Ecocidio urbano

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Cruce de L—pez Mateos y Lazaro Cardenas, varios trabajadores arreglan columnas de metal para el puente atirantado. Los arboles que aparecen en la parte de atr‡s son algunos (sino es que todos) de los que tirar‡n para la construcci—n.

La construcción del puente “atirantado” de Lázaro Cárdenas en su cruce con López Mateos, tendrá una afectación fuerte sobre áreas verdes y arbolado de la zona, indicó el académico del Departamento de Producción Forestal de la Universidad de Guadalajara, José María Chávez Anaya, quien agregó que Lázaro Cárdenas es la avenida con el camellón más ancho de la Zona Metropolitana de Guadalajara.
El integrante del Colectivo Ecologista de Jalisco (CEJ) Mario Silva, añadió que en una zona de mil 200 metros cuadrados de construcción se verán afectados 403 árboles, de los cuales alrededor de 173 serán trasplantados y 240 derribados.
Chávez Anaya destacó que aunque se realicen transplantes “muchos van a fallar”, a causa de la falta de preparación de los que realizan dicha labor, la altura de los macizos, o porque están rodeados de infraestructura que impide su manejo adecuado.

Sin modelo de planeación metropolitano
El académico del Centro Universitario de Arte Arquitectura y Diseño (CUAAD), Erick González, consideró que esta obra pública y otras, como las líneas 1 y 2 del Macrobús, deben estar ligadas al modelo de planeación metropolitano; sin embargo, no existe este modelo, agregó que el último plan de ordenamiento data de 1982, esto trae que los proyectos sean aislados e independientes.
La Organización Mundial de la Salud recomienda nueve metros cuadrados de áreas verdes por habitante; de acuerdo con un estudio de Chávez Anaya, en la mayoría de las zonas de la urbe tapatía hay menos de cuatro metros cuadrados de espacios verdes, distribuidos de manera deficiente (Gaceta Universitaria, 10 de noviembre del 2003).

Deficiencias
El integrante del CEJ destacó que es la primera vez que una obra pública tiene contraloría especial, y lamentó que existan limitaciones en cuanto a los criterios para restituir el arbolado, ya que se debe tomar en cuenta la biomasa (cantidad de árboles que en peso y volumen puede equipararse al retirado) y de servicios ambientales, referente a la cantidad de árboles necesarios para compensar la falta de servicio que provee un árbol: agua, oxígeno, entre otros. De acuerdo al CEJ se requieren 10 mil 765 árboles para compensar los mil cinco afectados en la línea 1 del Macrobús.

Movilidad y arbolado
Durante una rueda de prensa, la jefa del Departamento de Urbanística del CUAAD, Dolores del Río, planteó que la ciudad carece de una coherente planeación urbana.
Adujo que es necesario anticipar el desarrollo urbano con la implementación de infraestructura de masas y densificar la ciudad, “si no lo hacemos cada vez nos vamos a extender más y cada propuesta que tengamos de transporte van a ser pertinentes de momento, pero obsoletas en 5 o 10 años”.
Planteó que un tema pendiente son los árboles, ya que con estos proyectos es necesario rehabilitar zonas.
Mario Silva concluyó: no hay un solo modelo que sea la alternativa de movilidad, ya que es necesario quitarle espacio al automóvil. Por otra parte, “ no se justifica eliminar arbolado para darle más autos a una zona. Se justifica implementar corredores de transporte, tren ligero o BRT que no generen emisiones y eliminen camiones obsoletos”.
A pesar de esto, vecinos de Loma Dorada, como Rosa Elena Ramírez, consideran obras como la línea 2 del Macrobús no se justifica en la zona, ya que argumenta que Río Nilo es una vía reducida y por tanto la construcción de este sistema afectará la zona arbolada. Ante esto, especialistas proponen estudiar más a fondo el tema.

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