¿Qué tanto afecta el autoritarismo docente en el aprendizaje de los alumnos? Este fenómeno, entendido como la impartición de clases sin tomar en cuenta la opinión del estudiante y en hacer valer la autoridad o poder que el docente tiene sobre los estudiantes, llega a ocasionar ausentismo, deserción escolar y bajo rendimiento de éstos.
Con esa premisa, a través del proyecto denominado “Autoritarismo docente: detonador de violencia y factor de riesgo para el logro de aprendizajes en los alumnos”, los profesores de la Preparatoria número 12 del SEMS María Soledad Aguirre Coronado, Norma Judith Solís Bocanegra y Javier Jorge Boyzo Nolasco, estudian la problemática.
“Es una situación que tiene que ver con el avance y transformación de la ciencia y de la sociedad. Como docentes debemos evolucionar y dejar de lado prácticas pletóricas, de verbalismo y otras que corresponden a la didáctica tradicional”, considera Boyzo Nolasco.
Para Solís Bocanegra, es urgente reflexionar sobre “la conducta y el estilo docente tradicionalista que aún predomina, disfrazado con actividades que aparentemente se basan en las competencias”. Enfatiza que “muchas veces el profesor sigue siendo el que dirige y el centro de todo lo que pasa en el salón de clases, es el que tiene la ultima palabra, habla demasiado, dirige a los estudiantes sin que ellos sean los protagonistas del aprendizaje. Es un profesor de pizarrón y de copias”.
Emplear dinámicas y dejar que los bachilleres participen no siempre significa que se esté trabajando bajo un enfoque constructivista, opinó Solís Bocanegra: “Lo importante es que el maestro se dé cuenta de si realmente se basa en un verdadero enfoque por competencias”.
El grupo de maestros trabaja con académicos y alumnos de dos universos: una preparatoria metropolitana y otra regional, en este caso la Preparatoria 12 y la regional de Autlán de Navarro, con la intención de conocer el trabajo en el aula y con los estudiantes de dos contextos distintos: “Uno en la Costa, donde no prevalece el estrés o las largas distancias, y por el otro lado una escuela en la ciudad”.
Lo anterior, a decir de los profesores, permitirá proponer soluciones específicas a problemáticas juveniles, en particular a la deserción escolar y otras que de ésta se derivan.
Otros factores que intervienen en el proceso enseñanza-aprendizaje son la gran cantidad de estudiantes que el docente debe atender al mismo tiempo en el aula, las bajas condiciones salariales, aspectos de infraestructura obsoleta o incompleta, los limitados recursos tecnológicos con los que cuentan, y las reuniones y cursos obligatorios a los que deben asistir.
“Entre nuestras propuestas destaca la necesidad de interactuar con los jóvenes y motivarlos, utilizar herramientas como vídeos y otras para hacer reflexionar al alumno, y facilitar situaciones de mediación y aprendizaje de nuevos conocimientos, así como dejar las precarias que sólo se enfocan en la palabra, porque lejos de lograr que los alumnos avancen, los aburren”, dice Boyzo Nolasco.
Para Aguirre Coronado los jóvenes, quienes directamente viven el autoritarismo de los maestros, pocas veces tienen en el aula la oportunidad de expresarse: “Existe un alto nivel de deserción escolar a nivel bachillerato por esta causa. Por ejemplo, los grupos de primer ingreso que inician siendo 50, terminan con muy pocos alumnos”.
Los investigadores continúan en el proceso de realización de su estudio. Uno de los siguientes pasos será la aplicación de encuestas, pero afirman que más allá de reformas a la educación o de nuevos sistemas de enseñanza basados en competencias, es necesario trabajar en la forma en la que el maestro concibe la educación y la docencia.
A través del programa Fomento a la investigación educativa del Sistema de Educación Media Superior convocatoria 2015, de un total de 76 proyectos participantes pertenecientes a más de 50 preparatorias, además de éste sobre autoritarismo, 47 fueron beneficiados económicamente con montos que van de los ocho a once mil pesos, con el objetivo de que puedan continuar avanzando los proyectos.
