El bosque desprotegido

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La descarga de aguas residuales de la Villa Panamericana, en el Bosque de la Primavera, sí pone en riesgo la fragilidad ecológica del área protegida de esa zona considerada el pulmón de la ciudad, aseguró Salvador Peniche, de la Red interdisciplinaria del agua del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas.
“Han declarado que no hay una afectación sin enseñarnos un documento que lo pruebe. En realidad deberían tener una investigación científica antes de declararlo ya que este derrame sí afecta el agua de uso rural, urbana e industrial que se extrae de esa zona y que corre riesgo de infectarse”.
En rueda de prensa, Peniche aseguró que las siete lagunas de residuos orgánicos a cielo abierto que generaron la mala calidad y funcionamiento de las bombas de tratamiento, es muestra de la inoperancia de los sistemas de gestión y la normatividad que impera en las áreas protegidas y de la gestión del agua en Jalisco.
El problema aseguró, viene desde el inicio de la construcción de la Villa Panamericana que ocupa 16.4 hectáreas de zonas federales, de las cuales 3.4 hectáreas pertenecen al área natural protegida del bosque que fueron autorizadas de manera ilegal. Señaló también que se construyeron plantas de tratamiento para tres mil personas, cuando se sabía que ahí estarían más de seis mil deportistas.
Indicó que aunque el Siapa muestre un estudio en el que se diga que no hay afectación, no es suficiente para determinar la magnitud de la contaminación, porque ahora hace falta una validación internacional sobre el estudio.
Por su parte, el director del instituto de Limnología del Centro Universitario de ciencias Biológicas y Agropecuarias, Manuel Guzmán Arroyo, llamó a los ciudadanos a tomar conciencia de la magnitud del daño y a exigir que este asunto se castigue conforme a la ley.

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