Educar para la inclusión

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Hace tres años, Ana Rosa llegó a un aula incluyente: el grupo 1º F matutino de la Preparatoria 7 de la Universidad de Guadalajara. Es incluyente porque en ese salón estudiaron once jóvenes sordos como ella y 23 oyentes; las clases las impartieron profesores en lenguaje oral a lado de intérpretes del Lenguaje de Señas Mexicana. No existieron diferencias ni barreras. Así como los jóvenes con discapacidad auditiva aprendieron español y matemáticas, los oyentes conocieron el lenguaje de señas.

Juntos fueron la primera generación bilingüe-bicultural de jóvenes sordos, que se graduó el pasado 14 de julio en el Auditorio Telmex, en el acto académico Generación 2012B-2015A, con lo que la escuela se convirtió en la primera instancia en México que cuenta con un programa de formación a nivel bachillerato mediante el lenguaje de señas.

En octubre de 2012, Ana Rosa, quien hoy tiene 27 años, se decía feliz por tener la oportunidad de aprender. “Estaba segura de que nos iban a cerrar las puertas, que los sordos íbamos a seguir en la ignorancia y que nos seguirían criticando”, mencionó en aquel entonces (La gaceta 717). La prueba de que “nos están empezando a respetar” y de que “la inclusión de sordos como oyentes significa integrarse y demostrar que podemos hacer las cosas”, fue el acto académico en el que se graduaron 857 bachilleres.

Los jóvenes “han hecho historia por concluir con éxito el bachillerato”, pero además con una metodología bilingüe-bicultural, en la que sordos y oyentes aprenden unos de otros, dijo en la ceremonia el padrino de graduación y Rector General de la Universidad de Guadalajara, Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla, quien subrayó el esfuerzo de padres de familia, estudiantes y la asociación civil Educación Incluyente A.C.

Una de las egresadas más destacadas es Eleni Marull Gamboa, quien recibió el Premio Estatal de la Juventud 2012 por sus contribuciones a la sociedad jalisciense en el ámbito humanístico. En el discurso que ofreció durante la graduación, resaltó el momento histórico: “Por primera vez egresa un grupo de alumnos sordos de un bachillerato no semi-escolarizado, totalmente presencial y en inclusión educativa desde una escuela pública. Nos sentimos orgullosos y agradecidos por estudiar nuestra preparatoria con el acceso a la misma currícula y en las mismas aulas que nuestros compañeros oyentes, pero en nuestro propio idioma: la Lengua de Señas Mexicana”.

En entrevista previa, la directora del plantel, María Arcelia López Miranda, mencionó que los alumnos sordos son disciplinados, y que siempre se integraron a las actividades culturales y deportivas. Por ejemplo, oyentes y con discapacidad auditiva presentaron la obra de teatro El principito, en la que los oyentes fueron las voces en off y los sordos actuaban. Pero una de las dificultades que notó que los estudiantes sordos enfrentaron fueron los contenidos relacionados con la lengua española: “La redacción, lectura y las tecnologías de la información se les dificultaron, ya que los software te dan las instrucciones en español, pero para tercero hubo un notorio avance en el manejo del español”.

López Miranda reiteró que fue un reto integrar a ambas comunidades, pero los resultados fueron positivos. “Cuando interactúas con jóvenes sordos, lo único que piensas es: ¿Cómo les ayudo? ¿Cómo puedo potenciar sus habilidades? Te das cuenta de que no todo lo podemos dejar a las instituciones”.

Añadió que actualmente, la mayoría de sus compañeros oyentes saben la Lengua en Señas Mexicanas. “Ellos solos aprendieron y en realidad es un biculturismo el que se está viviendo en la escuela. Por otra parte, hay algunos alumnos, muy pocos, que protestan porque, aunque el maestro tiene la instrucción de que los estudiantes deben recibir el mismo trato, dicen que sienten que los maestros le dedican más tiempo a los estudiantes sordos”.

En marzo de este año, la Casa de Estudio informó que trabaja en la creación de un modelo de educación superior con los objetivos de fortalecer la educación incluyente y de promover la equidad, ya que se calcula que alrededor del cinco por ciento de la población estudiantil de la UdeG, tiene alguna discapacidad.

Mientras tanto, la Preparatoria 7 continuará siendo incluyente. Este 21 de julio, ocho jóvenes con discapacidad auditiva sabrán si fueron admitidos y, en agosto, 13 más cursarán tercero o quinto semestre y serán la siguiente generación bilingüe-bicultural de jóvenes sordos.

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