De la mano de Pacheco

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El arte de comunicar recae en la precisa pregunta. La mayoría de las veces ocurre que los cuestionamientos empiezan y terminan dentro de la misma persona. En otras ocasiones, sin embargo, el puente es otro, convencido de que el verdadero conocimiento surge de inquirir, movido por el interés, la curiosidad, la avidez de descubrir en los demás lo que no debe confiarse al olvido. En tal oficio la maestría tiene nombre: Cristina Pacheco.
Por su pluma ha corrido la tinta que transcribió la cultura del México contemporáneo. El índice de las entrevistas de Cristina Pacheco es nada menos que la diacronía trazada por las novelas de Fuentes, Rulfo, Arreola, los colores de Tamayo, los claroscuros de Cuevas, las imágenes de los ílvarez Bravo, las formas sabias de Soriano, los mitos de la Época de Oro que llevó al país hacia un imaginario aún punzante. A todos ellos los ha acompañado una nota de Pacheco. A todos nos ha llegado esa nota.
De aquella niña que llegó desde su natal Guanajuato hasta el laberíntico Distrito Federal, no se ha perdido la esencia. Ha pulido, por el contrario, su ingenuidad, elemento imprescindible del diálogo que abre con la misma facilidad de un gesto amable. Cristina Pacheco es una de las cariátides del último medio siglo en la escena cultural mexicana. Ella lo sabe. Y quienes hemos acudido a la sombra de sus conversaciones, también.
“En un medio donde no abundan las entrevistas, Cristina es excepcional. No se atiene a moldes, no fomenta el distanciamiento, no procura la falsa intimidad, no interroga sólo por trámite, no ‘improvisa’ sentimientos”, señaló Monsiváis en su prólogo a La luz de México. Entrevistas con pintores y fotógrafos, una compilación obligada, como todas las suyas, para comprender a los artistas que le han dado rostro a la identidad.
Su inagotable carrera la comenzó en la revista Sucesos para todos, y continuó en Siempre!, El Sol de México, El Día, El Universal, Unomásuno y La Jornada, donde cada domingo ocupa el espacio de su “Mar de historias”. En la televisión, sus programas Aquí nos tocó vivir o Conversando con Cristina Pacheco han hecho leyenda por décadas en Canal Once. Sus artículos, crónicas, reportajes y entrevistas son desde hace mucho invaluables documentos del periodismo cultural en México.
El olfato que Pacheco posee para rastrear no los secretos y escándalos, sino los subterfugios que mueven la voluntad y los actos que identifican a su entrevistado, sea un artista o no, es un talento innato, pero trabajado con constancia.
Cristina, provinciana, supo desentrañar los recovecos de la capital. “Debo confesar que Cristina Pacheco, sin pretenderlo, es la mejor cronista de la ciudad; sabe más de la metrópoli que los miembros del consejo, por eminentes que sean”, dejó claro Fernando Benítez, su maestro y mentor, de quien Pacheco absorbió la exactitud de la profesión.
“En el matizado juego de sombras y de luces, Lola ílvarez Bravo entreteje el instante de un grito, un dolor, un despojo. Al tiempo que lo capta lo inscribe en la corriente misma de la historia. ¿Cuál es el origen de esa capacidad y de esa magia? ¿Cómo empezó el trabajo de esta mujer que ha tenido por guías el respeto y la solidaridad?”, escribe Pacheco en su entrevista “Lola ílvarez Bravo: el tercer ojo”. Y uno comienza la lectura preguntándose cómo dejar de indagar, de la mano de Cristina, en la mente y obra de una artista con tales enigmas. Imposible. Nos acontecerá en cada entrevista.
Cristina Pacheco construye sus diálogos con la premisa de un viaje, “como abordar un barco”, pero con la meticulosidad de elaborar una pieza dramática. Ha dicho que “es una pequeña obra de teatro, un drama. […] En la entrevista escrita uno convierte a la persona en personaje, eso es pura literatura”. Así recrea las escenas, crea a los personajes, reconstruye la memoria e interviene tanto en el presente como en el futuro.
El periodismo cultural le debe a Cristina Pacheco más de lo que muchos imaginan y habrán de reconocer. Hace un par de semanas se hizo palpable en un homenaje que el Conaculta le rindió en Bellas Artes. Y en esta ocasión en el marco de la FIL, se reiterará el reconocimiento a su trayectoria.

Homenaje a Cristina Pacheco
Martes 29 de noviembre, 18:00 horas
Auditorio Juan Rulfo, planta baja, Expo Guadalajara

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