Corridos a la americana

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Historia oral musicalizada, los corridos relatan las grandes vivencias que nos dan identidad a los méxico-americanos: el cruce de la frontera, la desadaptación y aculturación, la nostalgia de lo que perdimos al irnos y el orgullo de lo que hemos ganado. Narran la ilegalidad: hablan de polleros, narcotráfico y de vivir escapando de la migra. Versifican los cambios sociales: el movimiento campesino en el sur de Estados Unidos [EE. UU.], la triunfal amnistía de 1986 y las valientes marchas del 2006.
Pero los corridos méxico-mericanos también cuentan otra historia: la del país al que se ha emigrado. Empezando con los corridos de los años sesenta que honran la muerte del presidente Kennedy, el género empezó a referirse a temas más globales: Vietnam, Martin Luther King Jr., la llegada a la luna, el ataque terrorista al Pentágono y a Nueva York, la invasión de Irak, Bin Laden y, ahora, las elecciones para presidente.
Cabe apuntar que el ataque terrorista a las Torres Gemelas y la invasión de Irak fueron eventos que afectaron directamente a la comunidad méxico-americana.
Robert Courtney Smith, en su estudio Mexican New York, estima que en el año 2000 la comunidad mexicana en el estado de Nueva York combinada con los estados vecinos de Nueva Jersey y Connecticut sumaba 750 mil personas. No es una sorpresa que a muchos méxiconeoyorkinos el ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001 les haya golpeado. Quinientos de ellos trabajaban en las torres, de ellos 15 murieron durante el ataque. Muchos otros trabajaban en servicios dependientes a las torres. Después del atentado, se prohibió dar trabajos a personas sin ciudadanía en los aeropuertos. Un ejemplo: “Se esperaba cualquier cosa / pero no lo que ha sucedido. / Famosas torres gemelas, en segundos han caído”. (“El Terror del siglo” de José Guadalupe Paredes).

Unas horas después
El profesor John McDowell, especialista en Etnomusicología de la Universidad de Indiana, es experto en corridos del 9/11. Este abril, acompañado del grupo musical Santa Ana, presentó en el Folk Art Museum de Nueva York sus más recientes hallazgos.
McDowell contó que sin haber pasado 24 horas tras el ataque terrorista, empezaron a aparecer conmemoraciones del traumático evento. Primero altares y ofrendas con fotos y objetos de personas que murieron; luego salieron los cuentos y las canciones; mucho después los chistes.
No habían pasado dos semanas del ataque terrorista y las estaciones de radio hispana en el norte de México y el sur de Estados Unidos ya estaban transmitiendo dos corridos: “Tragedia en Nueva York” y “El terror del siglo”. Para fines de octubre ya había docenas de corridos conmemorando 9/11. Hasta febrero del año siguiente las estaciones de radio hispana estuvieron congestionadas con canciones del mismo tema.
Tragedia, el primer corrido acerca del ataque, fue grabado por El As de la Sierra. Este artista, conocido por sus narcorridos, se encontraba en Los íngeles grabando otros materiales cuando los aviones tumbaron las torres y de inmediato compuso la letra. “Qué mentes tan criminales. / O tal vez sean desquiciados. / ¿De qué países vinieron esos planes tan malvados?”
“El terror” fue grabado por El Imperio Norteño. El compositor, José Guadalupe Paredes, da los datos del evento y predice peligros futuros. Elijah Wald, también experto en corridos, piensa que la segunda línea: “Ya estaba pronosticado”, se refiere a las supersticiones que corrían entonces de que Nostradamus había predecido el ataque. ‘Ya estaba pronosticado. / A los Estados Unidos / en minutos lo enlutaron”.
Luego aparecieron otros corridos: “Torres Gemelas” de Óscar Ovideo, “Once negro” de Filogonio Contreras y Lalo de la Paz, “Tragedia en Manhattan” de José Alejandro Vega, “América bajo ataque” de Miguel Romero y “Guerra por la paz” de Pedro Rivera. Éste último, el corridista actual más oportuno, compuso en el 2003 “Guerra por la paz”, el primer corrido sobre Irak. En él se refiere a tres migrantes ilegales que muy al principio de la invasión murieron en combate. Póstumamente se les otorgó ciudadanía. “Tragedia” para ahora ya típica entre los ilegales hispanos, Rivera la versa así: “Ya me hicieron ciudadano / cuando me iban a enterrar”.
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No soy Dios para juzgarte
Los corridos sobre Osama Bin Laden fueron compuestos exclusivamente en México, lejos de la frontera, y evidencian la furia y la desconfianza que muchos mexicanos le tienen a los estadounidenses.
En “Bin Laden, el error de la CIA”, Rigoberto Cárdenas Chávez acusa al saudí de ser, ni más ni menos, agente de la CIA y lo excusa hablándole al tú por tú: “No soy Dios para juzgarte / pero tendrás tus motivos…”
Además, acusa a los estadounidenses de tener motivos inconfesables para perseguir al guerrillero musulmán: “Y a ti te quieren los gringo / si te encuentran serán ricos”.
Andrés Contreras, conocido trovador del movimiento zapatista, compuso “El corrido de Osama Bin Laden”. En él alienta al terrorista: “Osama Bin Laden no te dejes agarrar…”
 Gracias a los medios de comunicación en español y a la actual migración de mexicanos hasta los estados más norteños de EE. UU., los corridos se escuchan por todo el país y con enorme éxito. La música mexicana típica es la música en español que más se vende en EE. UU., constituyendo el 50 por ciento del mercado de consumidores hispanos, que hoy por hoy suma más de 45 millones de personas.

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