Eder Perales

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Lo suyo son las cuerdas llenas de ruidos y los efectos imposibles. Toca la guitarra, el lap steel, el sitar y el banjo. Está aprendiendo piano y batería, “porque no voy a estar en el rock n’ roll toda la vida. Algún día voy a estar del otro lado, grabando y produciendo”. Graduado en psicología por la UdeG, se dedica enteramente a la música: organiza conciertos, toca y maneja la agenda de su banda, Marlento, que se presentará el miércoles 24 de junio, a las 20:00 horas, en la explanada del Hospicio Cabañas, y el jueves 25, a las 21:00, en Larva.

Día
Me despierto tarde, porque me duermo muy tarde. Mi horario ya es así: siempre estuve en la escuela en la tarde. Ensayamos tres veces por semana y a veces me invitan otros grupos a tocar con ellos, como Radaid con el sitar y la guitarra, y ahorita Flight Attendant, con el bajo. Pero todo intercalado con internet: reviso el facebook, el messenger y el myspace moviendo contactos para Marlento. Quizás lo más rutinario de mis días es que en la noche agarro la guitarra y me pongo a tocar. Pero tampoco eso, pues me marcó mucho lo que me dijo un amigo, el Jos: “Si no tienes ganas, no toques”. No sé si esa falta de disciplina me sirva o no, pero me ha llevado por un camino más honesto.

Intolerancia
El DF es el lugar al que más hemos salido. Así nos escuchó esta disquera y llegamos a un buen trato: ellos pagan por la grabación y repartiremos porcentajes de las ventas. Nos conviene, porque el estudio está bien chido y el productor, Jerry Rosado, tiene una visión que nos ha hecho crecer. Pero como grabamos allá, se retrasó todo por la influenza: Ludo estará listo hasta finales de año. El nombre es por una canción inspirada en un niño que se encontró Daniel una vez en Denver; era un punketito mugrosón, de la calle, con llamas tatuadas en las sienes.

Foros
Como público me gusta lo íntimo, estar sentado y escuchar. Pero lo que ahora es Marlento sí se presta mucho para un festival. El año próximo estaremos en el Vive Latino, en la Carpa Intolerante, un escenario exclusivo de nuestra disquera, y aplicamos para uno en Estados Unidos, el South by Southwest. En Guadalajara hay lugares clave: el Fbolko es donde hemos crecido las bandas de aquí, pero es un lugar difícil de llenar, porque necesitas unas 400 o 500 personas para sentir el ambiente y está lejos del centro. Me gustaba mucho el Versus. Ahora el Larva está haciendo una buena labor con los jueves de garage, pero al ser gratuito están perjudicando inconscientemente a las bandas, porque no le pagan nada a los músicos y luego la gente ya no quiere pagar cuando hay cover.

Acercamientos
En la secundaria mis amigos tocaban canciones completas, y yo era malísimo. Aparte, me gustaba hacer ruidos extraños. Todos me decían: “¡Ya cállate!”. Cuando salí, me fui a Texas un año con mis papás, que viven allá. Aquí era feliz, tenía mi novia, mis amigos… y allá estuve bien depre, así que tocaba guitarra nueve o diez horas diarias. Llegué tocando mejor que todos mis amigos, y sobre todo, con otras ideas: escuchaba música muy ruda, estaba peleado con la vida. Cuando vi el video de Pink Floyd en vivo, en Pompeya, fue una de esas cosas que te cambian la vida… David Gilmour, con la guitarra en las piernas y haciendo ruido con los pedalitos. Yo quería también eso, interactuar con máquinas, con elementos que de repente no controlas. Luego conocí a Miles Davis, me clavé en el ruido y la improvisación. Ahora soy fan de una cosa diferente cada mes: Crystal Castles, Rusian Red, Last shadow puppets…

Marlento
El primer disco tiene un sonido bien Jonnhy Cash, muy folk, con influencias country, muy acústico, muy vaquerón. Todo eso me es completamente natural, por Texas y para Daniel, el vocalista, porque vivió en Denver unos diez años y allá compuso varias canciones. Para mí eso y el mariachi es lo mismo. El nuevo disco es otra cosa: más Joy Division, más Ladytron.

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