Cuando Dios dudó

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Un dios que lo puede todo inclusive es capaz de no existir. ¿Por qué no podría, entonces, dudar de sí mismo y de su creación? ¿Cuáles fueron sus motivos? ¿Cuáles sus necesidades? ¿Por qué su obra maestra, el hombre, creado a su imagen y semejanza, es tan imperfecto?
Son interrogantes de la propuesta del grupo Teatro Rabinal fundado y dirigido por Jorge íngeles al confrontar a Dios frente al espejo en la pieza teatral Anamorphosys, teniendo en el papel único y principal como reflejo de Dios a Silvestre Delgadillo. Un Dios de carne y hueso, pero con muchas preguntas. No es el dios que vino a morir en la cruz para redimir a la humanidad. Es el que se cuestiona por el lado oscuro de los hombres y de la existencia.
¿Por qué se ha construido la idea de un Dios bondadoso ante las inclemencias de la naturaleza y la maldad de los hombres? Para el filósofo Gottfried Leibniz, vivimos en el mejor de los mundos posibles. El dolor, el sufrimiento, la maldad, todo lo que podamos imaginar como negativo, es el elemento que sirve como punto de equilibrio entre el bien y el mal. Sin embargo, no por ello el dolor y sufrimiento se acentúa.
La escenografía nos muestra con sus torres de libros que en ninguna de todas las palabras que se han escrito para justificar la existencia de Dios y su creación, se puede descifrar su misterio ya que ni él mismo lo conoce.
Aún así, la duda, enojo, desesperación, amargura, todo un mar de sensaciones envuelven a un dios en conflicto consigo mismo reclamando en que se equivocó al momento del génesis. ¿Qué clase de oscuridad había antes de la creación para que Dios la suprimiera? Hoy, “todo es verde soledades”, pero el creador se ha alejado de su creación.
Anamorphosys es una obra que exige mucha atención para captar el contenido filosófico de un tema que provocará en algunos espectadores conflicto con sus creencias religiosas.
“Nos muestra una de las cuestiones más escabrosas del pensamiento humano, la naturaleza de Dios, pero lo importante es que nos da la libertad de formular nuestras propias respuestas y preguntas”, puntualizó Enriqueta Benítez, académica del Departamento de filosofía del CUCSH.
Desde sus asientos, ubicados a los costados del escenario, los espectadores presencian una obra que habla por sí misma. Una representación teatral que tiene como objetivo dejar huella en ellos, como menciona Gilgamesh íngeles, productor de la obra.
Esta puesta en escena se presentará los próximos fines de semana en el Teatro Experimental de Jalisco, hasta el 12 de julio. Está ambientada con música inédita en vivo, a cargo de Juan Ramón González, en el bajo; Paula Nava, cello; Nicolás Pinto, guitarra; Óscar Ponce, teclados, y voz de Miriam Trujillo.
Las funciones son los sábados a las 20:30 y domingos a las 18:00 horas.

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