El ciclo del agua

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En el valle de Atemajac se han precipitado 635 milímetros de agua de lluvia, lo que equivale a que este valle podría ser un lago de 63.5 centímetros de profundidad. Esto significa una cantidad importante de agua que se ha estado escurriendo, informó Rubén Bautista Navarro, encargado de Física solar, en el Instituto de Astronomía y Meteorología (IAM), al dar a conocer los detalles del curso “Aprovechamiento del agua de lluvia (y su tratamiento)”.
Capturar el agua de lluvia permite que en lugar de que ésta escurra, es decir regrese al mar y se pierda, pueda uno aprovecharla.
“El ciclo del agua es evaporación, precipitación y escurrimiento. Se completa el ciclo cuando el sol vuelve a evaporarla, el viento la lleva a diferentes zonas, se precipita y regresa por escurrimiento. Lo que hacemos es detener momentáneamente el ciclo para su aprovechamiento”.
En las ciudades, por el techo de las casas, el asfaltado e impermeabilización de las calles, el agua que debería irse a los mantos friáticos, se escurre. Para evitar esto, puede hacerse uso de elementos artificiales. En la actualidad no se busca capturar esa agua de lluvia, sino utilizar los sistemas municipales para obtenerla y en ese sentido es más contaminante, por los métodos que le aplican sales de cloro.
Las personas pueden captar, mediante un depósito, el agua de lluvia que cae en el jardín. Una parte se escurre y va a dar al drenaje municipal. En vez de que esto ocurra, los interesados pueden dirigirla hacia un depósito. En cuanto al agua que cae en el techo de la casa, va a dar al drenaje, pero puede encauzarse a un depósito casero.
Un sitio de depósito podría ser el aljibe que ya se tiene en casa, pero tendrían que hacérsele adecuaciones, ya que de lo contrario el techo puede sufrir daños, porque el agua sigue pesando una tonelada por cada mil litros: “El agua podría capturarse a la altura de la azotea, para que escurra sin necesidad de energía externa”, agregó Bautista.
Aconsejó no beber el agua de lluvia en la ciudad, porque la lluvia lava la atmósfera, excepto si es capturada en zonas donde la atmósfera está limpia.
“Potabilizar el agua de lluvia es sencillo. El proceso de purificación dependería de la zona, pero en forma genérica el agregado de oxígeno propiciaría la muerte de patógenos y el filtrado, para eliminar materiales en suspensión. Luego se puede abrillantar mediante otro tipo de filtro”.
En el curso se mostrarán las técnicas para capturar el agua de lluvia en forma eficiente y así, partiendo de éstas, establecer métodos y formas para poderlas llevar hasta el uso potable.
El curso “Aprovechamiento del agua de lluvia (y su tratamiento)”, será impartido del 17 al 28 de septiembre, de 19:00 a 21:00 horas, de lunes a viernes, en el Instituto de Astronomía y Meteorología, con domicilio en avenida Vallarta 2602.
Las inscripciones están abiertas y se realizan en la zona de recepción del instituto.
El curso está dirigido a todos aquellos que quieren participar. No se requiere una preparación previa. Incluso reciben niños.
Para mayor información hablar a los teléfonos: 3615 9829, 3616 4937.

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