verdes, esto es 10 hectáreas del terreno, según lo establecido en el código urbano.
Agregó que en caso de que las autoridades no reconsideren su decisión, los ciudadanos están en posibilidad de demandar la nulidad de estos actos e iniciar procedimientos de responsabilidad.
El especialista explicó que la única manera de urbanizar el predio por la vía legal es con la elaboración de un estudio de impacto ambiental, mismo que al cierre de esta edición no ha sido realizado. “EL artículo 86 del código urbano señala la obligación de elaborar un estudio de impacto ambiental, lo cual no se llevó a cabo. Por lo tanto, el cambio de uso de suelo que realizó el ayuntamiento es ilegal”.
Al respecto, Miguel Magaña Virgen, investigador de impacto ambiental, del CUCBA, dijo que “se puede verificar en la Semarnat y Semades que con respecto a la obra pública, el gobierno es el que menos presenta estudios de impacto ambiental; se brincan las trancas, lo que evidencia una verdadera corrupción en la emisión de dictámenes, que se emiten sin el menor soporte. En este caso, el ayuntamiento cambió esto sin cumplir con el código urbano, lo que es una irregularidad que debe ser sancionada”.
A esto se suma la ausencia de la calidad ambiental de la ZMG y el desinterés de cubrir la necesidad de la sociedad de convivir en un entorno sano. Construir en ese predio es “secuestrar la calidad ambiental de los tapatíos, cuando hay unidades deportivas que sirven para este tipo de edificaciones”.

Cuestiones ambientales
“La barranca, desde el punto de vista biológico y geológico, es un patrimonio cultural, porque desde hace más de 100 años ha sido vinculada con las condiciones de bienestar para la sociedad tapatía. El asunto de sustituir ese patrimonio por infraestructura, cualquiera que sea, significa cancelar la posibilidad de satisfacer las necesidades que está cubriendo y que se tendrán que cubrir para las nuevas generaciones”, ilustró Curiel Ballesteros.
Agregó que las afectaciones al ecosistema propiciadas por el establecimiento de infraestructura, podrían ser incalculables, por la función de corredor de vida silvestre que cumple la barranca. La flora y la fauna que habitan en este lugar no son estáticas, sino que provienen de la costa y se juntan con las especies de parte del eje neovolcánico.
El especialista en temas ecológicos afirmó que quienes tratan de buscar argumentos en cuestiones de “que si está protegido, le quito lo protegido”, remiten el asunto a un manejo ineficiente y a una burocracia que hace a un lado los beneficios que ofrece la barranca para ser declarada área natural protegida a nivel internacional.
“No se puede comparar un elemento de bienestar y los servicios de ecosistemas como el de la barranca, a lo que pueda ofrecer una obra como el estadio. No hay nivel de comparación”.

Sí a los juegos
El Rector general Marco Antonio Cortés Guardado reiteró que la casa de estudios podría ser una alternativa para instalaciones deportivas de los Juegos Panamericanos, en la avenida Revolución, donde estaba el estadio Olímpico de la Universidad, obra que requeriría poca inversión.
Orozco Abundis enfatizó que la Universidad de Guadalajara siempre ha dado su apoyo al deporte y está a favor de la celebración de los Juegos Panamericanos en Guadalajara. Incluso enlistó algunas opciones para construir la villa.
Una de éstas sería el predio en la calzada Independencia y Periférico, donde pretenden o pretendían construir Puerta Guadalajara. “Allí sí hay vías de comunicación y está más accesible; es del gobierno y no necesitarían gastar. Es más sano construir algo urgente, como las villas y no edificios de lujo, como sería Puerta Guadalajara”.
En lo que se refiere a los estadios, lo más conveniente sería echar mano de los que ya existen, como el Jalisco, el 3 de Marzo y el de Chivas, que para 2011 estaría terminado. “Solo sería cuestión de acondicionarlos de acuerdo a las necesidades”.
El Comité de análisis urbano, del CUAAD, publicó el jueves pasado un desplegado en el que manifiesta su enérgico rechazo a la alteración de los planes parciales de desarrollo urbano del predio El Disparate, y solicita impedir la edificación de espacios para Juegos Panamericanos en esa zona, porque destruirían el ambiente y dañarían la calidad de vida de los tapatíos en la zona.
Magaña Virgen agregó que se nota un total desconocimiento e ignorancia de los regidores y diputados. “Las autoridades no están creando un desarrollo urbano. Propician un crecimiento especulativo y anárquico del área urbana, permiten que los intereses de corporativos, cercanos a ellos, hagan su agosto, porque ya se van”.
Puntualizó que tanto la Universidad de Guadalajara como las instituciones de educación superior que forman técnicos especialistas en asuntos ambientales, encuentran que las áreas para ejercer la gestión ambiental están ocupadas por personas que no han sabido tratar las zonas frágiles del estado, como Miravalle o la contaminación de El Salto. “Desde el escritorio no se puede ver lo que está pasando en las áreas naturales”.
El Disparate es “una muestra más de (no sé cómo decirlo de forma decente…) la ignorancia de estas personas y la falta de respeto a una sociedad que en un tiempo los eligió. Están demostrando que no sirven para lo que están”.

Desinforman a la ciudadanía
En un desplegado que envió a un diario local el presidente de la Organización Deportiva Panamericana (Odepa), Mario Vázquez Raña exhibió al alcalde de Guadalajara, Alfonso Petersen, por insistir en el proyecto de la Villa Panamericana en el parque Morelos, a pesar de los cuestionamientos y limitaciones que presentaba la obra.
“A Guadalajara le fue otorgada la sede de los Juegos Panamericanos de 2011, en la ciudad de Buenos Aires, en mayo de 2006. En el Proyecto General presentado por la sede, la Villa estaba ubicada en los terrenos de la barranca de Huentitán y El Disparate. Es importante esclarecer que ese es el proyecto que fue aprobado por los 42 Comités Olímpicos Nacionales de la Odepa”, dice la carta de Vázquez Raña.
El alcalde tapatío asegura que el proyecto original estaba en Tesistán, pero no ha aclarado por qué entonces el cambio al parque Morelos de la noche a la mañana.
La ciudadanía no se quedará callada y diversos grupos, entre éstos Red Ciudadana, Conciencia Ciudadana y Amigos por el Medio Ambiente, realizarán la próxima semana una serie de movilizaciones y acciones legales ante la construcción de la villa en El disparate, además de denunciar que los promotores del proyecto Alameda, en las inmediaciones del parque Morelos, sólo buscaron el negocio particular.

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