Cuando ellas eligen

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El sexo ya no es un tabú para muchas tapatías. Hay quienes se atreven a ignorar las voces que las condenan y a romper las cadenas impuestas por el conservadurismo, por eso ya no se conforman con una sola pareja. Deciden probar con uno, otro o varios hasta encontrar a uno que las satisfaga.
“En los años 70 era rara la mujer que contraía matrimonio sin ser virgen. A lo más que se atrevía el novio era a darle besos y tomarla de la mano. Ahora es frecuente que ellas, antes de casarse, tengan relaciones. Algunas empiezan su vida sexual antes de los 16 años”, indicó Juan Alfonso Mercado Pérez, coordinador de consulta externa de Ginecología, del Hospital Civil Fray Antonio Alcalde.
Tan sólo de las mujeres que acuden a consulta externa del servicio de ginecología de dicho nosocomio, del 30 al 40 por ciento tienen más de tres parejas sexuales. Llegan a este hospital de 25 a 50 pacientes diarias.
Un aspecto que llama mucho la atención: las pacientes mayores de treinta, que nacieron en los años ochenta o antes, es raro que tengan múltiples parejas. “Esto debido a que pertenecen a un sistema cultural donde la sociedad estaba regida por la represión. La mayoría de las pacientes con más de tres parejas sexuales tienen entre 15 y 30 años”, señaló Alfonso Mercado.
“Hay adolescentes que en un periodo de 15 días tienen 10 contactos sexuales diferentes. Hablo de los casos que me ha tocado atender”, coincide Alejandro Aguilar Cuéllar, presidente de la Academia de Sexualidad Humana, del Departamento de Reproducción Humana, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS).

La mujer liberada y el supermacho humillado
El cambio de actitud de muchas mujeres hacia el sexo está reformando el comportamiento masculino.
“Para los hombres que haya mayor número de mujeres disponibles es una ventaja. Se aprovechan de la situación, pero al mismo tiempo están transformándose los patrones. Ellos han tenido que cambiar conductas para sincronizarse con las necesidades de la mujer. Se han vuelto nobles y conscientes respecto a las necesidades sexuales femeninas. No les está quedando de otra. Saben que si quieren quedarse con una chica tienen que demostrar que saben hacer el amor para poderse ganar sus favores pasionales”, expresó el sexólogo Gonzalo Paredes Murillo, presidente de la Comisión de Honor y Justicia de la Asociación de Profesionales en Sexualidad del Estado de Jalisco
Las mujeres, por su parte, saben que si no les gusta la experiencia con uno, pueden dejarlo y probar con otro. Para los hombres, entonces, es más dura la competencia para conseguir pareja. Como consecuencia ahora ellas se atreven a decirle a su compañero: “Tú no eres buen amante”. Muchos de los hombres que acuden a los sexólogos son llevados por las mujeres a consulta porque no les funcionan como ellas quieren en la cama. Hace diez años la situación era al revés, indicó Gonzalo Paredes.
“El 80 por ciento de los casos de parejas que acuden a consultarme van porque ellas no están satisfechas con la calidad de vivencia sexual que ellos les otorgan. Como los genitales son para el hombre casi como su alma, esta situación los convierte en varones humillados y cabizbajos”, refirió el especialista.
Como todo, las relaciones sexuales con múltiples parejas pueden tener su lado oscuro. Las adolescentes y también algunas mujeres en edad muchas veces no toman las precauciones necesarias para protegerse y evitar una posible enfermedad de transmisión sexual como virus del Papiloma Humano y el SIDA, informó el ginecólogo Juan Alfonso Mercado.
“El inicio de las relaciones sexuales cada vez en edad más temprana y con múltiples parejas ocasiona que recibamos casos de adolescentes entre los 14 y los 18 años con lesiones producidas por el virus del papiloma humano, cuando antes se presentaba en mujeres mayores de 28 años de edad”, dijo el galeno.
Las enfermedades de transmisión sexual son favorecidas porque no hay una educación sexual adecuada para los jóvenes. “A estas alturas todavía hay algunos que les da pena comprar preservativos en la farmacia. A la mejor con una educación más adecuada no impediríamos que los muchachos inicien su vida sexual entre los 12 y 15 años, pero correrían menos riesgos”, dijo Alejandro Aguilar Cuéllar.

