Dios TV

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Sentada junto a un cirio encendido con la imagen de la Virgen María y el canto del Aleluya de fondo, la conductora pide rezar un Ave María por las lluvias de este año y agradece a Dios por la liberación de 15 rehenes de las FARC, en Colombia.
En la pantalla un cintillo ofrece el servicio de mensajería vía celular en México y otros países de Centroamérica. En otro lapso y por unos pesos o centésimas de dólar, según un desplegado, el televidente puede enviar sus peticiones de oración o agradecimientos por favores recibidos, que serán trasmitidas durante algunos programas del canal.
Ex votos del nuevo milenio, varios de ellos son escritos en el extraño lenguaje que caracteriza los mensajes vía teléfono móvil: “Sgd Czon d Js t doy gracias x l fvor recibido”, “Sta Ma. T pido x slud d mi mm”.
María Visión ­–primer canal en América Latina vía satélite en divulgar mensajes religiosos­– no sólo trasmite noticias, su barra de programación incluye la misa del día, el rosario y programas de educación en valores. Todo para reforzar la evangelización de la Iglesia Católica.
Presidido por Emilio Burillo Azcárraga, primo del dueño de Televisa, el canal se trasmite por televisión privada a todo el continente americano, el centro de Europa y el norte de ífrica. Se sostiene mediante la donación económica de los fieles y la venta de libros, camisetas, música, películas, artículos religiosos y la reproducción de los programas que transmite. Estos últimos son comercializados en 100 pesos. Se venden hasta por miles, afirma la conductora del noticiero Novo Milenio, María Isabel ílvarez.
En María Visión trabajan “laicos comprometidos con la fe” con el aval de la Iglesia Católica, cuyos sacerdotes –no sólo de Guadalajara, sino de diversas partes del mundo– dan “apoyo espiritual: dicen misa y tienen programas con diferentes temas”.
Utilizar la televisión para difundir mensajes católicos es una manera de “aprovechar la tecnología lo más que dé. Esa fue una idea de Juan Pablo II”. Es una ventana para atraer la atención de los fieles por correo electrónico, el teléfono. Este nuevo recurso (los mensajes vía celular) para la gente “es muy bonito porque pasamos en vivo sus oraciones y sus peticiones”, explica María Isabel ílvarez.
“Sí cuesta. En la pantalla puedes ver cuánto les cuesta la llamadita. (Pero) la gente tiene cuatro momentos para mandar sus oraciones: la misa, la hora santa, la hora de la misericordia y la oración nocturna. Sus llamadas, mensajes o correos se leen al aire”.
Radio María, estación que trasmite en el 920 de AM, en Guadalajara, adoptó también la estrategia de María Visión: es sostenida por los donativos de los radioescuchas y la venta de artículos religiosos.
Filial mexicana de la asociación Familia Mundial de Radio María –fundada por laicos y sacerdotes italianos y cuya señal llega a 30 países–, transmite las 24 horas. Su programación incluye noticias, espacios de oración y reflexión e incluso puede ser escuchada en su página de internet.
El trabajo de los voluntarios hace posible “las actividades en los estudios, la conducción, la difusión y la administración”, señala su página web. La estación recibe la asesoría eclesial del cura Roberto Dueñas a quien esta reportera solicitó una entrevista sin obtener respuesta hasta el cierre de esta edición.
Utilizar la radio, la televisión o la prensa escrita no es sólo una idea de empresarios o de organizaciones de católicas. En 1963, el Papa Pablo VI en el Concilio Vaticano II reconoció a los medios de comunicación social como “maravillosos inventos” que contribuyen “a propagar y afirmar el reino de Dios”.
En el decreto llamado Inter mirifica, la Iglesia adoptó como parte de su misión servirse de estos instrumentos “para predicar a los hombres el mensaje de salvación”. Mediante este documento fundamental para la Iglesia Católica del siglo XX, el Papa instruyó tanto a la curia como a los laicos a crear y “utilizar los medios en las más variadas formas de apostolado”.
Y no sólo eso. El Concilio mandaba iniciar la formación de sacerdotes, religiosos y civiles en materia de comunicación “multiplicando el número de escuelas, facultades o institutos”.
Años más tarde, en su Carta Apostólica dirigida a los responsables de las comunicaciones sociales eclesiales en 2005, el Papa Juan Pablo II reiteró la necesidad de usar los medios para “acrecentar la comunicación y hacer más incisiva el anuncio (de la salvación)”. Aun más, consideraba a las nuevas tecnologías, incluido el Internet, como “nuevas oportunidades” para el servicio del gobierno pastoral.
Con estos antecedentes es común ver en todo el mundo, incluido México, estaciones radiofónicas y televisivas que ofrecen espacio a la difusión del pensamiento católico.
Un monitoreo realizado en 2007 por la investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana, Margarita Reyna Ruiz, identificó 73 programas radiofónicos con contenido religioso en el país. Sólo en el Valle de México la académica reconoció diez emisoras en AM y FM que incorporan contenido abiertamente religioso en su programación cotidiana, entre ellas ABC de México, Grupo Imagen y Radio Centro.
En un boletín de noticiascristianas.net la investigadora afirma que “las iglesias y sus ministros de culto ya están dentro (de los medios), los operan, trasmiten, conducen, comercian e incluso ofician desde ahí”.
El director del Centro Católico de Comunicaciones, de la arquidiócesis de Guadalajara, Antonio Gutiérrez Montaño admite que de manera oficial la Iglesia Católica tiene espacios en cinco estaciones radiofónicas que significan 24 horas de trasmisión a la semana y pocos espacios en tele (cerca de una hora semanal) “algunos sí los pagamos”. Tanto María Visión como Radio María “no dependen de la Diócesis, no son de nuestra propiedad, pero sí hay cosas en las que trabajamos juntos”.
Tienen una cabina de radio donde se producen programas, una agencia de publicidad con su propia área de diseño, administración y mercadotecnia, servicio de mensajería que atiende a otras empresas. Producen también programas de televisión y cuentan con un centro de cine que tiene áreas de formación, producción y un festival. íšltimamente utilizan su página web como una agencia de noticias para difundir sus actividades.
La Arquidiócesis tiene su sección de impresos entre los que destaca el Semanario, que tira 38 mil ejemplares distribuidos en Jalisco, y algunas zonas de Zacatecas, Nayarit y Colima. Éste sí vende publicidad, cuyos precios pueden ir de 540 pesos a los casi 7 mil pesos si es impresa en blanco y negro, y de 675 pesos a los 8 mil 600 en color. “No queremos lucrar, sino hacerlo autofinanciable”, asegura Gutiérrez Montaño.
Además de la capital de Jalisco, televisoras de paga en Ciudad Guzmán, Autlán, San Juan de los Lagos, trasmiten también programas de corte católico.
“Queremos anunciar el Evangelio. Ahora los campanarios para llamar a las gentes no sólo son los de los templos, ahora las antenas, todo lo que trasmite: el internet, la maquina que imprime, el radio, la televisión. Esos son los nuevos campanarios”.

