Donar esperanza

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Una niña de ocho años dio vida y esperanza a seis infantes a través de la donación de sus riñones, corazón, hígado y córneas. Originaria de Guadalajara, la pequeña fue diagnosticada en el Hospital Civil de Guadalajara Fray Antonio Alcalde el pasado 13 de abril con muerte cerebral, a causa de un traumatismo craneoencefálico ocasionado por una herida de proyectil de arma de fuego.

Mediante la intervención de un equipo multidisciplinario del Hospital Civil —que detecta a los posibles donadores, hace el abordaje y acompaña a los tutores durante todo el proceso—, se obtuvo el consentimiento de la familia para que fuera posible la donación multiorgánica.

El caso de esta menor de edad es el primero en su tipo que se registra en lo que va de este año en todos los hospitales de Jalisco con licencia sanitaria, de acuerdo a información del Consejo Estatal de Trasplantes de Órganos y Tejidos (CETOT), pero en 2014 siete menores de 16 años con muerte encefálica donaron hasta ocho de sus órganos.

“Una donación puede mejorar o salvar la vida de muchas personas más. Este año, por ejemplo, se logró trasplantar un corazón donado por esta niña de ocho años”, informó Tania Revolledo Zuani, directora del Registro Estatal de Trasplantes del CETOT.

El riñón es el órgano que más requieren los niños y adolescentes en espera de un trasplante, seguido de córneas e hígado, y en menor medida corazón, páncreas y otros órganos. Con los riñones de la pequeña fue posible ayudar a dos de los 25 menores de 16 años que en estos momentos se encontraban en espera de un trasplante renal en el Antiguo Hospital Civil. No obstante, al 24 de abril de este año, 92 continúan necesitando un órgano en unidades como el Centro Médico de Occidente y el Hospital General de Occidente, entre otros.

“Nuestro grueso de pacientes son jóvenes, el rango de cero a 35 años es el más representativo. En nuestros documentos de consensos estatales se establece que en todos los hospitales públicos se dé prioridad a salvar la vida de un paciente pediátrico, siempre y cuando la donación sea compatible”, detalló la funcionaria del CETOT.

En el caso de los hospitales universitarios, su director Héctor Raúl Pérez Gómez informó que las cifras de infantes en espera de un trasplante de riñón se han incrementado en los últimos años a un ritmo de diez por ciento anual; este órgano “es el que más se necesita, tanto en mayores de edad como infantes, en el país y en el mundo”.

Pérez Gómez dijo que el Programa de trasplantes de la UdeG al año realiza entre 40 y 50 trasplantes de riñón y hasta el 20 por ciento de los casos son menores de edad.

Además, de los pacientes pediátricos en espera de un trasplante, la mayoría tiene entre 14 y 17 años. “Posiblemente, conforme se incrementa la detección de la enfermedad y la atención en centros especializados, pudiéramos decir que en la última década estas estadísticas se han mantenido en números similares y ha aumentado más la cantidad de pacientes trasplantados”, refirió el responsable de la Unidad de Trasplantes de este nosocomio, Marco Antonio Covarrubias Velasco.

Según datos del Registro Nacional de Trasplantes (RNT), al 24 de abril de 2015, 19 mil 390 personas esperan recibir un trasplante en México, y a la misma fecha, el Sistema Informático del RNT indica que se han realizado mil 828 trasplantes de córnea, riñón, hígado y corazón.

Asimismo, en junio de 2014, el CETOT informó que existían cuatro mil 481 personas registradas en Jalisco en espera de algún órgano, pero al cierre del mes de marzo la estadística se incrementó a 5 mil 178 personas de todas las edades.

Incremento de la insuficiencia renal
Los pacientes que se encuentran en espera de un trasplante renal enfrentan la enfermedad por múltiples causas, como malformaciones congénitas e insuficiencia renal crónica, padecimiento que por su incidencia coloca a Jalisco en el primer lugar a escala nacional. En México existen cerca de 35 mil casos nuevos de esta enfermedad al año y 90 mil pacientes en diálisis (La gaceta 792).