Definiendo una actitud
Cuando se trata de catalogar las prácticas sexuales en la mujer, los términos tienden a ser peyorativos. Se dice que una mujer promiscua es aquella que tiene en un periodo de un año tres o más parejas sexuales, explicó el ginecólogo Alfonso Mercado.
El sexólogo Gonzalo Paredes Murillo, se niega a utilizar el término promiscuidad y define a las mujeres con múltiples parejas como aquellas que practican la libertad sexual. “Tanto han peleado y batallado ellas por conseguir el derecho con quien se meten y donde lo hacen, que seguir dando peso a este tipo de términos es hacer a un lado los derechos sexuales y universales: uno de ellos es la libertad de estar sexualmente con quien una persona quiera.
”Promiscuidad como sinónimo de sostener relaciones con múltiples parejas se orienta a un corte social donde una chica que ande en muchos brazos y muchas camas, no vale. En cambio si el hombre hace lo mismo es culturalmente bien visto y se le califica como ‘mujeriego’. Ellos con este tipo de prácticas se sienten soñados. El tener muchas mujeres es como entrar a una categoría plus de ser hombre. El hecho de continuar utilizando el término promiscua es para ejercer un control. Usar palabras de este tipo es para asustar y castigar”, enfatizó el especialista.
Osmar Juan Matsui Santana, jefe del Departamento de Salud Pública, del CUCS tiene otro punto de vista. Para él las relaciones sexuales de un hombre o una mujer con varias parejas puede deberse a un comportamiento compulsivo. También tiene que ver con una baja autoestima. Cualquier persona, del sexo femenino o masculino que no se sienta segura de sí misma, va a querer agradar o buscar una relación ofreciendo sexo.
“Hay quienes creen que pueden lograr tener una mayor aceptación social por medio del sexo, pero tampoco es cierto. En el caso de las mujeres, hay algunas que creen que por medio del sexo van a encontrar al hombre que esperan, lo cual es mentira”.
Para María Guadalupe Ramos Ponce, coordinadora del Comité de América Latina y del Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer, este tipo de conceptos sirven para calificarlas a ellas cuando se salen de los roles tradicionales y deciden disfrutar su cuerpo y su sexualidad. “Hay mujeres que hacen un ejercicio pleno de su sexualidad protegiéndose y tomando todas las precauciones, pero aún así son señaladas y acusadas de ser promiscuas”.
La también profesora investigadora del Centro Universitario de la Ciénega (CUCiénega) explicó que los roles tradicionales asignados a hombres y a mujeres permiten a los primeros mayor libertad sexual. Mientras que a las segundas se les asigna un papel íntimo, privado y callado. Entonces el placer queda oculto y perversamente manipulado. No es de extrañarse que todavía exista la creencia de que la actividad sexual en las mujeres es solamente para satisfacer necesidades de los hombres, no las de ellas. Hay toda una estructura social que permite esta situación. Los pilares de ésta son el Estado, la Iglesia y la educación. En ellos converge la familia.
Señaló que la idea predominante todavía en algunos círculos es que las necesidades de ellas son diferentes a las de los varones y eso no es así. “Somos seres humanos, hombres y mujeres, con necesidades especiales de satisfacción de nuestros cuerpos. La mujer tiene derecho al placer y a tomar decisiones trascendentales sobre su cuerpo y su vida”.

Causas
A comparación de hace 20 años, la mujer tiene más libertad en materia sexual. Los cambios mundiales en materia de derechos humanos y las transformaciones culturales tuvieron mucho que ver, indicó el sexólogo Gonzalo Paredes.
Gracias a internet hubo una apertura mundial que permitió contemplar las realidades que existían en otras latitudes. La permisibilidad de elegir entre una gran variedad de opciones obligó a la gente a evolucionar de manera vertiginosa en materias como la sexualidad, explicó el especialista.
Los medios de comunicación aportaron su grano de arena: “Series [estadounidenses] como Berverly Hills 90210 mostraba una realidad donde se valía que todos tuvieran relaciones sexuales con todas. Melrose Place tansmitía el mensaje de que era normal que ellas se acostaran con un hombre, luego con el novio de su amiga, luego otro y todo estaba bien…”, dijo Juan Alfonso Mercado Pérez.
Hay que sumar una menor influencia de la Iglesia Católica en la sociedad. “Esta institución ya perdió el peso que tenía porque sus reglas en torno al respeto y la moralidad no son seguidas por muchos. Hay gente que va a misa y comulga, pero de eso a que observen las normas al pie de la letra… Ya no. La Iglesia ya perdió un alto porcentaje de poder. Me refiero al control moral. Sus mismas contradicciones le han restado autoridad”, agregó Gonzalo Paredes Murillo.
Una característica de la Guadalajara actual es que puede hablarse más abiertamente de sexualidad que en otras partes del país. “Sobran los cursos y congresos donde se trate el tema. Entonces hay mucha información en la materia y una nueva personalidad que todo lo permite”.
A diferencia de la creencia generalizada, otras ciudades son más “mochas”, enfatizó Paredes Murillo. Por ejemplo, Mazatlán es una urbe muy conservadora en cuanto a sexualidad se refiere. Ahí no es común hablar de sexualidad. Otra realidad diferente es la que impera en localidades al norte de Sinaloa, donde hay tanta apertura a la demostración sexual como en Jalisco.

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