Dengue en Jalisco sin vigilancia

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070303 Ciudad y regi—n Mosquito de la fruta en un mosquitero (ÁÀser‡ por que todav’a no es tiempo de lluvia, con este infernal calor no hay agua estancada ni mosquitos aedes transmisores del dengue o anofeles transmisor del paludismo?!) foto Archivo

En Jalisco, además de que no hay una vigilancia epidemiológica eficaz, existen condiciones de carácter social (hacinamiento y pobreza), culturales y ambientales (ordenamiento, presencia y aumento de calor y lluvias) que influyen en la no solución de este problema.
De acuerdo con la Secretaria de Salud Jalisco (SSJ), en lo que va del año se han registrado 126 casos de dengue clásico y hemorrágico. En comparación con el año pasado, al mismo corte, había reportados 83 casos.
Para el coordinador del Observatorio para la Salud, de la UdeG, Marco Antonio Morán, la autoridad sanitaria no ha visualizado que el dengue requiere vigilancia todo el año. No sólo cuando se presentan los casos. “Lo que estamos haciendo es que cuando se dispara el brote, se empieza a nebulizar y la realidad es que esto debe ser una vigilancia de todo el año”, tras tomar en cuenta aspectos entomológicos, las fases del mosquito (Aedes aegypti), casos sospechosos y confirmados, además de términos virológicos, para actuar en consecuencia.
El investigador del Laboratorio de control de plagas urbanas, del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), Jaime Santillán Santana, indicó que tampoco existe una correcta técnica de manejo integrado de vectores, que debe incluir cuatro etapas.
La primera requiere fortalecer la vigilancia epidemiológica y entomológica. Otra se refiere a la movilización social, con el establecimiento de un adecuado programa de recolección de utensilios que puedan retener agua, ya que no se ha hecho de la mejor manera.
“En una colonia de Zapopan, vi a la gente recolectando llantas viejas y todo, poniéndolas fuera de su casa. Les pregunté el motivo y me dijeron que pasaría un camión para recogerlas y prevenir el dengue. Pasé dos días después y el camión no había pasado”.
El tercer punto es el uso racional de pesticidas. Jaime Santillán Santana detalló que para controlar esta plaga, desde hace varios años son empleados los mismos productos, como el Abate, nombre comercial de uno de éstos.
El problema es que al aplicarlo cada año, llega un momento en que los moscos crean resistencia y no los controlas. También hay que tomar en cuenta las dosificaciones y técnicas de aplicación.
Por ejemplo, la aplicación no ha sido la correcta, ya que la camioneta debe hacerlo a una velocidad menor a 10 kilómetros por hora, “pero a veces pasa hecha la mocha, porque la gente quiere terminar e irse a su casa a descansar”. Además, debe usarse bajo ciertas condiciones de velocidad del viento y de los horarios, aspectos que en ocasiones tampoco toman en cuenta.
La cuarta fase es reforzar la legislación y políticas públicas, obligar a que las constructoras diseñen viviendas adecuadas y coloquen mosquiteros. “También que en colonias como el Batán, por donde pasa un canal de aguas negras, lo entuben para evitar la proliferación del mosquito”.

Pobreza y cultura
Santillán Santana agregó que este problema de salud es causado por un crecimiento poblacional sin precedentes, que propicia las megaciudades. Esto lo origina en parte la migración del campo a la ciudad, que trae como una consecuencia el hacinamiento.
Otro factor es el cultural. La población deja sus cacharros, llantas, latas en azoteas o patios. La responsable del Departamento de Vectores y Zoonosis, de la SSJ, Fermina Espinoza Alcántara, añadió que este año estados cercanos a Jalisco, como Colima y Michoacán, están en los primeros lugares con respecto a la incidencia de la enfermedad.
“El dengue es una enfermedad que tiene que ver con los movimientos poblacionales. Hemos tenido casos importados de personas que radican en Jalisco, pero van de vacaciones a lugares donde hay casos y regresan con la enfermedad”.

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