La causa más frecuente de envenenamiento en niños es por medicamentos. Algunas medicinas pueden parecer inofensivas, pero si un infante ingiere fórmulas de adultos o dosis contraindicadas a su edad puede experimentar serias reacciones. Según estimaciones de la UNICEF, en 2007 fallecieron 10 millones de niños menores de cinco años, más de la mitad por enfermedades que se pudieron tratar con medicamentos seguros, específicos para su edad.
Ante la falta de fórmulas pediátricas profesionales, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que los padres improvisan tratamientos triturando pastillas o disolviendo en agua parte del contenido de las cápsulas, práctica que es poco segura.
A pesar de que más del 80 por ciento de los medicamentos empleados para los adultos son recetados a los infantes, los menores de dos años son más susceptibles a intoxicarse, incluso con dosis terapéuticas. “Lo que le damos a los adultos con cáncer se lo damos a niños con cánceres pequeños. Si un paciente adulto requiere antibiótico para alguna infección, será el mismo que le demos al pequeño. Lo que hacemos es adecuar la dosis a su edad, a su tamaño y momento biológico”, dijo el jefe del servicio de urgencias pediátricas del Hospital Civil “Dr. Juan I. Menchaca”, ílvaro Barriga Marín.
Un medicamento peligroso para niños es la aspirina, sustancia que está contraindicada en niños menores de ocho años que padecen gripa o varicela. El problema radica en que existe una asociación entre el consumo del ácido acetilsalicílico con alguna enfermedad infecciosa de tipo vírico y el desarrollo del Síndrome de Reyé (enfermedad que provoca una inflamación en el cerebro del paciente que deriva en alteraciones neurológicas e hipertensión). Barriga Marín explicó que la aspirina estuvo entre el segundo y quinto lugar en el índice de intoxicación por fármacos.
Contrario a la aspirina está el acetaminofen, uno de los medicamentos más utilizados por niños, adultos e incluso ancianos. Sin embargo, paradójicamente este medicamento está prohibido para algunas edades. “Resulta absurdo que se contraindique durante la gestación y a la madre que está lactando, no obstante, les damos a los lactantes y al recién nacido cuando tienen fiebre, lo cual lo convierte en medicamentos relativamente prohibidos”, consideró el especialista.
El nosocomio atiende anualmente entre 150 y 250 pacientes intoxicados, algunos de ellos por sobredosis. “Un tercio de los niños intoxicados recibieron una sobre dosis, un tercio recibió una dosis normal del medicamento —por lo que no se esperaría intoxicación—, mientras que el resto recibió una dosis por debajo de lo normal. Se debe a que el niño menor de dos años de edad es muy lábil… la toxicología es cuántica, todo es veneno, la diferencia en que nos haga provecho o nos envenene es la dosis”, explicó el jefe del área.
Medicamentos prohibidos
Algunas medicinas provocan reacciones secundarias como dolor de cabeza, insomnios, reducción del apetito, náuseas o mareos y otras pueden repercutir hasta en el sistema nervioso y ocasionar problemas cardiorrespiratorios graves.
El experto en toxicología comentó que los antibióticos del tipo de las quinolonas están prohibidos para menores de 18 años. La causa radica en que está demostrado que en ratones inhibe el centro de desarrollo. El calcioantagonista, usado en los adultos para la hipertensión, o la verapamilo son otros medicamentos contraindicadas para los infantes.
Por otro lado, los antidiarreicos tampoco están indicados para los pacientes menores de seis años. Algunos remedios contra los malestares estomacales contienen atropina, sustancia que llegó a representar la causa más común de intoxicación por medicamentos en los pacientes pediátricos. Otros antidiarreicos de uso común contienen bismuto, loperamida o subsalicilato, sustancias que pueden provocar alteraciones neurológicas como parte de una intoxicación cuando se usa en dosis inconvenientes. Tal es el efecto de estas sustancias que algunos pacientes muy sensibles pueden intoxicarse con dosis normales e incluso menores. ílvaro Barriga enfatizó que quienes no tienen más de dos años de edad no deben recibir antitusivos que sean depresores del sistema nervioso central.
El problema de los antigripales no es caso ajeno, principalmente aquellos que contienen antihistamínicos de primera generación. El que un infante ingiera antidepresivos tricíclicos como la imipramina podría tener consecuencias fatales.
“Está demostrado en estudios de diarrea que el 64 por ciento de los médicos abusan de los antidiarreicos y de los antibióticos. En los problemas respiratorios, hasta el 84 por ciento de los médicos abusa”, dijo ílvaro Barriga y afirmó que del total de niños con diarrea y problemas respiratorios, sólo el 15 por ciento requiere medicamentos, por lo que el resto puede eliminar por sí solos la enfermedad.
El médico hizo un llamado a los padres de familia, ya que dijo, es necesario “cuidarse de todos los medicamentos, evitar la automedicación y evitar la prescripción de medicamentos por quienes los expenden en las farmacias”.
