Disminuye la tasa de infección por VIH

1073

En Science de esta semana, Jon Cohen ofrece lo que, dice, parecen en la superficie buenas noticias acerca del VIH. Revisando las salvedades que hace, las noticias siguen siendo buenas, pues según su nota dos grupos de las Naciones Unidas reportaron la semana pasada que el número de personas infectadas con VIH en el mundo ha caído de 39.5 millones a 33.5 millones, un descenso del 16 por ciento en el año pasado. “El número anual de nuevas infecciones ha bajado desde 2006, dice el reporte de la ONU, de 4.3 millones a 2.5 millones.”
Sin embargo, plantea el columnista permanente de Science, la declinación en los números refleja en buena medida que los cálculos de años anteriores fueron sobreestimados. Si bien fueron obtenidos con los mejores procedimientos conocidos en su momento, “los nuevos números están basados en métodos mejorados para estimar la prevalencia del VIH (su presencia en una población dada) y en una mejor comprensión de la dinámica de la enfermedad, explican UNAIDS y la Organización Mundial de la Salud en su reporte para diciembre de 2007.”
Ambas organizaciones atribuyen esta reducción en las nuevas infecciones a cambios en el comportamiento sexual, al menos en algunas regiones, si bien admiten que con relación al mundo no fueron tales cambios un factor principal.
Un 70 por ciento de la reducción en la tasa de infecciones ocurrió en Angola, India, Kenia, Mozambique, Nigeria y Zimbabwe. De estos países, el mayor cambio ocurrió en la India, donde se observa una admirable reducción de 5.7 millones a 2.5 millones.
“La evidencia sugiere que la reducción ocurrió en Kenia y Zimbabwe en parte porque las personas se comprometieron en menos conductas de riesgo que pueden exponerlas al VIH.” En otros países, los números menores reflejan datos debidos a un mayor reporte de pruebas al VIH. Es notable que Sudáfrica, el país que niega la relación entre el virus y la enfermedad y donde por las mismas inauditas razones no existe una política gubernamental de prevención y de atención con medicamentos, tiene “más gente infectada que cualquier otro país y es donde más probable resulta que mujeres jóvenes sean infectadas por hombres jóvenes.”
Pero no todas las estimaciones se redujeron. En Asia del este y del centro, la prevalencia del virus se incrementó un 150 por ciento desde 2001. De ese alto porcentaje, casi el 90 por ciento de las nuevas infecciones ocurrieron en Rusia y Ucrania. De forma similar, la prevalencia se duplicó en Vietnam entre los años 2000 y 2005. La epidemia en Indonesia “está entre las de más rápido crecimientos en Asia”, indica el reporte.
Un dato notable es el referente al tiempo que debe transcurrir entre la infección primaria y la aparición de los síntomas, pues de los nueve años promedio para personas sin tratamiento alguno, ha subido a once años. “Este curso más lento de la enfermedad afecta los cálculos para las tasas de nuevas infecciones, así como la de mortalidad. Las drogas anti-VIH, que ahora más de dos millones de personas infectadas reciben en países pobres y de ingresos medios, han contribuido a reducir la mortalidad, que cayó de 2.9 millones de muertes en 2006 a 2.1 millones en 2007.
Thomas Quinn, especialista en la epidemia de VIH que dirige en Baltimore el Johns Hopkins Center for Global Health, insiste en que, al igual que todas las estimaciones acerca de infecciones, los nuevos números tienen su propio grado de incertidumbre: “Ciertamente deseo que este cambio en las estadísticas no altere la preocupación de cada quien acerca de cómo estamos haciendo el manejo de la epidemia”, dice Quinn.
“Realmente no importa si son 33 millones o 39 millones cuando el número es así de alto. Es una epidemia masiva que continúa creciendo.”
Kevin de Cock, quien encabeza el programa de la Organización Mundial de la Salud para VIH/sida, dice que la reducción de un 16 por ciento en la prevalencia del virus no cambiará la cantidad de dinero requerido para drogas anti-VIH. “No vamos a ver una sustancial reducción en las necesidades de tratamiento, y por varias razones es más bien probable que aumenten”, dice. “Dos fuerzas en particular neutralizarán los ahorros en costo debidos a la reducción en la prevalencia del virus, y son que la gente está sobreviviendo más tiempo (de nueve a once años) sin tratamiento, y la gente en los países en desarrollo está comenzando a tomar su tratamiento antes. “En dónde terminará esto no es enteramente claro”, dice.
Lo mismo es también cierto para estimar otros datos.
“Espero que no debamos hacer ajustes de las grandes líneas en el futuro”, dice Peter Piot de UNAIDS. “Pero ya no estamos simplemente documentando la historia natural de la infección por VIH. Ahora hay efectos por tratamiento y prevención a considerar.”

Artículo anteriorílvaro Mutis
Artículo siguienteReconocimiento a profesores de tiempo completo con perfil deseable del programa de mejoramiento del profesorado (PROMEP)