Eduardo Covarrubias

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Más de 12 años como maestro de teatro y toda una vida detrás del telón avalan el trabajo de Eduardo Covarrubias, director de la obra Extraños, que inició su segunda temporada en el teatro Experimental durante el mes de junio. Su propuesta es —como él lo describe— “algo parecido al live animation”, un concepto que mezcla teatro y cine

obra

El texto de Extraños fue escrito entre César Tena y yo. Lo escribimos a finales de 2006 y ya con los actores empezamos a estrenar en marzo del año pasado, ésta es la segunda temporada. Nos inspiramos después de ver la película de Closer, que en verdad es una obra de teatro de Patrick Marber y se nos ocurrió tratar de hacer algo mezclado entre el teatro y el cine. Y como yo hice teatro mucho tiempo y después me involucré con el video, pues empezamos a escribir Extraños con este concepto de mezclar las convenciones escénicas con las cinematográficas.

recurso

Son ideas que ya había venido meditando. Esto no es nada nuevo, por ahí me encontré un documento que decía que los rusos, hacia 1910, fueron los primeros que empezaron a mezclar el cine con el teatro. Pero con lo que traté de innovar fue con esto de las convenciones escénicas: qué elementos son los que utiliza el teatro para crearte un espacio, y qué elementos utiliza el cine para narrar lo mismo. A partir de eso empecé a divagar para crear la historia.

espectador

El año pasado nos fue increíble. Verdaderamente yo estaba sorprendido de la gente que trabaja aquí en el teatro, y estaban también sorprendidos de la respuesta, porque prácticamente la gran mayoría de las funciones tuvimos lleno, y las últimas funciones incluso gente se quedaba afuera. Ahora vamos arrancando, hoy fue la tercera función, y sí he tenido poca asistencia para mi gusto. Yo espero que se componga el resto de la temporada. Pero ha habido muy buen trabajo por parte del productor, que es Rogelio Zepeda y Cultura UDG. El proyecto además fue becado por el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes, el año pasado.

amor

En el fondo me burlo un poco de las situaciones en las que uno se mete cuando estás enamorado y cuando crees que existe el amor y todo eso; que en verdad creo que sí existe, pero no es nada qué ver con lo que la mayoría de la gente considera. Nunca escribí la obra pensando dar una respuesta a esos temas del amor, porque finalmente en esas cosas nunca hay respuesta, cada quien hace su lucha y cada quien podría hacer una cosa totalmente distinta. Lo que sí me quedó claro es que sí hay cosas que son como constantes en la mayoría de las relaciones, que es esta suerte de cosas que dice que cuando uno aprende a amar es con la madre, y a partir de ahí uno empieza a encararse y curiosamente se trabaja a un nivel inconsciente muy extraño, donde lo que verdaderamente terminas por descubrir es tu verdadera personalidad, pero siempre es a través del otro, de lo contrario no sucede.

teatro

Mi primer acercamiento fue en la secundaria, pero de manera más formal fue en la preparatoria, ahí comencé a actuar de manera más seria, y después pertenecí aquí a la Compañía de Teatro de la Universidad de Guadalajara, cuando la dirigía el maestro Rafael Sandoval, en 1993. Después estuve en varias puestas en escena, comencé a hacer teatro callejero, tuve un grupo de teatro callejero, después hice la licenciatura en artes audiovisuales: he hecho cortometrajes, he dirigido programas de televisión, videoclips, comerciales… y tengo ya 12 años como maestro en el taller de teatro de la Universidad de Guadalajara.

personaje

El texto de Marber es increíble, la obra de teatro, que no está en español —nosotros la tuvimos que mandar traer y la tradujimos acá—, es increíblemente… perversa. Pero todos los personajes son distintos. Solamente la chica que es nudista, ese personaje sí lo tomamos tal cual, sin embargo los actores pusieron mucho de su trabajo y de su cosecha, y enriqueció bastante.

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