Relegados
Mientras la Iglesia Católica mantiene amplios espacios en la radio, la televisión y la prensa escrita, otras asociaciones religiosas apenas alcanzan a difundir sus mensajes en televisión, pero sobre todo por internet.
La Iglesia Universal del Reino de Dios, más conocida como “Pare de sufrir”, asociación de origen brasileño con registro ante la Secretaria de Gobernación desde el 2001, tiene un espacio pagado en la programación del Canal 4 de Televisa y TV Azteca Guadalajara.
Pero también han sabido explotar otros medios: edita un periódico con 130 mil ejemplares que circula en sus templos donde incluyen noticias, artículos de salud, espectáculos, deportes y editoriales sobre temas espirituales. El semanario está también disponible en la sección multimedia de su página de internet al igual que la trasmisión de su estación de radio en línea.
También en internet, la Iglesia de la Luz del Mundo, con su sede principal en Guadalajara, realiza las transmisiones de sus eventos especiales en vivo, además de contar con la estación de radio en línea 24/7 que funciona todos los días las 24 horas y de un servicio de noticias sobre asuntos religiosos que pueden ser enviados vía celular con sistema RSS.

Zapping espiritual

La Iglesia Católica utiliza a la prensa, la radio y la televisión para mediatizar sus rituales y ganar adeptos en la lucha que sostiene con otras religiones de todo el mundo. Les sirven como una herramienta para ganar poder.
El investigador del Departamento de Estudios en Comunicación Social de la UdeG, Carlos Villa Guzmán, señala que la Iglesia Católica ha logrado mediatizar la religión. “Este movimiento comenzó en Brasil con la transmisión masiva de rituales mediante sus propios canales”.
Villa Guzmán realiza la investigación Comunicación, religión y poder: ¿Medios laicos o confesionales? en la que destaca que “La religión Católica siendo una de las más importantes de la humanidad no podía quedar al margen del avance tecnológico y las facilidades que dan los medios de comunicación sobre todo cuando grupos de otra corriente como luteranos o protestantes los utilizan”.
El académico pone como ejemplo el Semanario de la Arquidiócesis de Guadalajara, con un alto grado de penetración en la sociedad y que sirve de referencia para muchos medios de comunicación. “Su editorial es conocida por ocuparse de temas de la agenda social, legislativa o de gobierno tomando una postura crítica cuando conviene”.
Dice que existe la propuesta por parte de la jerarquía católica “que ha sido llevada al Congreso de la unión para lograr libertad de culto. Revisando encíclicas de Juan Pablo II vemos que los medios de comunicación propios es uno de sus objetivos primordiales junto con la intención de que los niños reciban instrucción religiosa en las escuelas publicas”.
Villa Guzmán subraya que a diferencia de la visibilidad de ha tenido la Iglesia Católica en los medios, otras religiones han quedado más relegadas.
“Su participación ha sido más discreta, incluso me atrevería a decir que un tanto impedida por los mismos dueños de los medios. Han sido mucho más limitadas, quizás por este estrecho vínculo entre los empresarios dueños de los medios y el clero. Ambos no ven con buenos ojos la participación de otras doctrinas que entren en competencia con la católica. Es algo ajeno a sus intereses”.

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