El (des)hábito de la lectura en México. Es tiempo de abrir un libro

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Estimados amigos, quiero hablarles de una actividad que lamentablemente disminuye de manera considerable, una vez que las personas han concluido con sus estudios académicos.

Me refiero al hábito de la lectura, que en nuestro país se ha convertido en un problema, ya que en los últimos años, más que aumentar el número de mexicanos lectores de libros, éste ha disminuido en prácticamente 10 por ciento con relación a las cifras obtenidas en la Encuesta Nacional de Lectura 2006. Esto significa que más de la mitad (53.8 por ciento) de la población mexicana no lee ni siquiera un libro al año.

En el mismo sentido, la edición 2012 de la citada encuesta reporta que en promedio el 18.8 por ciento del total de la población no ha leído un libro en su vida. Este porcentaje tiene relación directa con el grado de escolaridad, la edad y el ingreso mensual de los encuestados. La mayor proporción de mexicanos que nunca ha leído un libro aumenta significativamente a partir de los 45 años; la mayoría sin estudios o con primaria como grado máximo de escolaridad, y con un promedio de ingreso mensual de entre 1 y 4 salarios mínimos.

La mayoría de los mexicanos que no acostumbra leer, argumenta que no lo hace por falta de tiempo, lo que no es verdad, porque prefiere otras actividades recreativas o porque simplemente no le gusta. Es así que mientras el uso de la computadora aumenta y la mayoría de los mexicanos ve la televisión más de dos horas diarias, la mayor proporción de quienes sí leen por iniciativa propia (33.9 por ciento) apenas lo hacen por 30 minutos o menos al día, sin tomar en cuenta la calidad de información que leen (1).

El problema se agudiza, ya que en nuestro país existen más de 5.4 millones de personas mayores de 15 años que no saben leer ni escribir (2). Por ello es urgente unir y redoblar esfuerzos para promover y fortalecer el hábito de la lectura en México, por las instancias gubernamentales, instituciones educativas y organizaciones sociales.

El tema viene al caso porque cada año la Feria Internacional del Libro representa una oportunidad para fomentar el hábito de la lectura en niños, jóvenes y adultos, y para recordar a los padres el compromiso implícito que tienen para desarrollar el gusto de la lectura en sus hijos, pues como menciona la socióloga y antropóloga francesa Michèle Petit en su libro Nuevos acercamientos a los jóvenes y la lectura (3), “los niños cuya madre les ha contado una historia cada noche, tienen dos veces más posibilidades de convertirse en lectores asiduos que los que prácticamente nunca escucharon una”.

Así pues, en el marco de la FIL 2013, es tiempo de abrir un libro y recordar que a través de la lectura es posible encontrar respuestas a los fenómenos que no comprendemos, viajar a tiempos y lugares desconocidos, adentrarnos en el mundo de la ciencia y la investigación y sobre todo, mantenernos en aprendizaje continuo, para desarrollar nuestras potencialidades como seres humanos y mejorar nuestra calidad de vida.

 

1 Op. cit.
2 Según el Censo de Población y Vivienda 2010. México, INEGI, 2010.
3 Petit, M. (2003). Nuevos acercamientos a los jóvenes y la lectura. Fondo de Cultura Económica, México, D. F.

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