¡Cuidado! llegó temoztli

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Hoy, para las mexicanas y los mexicanos, todos los que hablan español y los que mantienen su lengua de origen, los que a diario se mueven entre el tráfico y el smog de la ciudad, y los que resguardan sus raíces desde una comunidad alejada de la civilización; para ellos, llegó temoztli, palabra en náhuatl que se refiere a lo que nosotros conocemos como “epidemia”.
Según datos del II Conteo de Población y Vivienda 2005, efectuado por el INEGI, en 2008 había 70 mil 304 indígenas en Jalisco, lo que representa 1.01 por ciento de la población del estado. Con la presencia de tres principales lenguas indígenas: el huichol, con 12 mil 941 hablantes; el náhuatl, con siete mil 664, y el purépecha, con tres mil 186. Entonces, cómo comunicar a esta población la nueva epidemia que invade el territorio mexicano.
Para la profesora e investigadora del Centro de Estudios de Población, del CUCEA, Patricia Noemí Vargas Becerra, en estas comunidades las epidemias de influenza nunca se han presentado. “El antecedente más relevante fue cuando el sarampión azotó a estos grupos hace algunos años. En temporadas de calor se presentan casos de enfermedades gastrointestinales, con la aparición de diarrea y signos de deshidratación en niños. Con el frío aparecen los problemas respiratorios y el resfriado común. Pero no influenza”.
Francisco Guerra Pérez-Carral, profesor español, quien tras la Guerra Civil de su país buscó el exilio en México, reseña en un extracto de su libro Origen de las epidemias en la conquista de América, editado por la Universidad de Alcalá de Henares, en España, que “(…) pudiera quedar la viruela como la principal responsable de la muerte de los mexicanos en 1520, si no hubiera algún otro dato al respecto, pues en la crónica de un anónimo indígena de Tlaltelolco que relató la caída de la Ciudad de México se dice que hubo otra epidemia con tos y granos ardientes, donde estos últimos apuntan a la viruela, pero la tos al igual que las epistaxis que otros cronistas mencionan corresponden a formas de influenza.”
Prevención en lengua original
A partir de 2007, la Secretaría de Salud del estado ha realizado jornadas de vacunación de influenza estacionaria en estas poblaciones, a través de las caravanas de salud.
El doctor Fernando Castillo Saldaña, jefe del departamento de salud rural de la dependencia, indicó que en Jalisco los casos de esta nueva epidemia de influenza A H1N1, hasta el cierre de esta edición, no se habían presentado en las comunidades indígenas.
La prevención en estos casos es lo más importante. Asegura el funcionario de la Secretaría de Salud que las unidades de salud cuentan con personal que conoce el dialecto propio de los indígenas, lo que facilita la comunicación.
Para la investigadora de la UdeG, Vargas Becerra, las zonas más complicadas son los poblados dispersos con menos de 100 habitantes. “Ellos tienen sus casas en la comunidad y sus ranchos en la sierra, donde pasan temporadas largas. Es allí donde no hay servicio de salud. Son grupos de gran movilidad y pueden bajar a las poblaciones grandes, donde hay servicio de salud con primer nivel de atención, con consulta médica, vacunas y medicamentos”.
Ante la lejanía de algunas poblaciones, el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) tradujo a 15 dialectos las recomendaciones emitidas por la Secretaría de Salud, para prevenir el contagio del virus de la influenza. Estas se pueden escuchar en la página: www.inali.gob.mx/influenza.html.
Por su parte, el Instituto Mexicano del Seguro Social inició la transmisión de mensajes en las distintas lenguas en diversas radiodifusoras.
En este sentido, Castillo Saldaña, de la SSJ, apuntó que es difícil que este grupo ejecute las medidas de prevención como el resto de la población, “pero debemos reconocer que son comunidades pequeñas, más cerradas y menos visitadas”.
Para Vargas Becerra no es difícil seguir las instrucciones. “Ellos tienen más facilidades que los propios habitantes de la ciudad. No son masas, por lo que se descartan las aglomeraciones. Sus casas cuentan con más ventilación, que les permite la entrada diaria de los rayos del sol. Asimismo, hay distancia entre una y otra. En definitiva, tienen menores probabilidades de contagio porque están en zonas más inaccesibles y las medidas de prevención son muy sencillas, pero deben hacerlas llegar a estas poblaciones y la radio sería el medio por excelencia, ya que es el más usado en estas regiones, donde escuchan la radio todo el tiempo. Allí es donde se tienen que intensificar las campañas en su lengua de origen”.
Para el jefe de difusión del Centro Universitario del Norte (CUNorte), Leonardo Romero, la radio es efectiva, a la vez que un medio con mucha dificultad. “La señal no llega a todas las comunidades indígenas, la geografía dificulta el acceso, donde a veces es más fácil llegar en avioneta que en coche. Es un problema técnico”.
para el comunicador, la mejor vía en esta región es el contacto cara a cara con la propia comunidad. En el CUNorte, a través de la plataforma de moodle se envío información a los alumnos sobre las medidas de prevención ante la epidemia. “Los alumnos huicholes son el punto de enlace entre estas comunidades, su propio gobernador y el centro universitario, instancia que tiene la información”.
En definitiva, la información está en plataforma, en las ondas hertzianas y de boca en boca, Pero seguramente los indígenas buscarán a su marakaame, su propio sacerdote, que a través de cantos cura la enfermedad física, del alma o del corazón.
Vargas Becerra indica que los indígenas “usarán la medicina, sin dejar de utilizar sus métodos curativos tradicionales”.

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