Sin embargo, hay estimaciones de que el diez por ciento de la población en México puede tener un daño renal y no presentar síntomas: “No están enterados de que pueden estar teniendo un deterioro de su función renal. De ahí la importancia de realizar exámenes periódicos de orina, que en los infantes deben ser por lo menos cada seis meses, ya que hasta el tres por ciento de la población infantil podría tener una afección renal asintomática”, agregó Pérez Gómez.

Los niños que necesitan un trasplante por lo general son referidos al servicio por parte de sus nefrólogos pediatras tratantes, quienes determinan que la enfermedad renal es irreversible, según detalló el trasplantólogo. Después “se someten a una serie de estudios para determinar que no existan impedimentos para considerarlos aptos o candidatos”. Posteriormente, el Comité Interno de Trasplantes registra al candidato, quien ingresa a la lista de espera. En el caso de los niños, cuando cuentan con algún familiar que desee donarle un riñón, éste también será sometido al mismo protocolo médico.

“Independientemente de que tenga un potencial donador o no, todos los niños son registrados en espera de un trasplante de donante fallecido, para el caso de que su donar no sea apto, compatible o desista en el transcurso del proceso y así no queda el caso sin proseguir”, detalló Covarrubias Velasco.

Indicó que La Ley General de Salud en materia de trasplantes establece que los receptores pediátricos tienen prioridad, dependiendo de las características de compatibilidad del donador, tanto la antropométrica (peso, talla y estatura), como el tipo de sangre y factores inmunológicos.

“Un hígado muy pequeño no sirve para una persona muy grande o pesada. En el caso de un niño puede ser que un riñón no pueda ser compatible por diversas causas: que su corazón no tenga la capacidad de nutrir, oxigenar y mantener vivo este órgano. Incluso, el espacio disponible, por mencionar algunos”, añadió el trasplantólogo. Desafortunadamente, muchos de los pacientes que padecen insuficiencia renal también presentan problemas de crecimiento, “por lo que debemos ser muy cuidadosos en el momento de la selección de los donadores”.

Todo este proceso es registrado en una bitácora por el CETOT, por lo que “en el momento en el que inicia un proceso de donación acudimos para estar en contacto con el hospital y la familia donante. De tal manera que se le apoya para realizar el proceso de distribución del órgano y tejido”, explicó Revolledo Zuani.

De acuerdo a información del Centro Nacional de Trasplantes, no todas las personas que fallecen pueden ser donadoras de órganos. Se requiere una evaluación médica de las condiciones del cuerpo y de cada órgano en específico para determinar que no haya un riesgo sanitario para los posibles receptores, así como asegurar que el órgano o tejido se encuentre en condiciones de cubrir la necesidad del paciente.

Además existen limitantes legales establecidas en la Ley General de Salud, específicamente en los artículos 326 y 332, mismos que señalan que “los menores de edad no pueden donar en vida excepto cuando se trate de trasplantes de médula ósea, para lo cual se requerirá el consentimiento expreso de los padres o representantes legales; únicamente podrán ser donadores cuando han perdido la vida con el consentimiento expreso de los representantes legales del menor”.

Trasplante cardiaco en infantes
Especialistas del Hospital Infantil de México “Federico Gómez” han detallado en medios de comunicación que la donación de corazones para el paciente pediátrico está limitada, lo cual ocasiona que muchos de los niños que están en lista de espera mueran sin recibir el órgano.

A través del Programa de Trasplante Cardíaco en Niños que se inició en este Hospital infantil en junio 2001, en nueve años habían realizado 22 trasplantes cardíacos en niños de tres meses a 15 años. De acuerdo al estudio “Trasplante cardiaco en niños. Experiencia en México”, publicado en la Revista Mexicana de Anestesiología, la sobrevivencia de los infantes trasplantados fue de 58 por ciento.

La labor de difusión que se realiza en torno a la donación de órganos sigue siendo fundamental para poder atender a los enfermos que se encuentran en espera, principalmente jóvenes, coincidieron los especialistas.

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