Educación sin excepciones

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Estudiantes con discapacidad auditiva de las preparatorias número 7 y 3 de la Universidad de Guadalajara se congregaron el pasado miércoles en el Paraninfo Enrique Díaz de León para la primera entrega de becas especiales que la institución realiza como parte del Programa de Estudiantes con Discapacidad Auditiva del Sistema de Educación Media Superior (SEMS).

Durante la ceremonia, el Rector General de la Universidad de Guadalajara, Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla, anunció a los 33 estudiantes y sus familiares la creación de un modelo de educación superior para la formación de personas con esta discapacidad.

Bravo Padilla habló sobre la voluntad que comparten tanto las autoridades universitarias como la comunidad de personas sordas de que dicho modelo educativo se consolide en la UdeG y pueda ser reproducido en otras universidades del país.

“Estamos trabajando para promover la equidad y la calidad educativa para todos los estudiantes sin excepción, al mismo tiempo queremos luchar contra la exclusión y segregación de cualquier alumno en los espacios de procesos de aprendizaje”.

Además, el Rector General informó que se trabajará en la creación de un centro de certificación para intérpretes de Lengua de Señas Mexicanas, que acredite las competencias y el desempeño de los intérpretes que laboran en la UdeG y en otras instituciones.

En su intervención, Tonatiuh Bravo expresó que también se abrirá un programa de estímulos para que todo aquel profesor de la universidad que aprenda el lenguaje de señas y lo emplee en clase para comunicarse con los alumnos, reciba un apoyo especial por su esfuerzo.

“Hoy sólo ponemos la primera piedra, el primer elemento que es hacer constancia de la entrega del apoyo a todos ustedes, pero esperamos muy pronto volvernos a ver en este Paraninfo para hacer la entrega de los estímulos y de las becas a los profesores, traductores y certificadores de la lengua”.
“Siempre habíamos sido vistos como personas sin posibilidades de superación, siempre oprimidos y discriminados, pero en realidad la cultura sorda enriquece a México”, dijo Eduardo Sandoval, antes de recibir su beca.

Rosa María Casillas es otra de las alumnas de la Preparatoria 7 que obtuvo la beca por su buen desempeño.

“Estoy muy emocionada. Las personas oyentes cuando están nerviosas tartamudean, en cambio a nosotros como sordos se nos entorpecen las manos”.

Rosa María reconoce que siempre creyó que estaría condenada a una vida triste e infeliz, sin el desarrollo de cultura y pensamiento.

Pero el ambiente en la Preparatoria 7 es distinto; ahí los alumnos y docentes oyentes emplean la lengua de señas y participan en los eventos de sus compañeros sordos, por ejemplo, en la presentación de la obra de teatro El Principito, hace unos días. “Juntos queremos crear proyectos enfocados siempre a la solución de los problemas de la comunidad sorda. También queremos formar intérpretes en lengua de señas que tanta falta hacen en nuestro país y seguir haciendo teatro y poesía en lenguas de señas”.

El apoyo económico que recibieron los 33 alumnos, 24 de la prepa 7 y nueve de la prepa 3, corresponde al periodo del 1 de enero al 31 de diciembre de este año.

Para la directora de la Preparatoria número 7, María Arcelia López Miranda, esta beca económica será de gran apoyo para los estudiantes sordos y coadyuvará para que logren mejor desempeño académico.
“Se han convertido en fuente de motivación, porque se muestran fieles y persistentes cuando de alcanzar objetivos se trata”, indicó López Miranda a los estudiantes.

Por su parte, el director de la Preparatoria 3, Carlos Eusebio Márquez Villarreal, se dijo optimista sobre el programa de estímulos a profesores, ya que, aseguró, permitirá ampliar el programa de educación incluyente.

“Nos hemos estado apoyando en algunos profesores que saben la lengua de señas mexicana, pero ésta es una gran noticia para los profesores, porque ellos lo hacían por un mismo salario, ahora con este estímulo seguro va a crecer el programa”.

UdeG sienta un precedente
El camino no será fácil, reconoce Laura Elena Gamboa Soto, directora de la asociación civil Educación Incluyente —quien desde hace años ha pugnado por el derecho de las personas sordas a una educación de calidad—, al referirse a los anuncios hechos por el Rector General.

“Estamos muy agradecidos con la universidad por la aceptación de esta propuesta educativa de Metodología Bilingüe Bicultural. Vemos a la Universidad de Guadalajara posicionándose a nivel nacional e internacional como una de las tres universidades en todo el mundo que dan hospedaje a la lengua de señas y que desarrolla la cultura sorda, estamos seguros de que eso no será en mucho tiempo”.

Para Rodolfo Torres Gutiérrez, profesor investigador de Educación Incluyente A.C., el evento es un precedente significativo no sólo para la UdeG sino para la comunidad sorda a nivel nacional y para los intérpretes.

“La Universidad está marcando pauta como en algún momento lo hizo la Escuela Nacional de Sordomudos que impulsó el presidente Benito Juárez en 1867, donde se estableció la primera opción pública de educación básica para personas sordas”, dijo Torres Gutiérrez.

En palabras del activista, a la comunidad sorda se le había relegado, mientras que hoy recibe un respaldo por parte de la universidad y es vista desde un enfoque social y antropológico: “Nos estamos quitando ese enfoque médico de que el sordo es un enfermo; es un hablante, una persona que pertenece a un colectivo lingüístico, social y cultural”.

Añadió que reconocer a la comunidad de intérpretes significa dignificar esta labor, pensar en su capacitación y profesionalización. Por ello, autoridades y docentes de la universidad continúan trabajando en el desarrollo de un modelo de inclusión educativa para el nivel medio superior y superior, con la intención de que la institución continúe abierta a las distintas expresiones humanas desde la discapacidad.

El 5 por ciento de la población estudiantil de la UdeG se enfrenta a algún tipo de discapacidad. En la Preparatoria 7 actualmente estudian jóvenes sordos en segundo, cuarto y sexto semestre, por lo que está a punto de egresar la primera generación bilingüe bicultural. Además, existe otro grupo que, aunque de manera oficial no cursa el bachillerato en el plantel, sí recibe clases para regular sus conocimientos y prepararlos para que presenten su examen de admisión.

“Queremos garantizar su permanencia. Personas con discapacidad siempre va a haber, pero si la UdeG se prepara en este sentido estará siendo cabal y congruente con los principios de justicia, equidad y educación para todos”, concluyó Rodolfo Torres.

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