Daniela Astrid Noyola Romero

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Los oficios que están en peligro de extinción en el municipio de Jocotepec fueron captados por la lente de Daniela Astrid Noyola, estudiante de octavo semestre de la licenciatura en Artes Visuales para la Expresión Fotográfica del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD).

Por la sensibilidad que esta joven plasmó en su obra gráfica, ésta fue galardonada el pasado 16 de septiembre en Beijing, China, con el The Humanity Photo Awards 2017, en la categoría “Producción y comercio”.

Este concurso, organizado por la Asociación de Fotografía Folklórica de China (CFPA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), busca rescatar las culturas populares que se encuentran desplazadas en el mundo.

 

¿Cómo inició la idea de retratar los oficios de tu natal Jocotepec?
En junio del año pasado hice un proyecto llamado “Dispersa artesanía de mi pueblo”, en el que mostré la creación de varias artesanías en el municipio; entre éstas la de muñecas de maíz, sarapes, huaraches, la forja de metales, etcétera. De esto salió una exposición que se montó en la plaza principal de Jocotepec con 60 fotografías, que hice para la Secretaría de Cultura de Jalisco. Luego un amigo me mandó la convocatoria del The Humanity Photo Awards 2017 y decidí participar con la serie de once fotografías sobre la elaboración del huarache de cuero, específicamente.

¿Cuál fue la esencia que quisiste imprimir en tus fotografías?
Al presentar este proyecto quise transmitir a los pobladores de la zona que se sintieran orgullosos de tener esta gente trabajando en la artesanía que da identidad a Jocotepec. Quienes trabajan son personas muy humildes que me abrieron la puerta de su casa, hay quienes tienen otras ocupaciones por lo que no trabajan de lleno en la elaboración del producto.

¿Qué hace que el oficio de huarachero en este municipio esté en riesgo?
De todos los huaracheros que había en Jocotepec quedan sólo dos personas; en este caso fue el señor Miguel Ramírez Trujillo quien aparece en las fotografías. De hecho, su hijo es quien le ayuda un poco a hacer el trabajo pero no está completamente involucrado. Muchos de los oficios de artesanos en Jocotepec están en peligro de extinción porque quedan muy pocas personas que se ocupen en ellos.

¿Crees que es crucial el trabajo del fotógrafo en el rescate de las tradiciones?
Sí, claro. Hay que conocer en qué instante capturar cada fotografía y cómo acomodar cada fotografía para darle una historia al trabajo del artesano.

¿Cómo tomaste la noticia al saber que fuiste una de las mejores entre 4 mil fotógrafos del mundo que participaron en el concurso?
Es algo increíble, lo que más me impresionó fue que de esos 4 mil fotógrafos fueron 8 mil proyectos de 123 países. Yo no lo creía, cuando me notificaron el correo se fue a la bandeja de no deseado y no lo vi hasta dos semanas después, si no lo hubiera checado no hubiera sabido que mi trabajo fue uno de los 666 proyectos seleccionados.

¿Qué te deja este reconocimiento internacional?
Esto me motiva a seguir participando en muchos más proyectos. Quiero seguir produciendo este tipo de trabajos. Me gusta mucho la fotografía documental y poder contar historias. Por lo pronto mis fotografías se quedan en el archivo histórico de la UNESCO, qué mejor premio que eso.

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