La crisis económica golpea a distintas regiones de Jalisco incidiendo en una baja productividad, desempleo y un bajo consumo. Cada zona vive de manera distinta la inestabilidad en la economía, todo depende de las actividades económicas prevalecientes, la riqueza de la región y la cultura financiera de sus habitantes.
Especialistas de diversos centros universitarios dan cuenta de cómo ha sido el impacto de la crisis económica en las regiones donde los núcleos están enclavados. Los pronósticos pesimistas son el común denominador.
Para David Linares, jefe del Departamento de Contaduría y Finanzas del CuCiénega, los efectos de la crisis económica podrían durar lo que resta de este año, el próximo y hasta el 2011.
Jorge Balpuesta Pérez, investigador de CUAltos indica que los efectos en los Altos, específicamente en Tepatitlán, podrían sentirse durante el último trimestre de 2009 y continuarían durante el primer semestre de 2010.
La crisis todavía no toca fondo. Mucho depende de cómo le vaya a nuestros paisanos en Estados Unidos, ya que una de las principales fuentes de ingresos para muchas familias jaliscienses son las remesas, agregó Manuel Bernal Zepeda, académico de CUValles.
Ciénega
La falta de créditos es uno de los problemas que afronta esta región para hacer frente a la crisis. David Linares calcula que han registrado una caída del 40 por ciento en la región.
El gobierno ha canalizado recursos para contrarrestar a la crisis económica. Sin embargo, no se entregan con la oportunidad debida. A eso hay que aunar que se espera una disminución considerable de las participaciones federales que afectará sobre todo a los municipios de Ocotlán, Poncitlán, Atotonilco y La Barca.
A la crisis económica se aunó el problema de la sequía que impactará principalmente a La Barca, y en general a los predios que son de temporal en la región. Esto podría influir en la inflación. “En las tierras de temporal se cultiva fundamentalmente el maíz para destinarse al forraje, lo que afectará a los productores de carne y leche, que podrían incrementar los precios”.
En el caso de Poncitlán, Ocotlán y municipios aledaños como Jamay, hay un gran desarrollo de la industria mueblera. La alimenticia tiene mucho peso en Atotonilco, Poncitlán, Ocotlán y La Barca. También hay empresas forrajeras y de lácteos en el municipio de La Barca. “La crisis impacta, ya que muchos de estos sectores están registrando pocas inversiones, las que tienen lugar son muy contadas”.
Lo grave es que en las empresas pequeñas y medianas hay una gran volatilidad en los empleos y los sueldos son miserables: hay personas que perciben 500 o 600 pesos semanales. “Podríamos decir que hay miseria social. La gente vive con muy pocos recursos, sobrevive… Y así ha enfrentado la gente la crisis económica”.
Los Altos sur
Los recortes presupuestales afectarán algunos programas gubernamentales de corte social y también a los municipios que son generadores de empleo, entonces es probable que haya una reducción de sueldos. Una de las actividades más impactadas será el comercio, afirmó Jorge Alberto Balpuesta Pérez, jefe del Departamento de Estudios Organizacionales.
El campo, a raíz de los recortes a los gastos públicos, espera menos apoyos, por lo tanto los productores tendrán que echar mano a su imaginación y ser competitivos para salir adelante.
Por lo pronto hay movimiento en la economía, hay ingresos y productividad. Hasta el momento, la crisis económica ha impactado en menor medida a esta ciudad. La cultura financiera de los habitantes de Tepatitlán es uno de los factores que ha suavizado sus efectos. Esta es una de las reflexiones que hizo el académico al hablar sobre los resultados de su investigación sobre la cultura financiera en la ciudad mencionada. Esta fue realizada entre el mes de diciembre de 2008 y enero de este año.
Los préstamos muchas veces los consiguen a través de créditos personales, prefieren no recurrir al sistema financiero. Una de las causas son las altas tasas de interés. “En la región Altos sur todavía tiene valor la palabra dada. Aquí todavía se hacen transacciones sin muchos mecanismos de seguridad”.
Valles
Todos los municipios tienen un importante flujo migratorio hacia Estados Unidos, por lo que una de las principales fuentes de ingresos para muchas familias son las remesas. “A raíz de la crisis los flujos que entraban por las remesas disminuyeron. Los migrantes establecidos en el vecino país han dejado de visitar sus lugares de origen. Eso es palpable en las fiestas locales, donde son escasos los hijos ausentes que asisten, además muchos trabajadores que laboraban en Estados Unidos están regresando. Aquí han abierto algunos negocios como tiendas de abarrotes, pero las ventas están muy bajas. Algunos con un panorama tan negro, mejor piensan en regresar en lugar de sorteársela aquí”, informó Bernal Zepeda.
Algunos habitantes de la región trabajan en empresas ubicadas en las cercanías de la Zona Metropolitana de Guadalajara, aunque muchos no han sido despedidos, les han ampliado los periodos de descanso y anulado las horas extras. Esto impacta la economía familiar. Además, la crisis ha incidido en la alza de los precios. Un producto que es altamente consumido es el birote. Las ventas de este pan han decaído hasta en un 50 por ciento. La actividad agropecuaria es la predominante en la región, la cual ya no es rentable debido al alto precio de los insumos. Para colmo de males el temporal de lluvias no ha sido el esperado, lo que afecta a la producción de maíz.
