El desfile de oradores

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Mario BELLADIN Author a Mexico a la maison des refuges(centre qui accueille les auteurs poursuivis

La palabra debate significa contrastar y argumentar, buscar una diferenciación. Es parte de los ejercicios rutinarios de una democracia moderna y puede darle una importante ventaja al candidato o, por el contrario, debilitarlo tanto como para perder la elección. En este ejercicio, los candidatos exponen sus propuestas e incluso su carácter y temple para responder a las confrontaciones; también para dar argumentos contundentes de porqué son mejores que los contrincantes.
En el caso del debate entre candidatos al gobierno de Jalisco, realizado el 1º de mayo, pareció un concurso de oratoria o un listado de buenas intenciones, consideró el investigador del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), Andrés Valdez Zepeda.
“No hubo debate. Fue una especie de desfile de demagogos, en el que se plantean soluciones fáciles a problemas complejos”.
Angélica Cázares Alvarado, investigadora del Departamento de Políticas Públicas, del CUCEA, definió a cada candidato. “Había mayor claridad en el caso de Alfaro; mesura por parte de Aristóteles en términos de no entrar en la discusión y me parece hasta cierto punto lamentable la postura de Guzmán y de Garza, de atacar por encima de hacer propuestas. En el caso de la maestra María de íngeles, un desconocimiento profundo en materia de gobierno y del sistema político”.
Añadió que el formato del ejercicio solo fue una ventana para dar a conocer ideas enmedio de descalificaciones. “Apenas se están planteando propuestas, cuando ya van al siguiente tema y hay oportunidad para hacer críticas, pero no para réplicas”.
Para la segunda discusión entre los candidatos, será necesario reestructurar el formato y perfeccionarlo, para que la sociedad tenga participación, como en el caso de otros países, donde los cuestionamientos los hacen los ciudadanos.
Cázares Alvarado rescató que el debate dejó una percepción en los votantes de la personalidad de cada candidato y representó una oportunidad para comparar. “Definitivamente influirá en la decisión de los votantes, principalmente en los indecisos”.
“¿Quién ataca o propone? ¿Quién puede darte confianza como ciudadano? ¿Quién va a actuar? y ¿quién tiene el control no sólo en el uso de la voz, sino al defender sus ideas? La personalidad que refleja, da certeza sobre quién queremos que nos gobierne.
“Ganar este ejercicio, no necesariamente te lleva a ganar una elección, pero perderlo sí te llevará a no ganar el proceso”, dijo Valdez Zepeda y ejemplificó que cuando debatieron a nivel presidencial Diego Fernández de Cevallos, Ernesto Zedillo y Cuauhtémoc Cárdenas, el ganador del debate fue Cevallos, pero no ganó la elección presidencial.
De ahí que es importante que los candidatos se preparen para que sean bien calificados por la opinión pública. “El efecto e impacto en el público que no está muy asociado a la política, sí puede moldear su decisión de voto a partir de un debate”.
Desde la opinión del experto, los candidatos no deben cometer errores. “Las campañas electorales no necesariamente se ganan por los aciertos, sino que se pierden por los errores. Es más exitoso el que no se equivoca”.
Recomendó demostrar o por lo menos aparentar que son conocedores de los temas, que tienen carácter para ocupar el puesto y para tomar decisiones, así como tratar de gestionar el afecto de los votantes. “Nadie va a votar por alguien que sea antipático o soberbio”.

Pueblo analfabeta en el ámbito político electoral
Independientemente de transmitir un partido de futbol, una telenovela o película taquillera en el mismo horario del debate entre los candidatos a la presidencia de México, lo que está de fondo es que en el país hay poco interés en la política.
A decir de Andrés Valdez Zepeda, los mexicanos perciben poco beneficio de la política en general. “En el ámbito político electoral se podría decir que somos un pueblo analfabeta. Ni siquiera todos conocemos el número de artículos que tiene la constitución política de México y menos el contenido de cada uno o las funciones de los diputados locales o federales. Es una tarea pendiente incidir en la construcción de una cultura democrática y en una educación política, para que se valore la política no solo a partir de los errores y abusos, sino del bienestar que puede generar en una comunidad”.
El reto para los partidos y candidatos es inculcar una mayor educación política en los mexicanos.

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