El largo recorrido histórico de la Universidad de Guadalajara ha sido intenso y, en lo que se refiere a las artes, también desigual. En los noventa años que cumple la Universidad, los cambios históricos que han atravesado a la sociedad nacional y estatal han sido múltiples y de naturaleza diversa. Hoy, rebasada demográficamente por la demanda, la Universidad de Guadalajara pone a prueba sus capacidades de crecimiento así como de desarrollo de políticas prospectivas que le permitan no sólo mantenerse vigente, sino hacer crecer su legitimación en el concierto nacional e internacional.
Lo que hoy conocemos como Cultura UDG, es el resultado de un extenso recorrido por modelos de organización que han tratado de responder al compromiso social que implica la vinculación con la comunidad, la extensión universitaria, así como la difusión de la cultura. Las artes escénicas han formado parte de la vida universitaria desde el principio, antes incluso de que se considerara el área de extensión universitaria.
En Cultura UDG aparece la Coordinación de Artes Escénicas y Literatura, parte fundamental en la creación y producción escénica en nuestra ciudad. De acuerdo con Igor Lozada, Secretario de Vinculación y Difusión Cultural del CUAAD, “la UDG, a través de esta Coordinación ha sido el principal promotor de creación de contenidos en la ciudad, cumpliendo el papel que tiene la universidad en el desarrollo artístico de su sociedad. En las décadas de los setenta y ochenta, gracias a la Compañía de Teatro Universitaria, mantuvo un fuerte liderazgo en la escena local, mismo que al paso de los años se ha transformado considerando modelos exitosos como el del FONCA, que provee fondos y estructura tanto a jóvenes creadores como a los artistas con trayectoria”.
Lozada también apunta que la UdeG organiza el apoyo y estímulo a nuestra escena a partir de dos frentes: “Por un lado apoyamos producciones con fines de comercialización, que son capaces no sólo de recuperar la inversión, sino obtener ganancias que soporten al grupo y, por el otro, aportamos fondos a proyectos que si bien no tendrán un impacto económico, sí poseen valor artístico además de tener impacto social. Para Cultura UDG lo más importante ha sido el poder convertirnos en una plataforma, eso significa que para acceder a ella es necesario profesionalizarse, cumplir con la personalidad legal y administrativa propia del sistema económico formal”.
La transformación del sector artístico no parece estar en sintonía con la vertiginosidad de los cambios sociales, a ese respecto el responsable de Cultura UDG señala: “Debemos buscar nuevos conceptos sociales y líneas de pensamiento que permitan la comprensión de lo que hoy ocurre en materia de producción escénica, sobre todo cuando hoy desconocemos cómo es que los actores, por ejemplo, consiguen pagar el súper, asuntos tan básicos no están resueltos: ¿por qué hay tanta producción mientras el nivel económico de los artistas es tan bajo?”.
Los retos siguen siendo muchos, sin embargo Lozada no duda que el principal es identificar y conocer al público, a los receptores de los contenidos creados: “Debemos conocer quiénes son los que asisten, dejar de pensarlos como masa amorfa. Debemos saber qué obtienen con su presencia en la sala, hay que darles personalidad, consultarlos sobre lo que les interesa, qué tienen qué decir sobre lo que ven y buscar que los creadores le den sentido a esta información, sólo así podremos impulsar realmente nuestra escena, sobre todo cuando lo que tenemos claro como institución, es que debemos transformarnos”.
