Conducta proambiental en alumnos del CUCEA

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ACTIVIDADES DE LIMPIEZA DE LA BARRANCA DE HUENTITAN

La ONU recomienda una serie de acciones para una convivencia en armonía con la naturaleza, así como a conocer a los actores que influyen en esa actuación, y las barreras que la entorpecen.
Para conocer el grado de aplicación de dichas acciones, se realizó una medición entre el alumnado del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas ya que ellos mismos asumirán las consecuencias de lo que están haciendo.
Entre los principales hallazgos se tiene que los estudiantes le dan muy alta importancia a los problemas ambientales, aunque ésta no se ve del todo reflejada en su proactividad. Se ven a sí mismos como parte del problema, pero en menor proporción que la que le confieren a la participación del sector empresarial, a la del gobierno y a la del resto de la sociedad; opinan también que su contribución para mitigarla es más importante que la de los actores mencionados.
Los alumnos refieren que de quienes más estímulo reciben para tener este tipo de conducta es de los familiares seguidos por los grupos ecologistas; los medios de comunicación, sociedad en general y autoridades tienen una importancia mayor al 80 por ciento, que contrasta con la influencia que perciben de profesores, patrones y compañeros con 74, 68 y 63 por ciento, respectivamente.
Por otro lado, entre las barreras que dificultan el avance en el cuidado ambiental, las que se perciben como más importantes son: la insuficiente oferta de productos amigables al ambiente, complejidad de implementación de acciones de este tipo y la escasa información de tecnologías (a cada una de ellas se confiere una importancia mayor a 75 por ciento).
Dados los estímulos y barreras percibidas por los estudiantes la proactividad alcanzó un 66.9 por ciento de lo deseable, con variantes en cada una de las áreas.
Las particularidades que se dan en las acciones de cada área son las siguientes. Los hábitos para el cuidado del agua con un promedio de 67.3 por ciento presenta grave deficiencia en el aseo diario ya que en 58.5 por ciento los estudiantes no retienen el agua fría previa para bañarse y apenas en 52 por ciento cierra la llave mientras se jabona; en el lavado de ropa y en la cocina también hay un significativo desperdicio con alcances del ideal cercanos al 40 por ciento, asimismo la sencilla medida de poner en una botella tapada el aceite comestible que ya no se va a utilizar tiene un índice de sólo 42.
Señalan no contaminar con basura ríos, mares o lagos y que para lavarse la boca, afeitarse o enjabonar los utensilios de cocina mantienen cerrada la llave en un 85 por ciento; asimismo, no usan el WC como basurero un 88 por ciento, reparan fugas rápidamente 82 por ciento y riegan plantas por la tarde o noche para evitar la evaporación 75 por ciento.
En cuanto al manejo de residuos sólidos con un promedio de 63.6 por ciento, se manifiestan como muy respetuosos de lugares públicos ya que el 92.8 por ciento refiere que no tiran basura en ellos; en 74.4 por ciento son consumidores prudentes de papel, y la reducción y separación de basura con 68 por ciento está con un margen de mejora de más del 32 por ciento. En esta área, las acciones más lejanas del ideal son la entrega de desechos reciclables y/o tóxicos a recolectores especializados, ya que apenas se cumple en 38.8 por ciento.
La energía con un promedio de 69 por ciento tiene serias fallas al calentar el agua, ya que en 33 por ciento de los casos los bóilers se mantienen encendidos durante todo el día y en 45 por ciento se tienen siempre prendidos los pilotos lo que lleva a grandes pérdidas de combustible.
En la alimentación con un 60 por ciento de alcance refieren el consumo de productos no cárnicos como platillo principal, prefieren productos frescos versus industrializados en 73 por ciento, consumen preferentemente productos orgánicos (70 por ciento) y no consumen animales exóticos en 94.7 por ciento.
Si bien el uso de la bicicleta entre los estudiantes es demasiado bajo (25 por ciento), el 82 por ciento viaja en trasporte público y los que lo hacen en automóvil refieren un uso moderado y adecuado del mismo evitando sobrecargarlo, respetando límites de velocidad y viajando acompañado en más de 75 por ciento de lo deseable y verifican emisiones en 87 por ciento de los casos.
El 60 por ciento refiere que ahora comparado a cuando entró al CUCEA es más cuidadoso del medio ambiente, y consideran varios factores para que eso haya sucedido, entre otros: la influencia de algunos maestros, el haber cursado la materia de ambiente y desarrollo, la de patrimonio cultural y /o la de desarrollo regional y sustentabilidad, el fomento que por diferentes medios se da en la UDG, el propio avance en el conocimiento y en la conciencia sobre la problemática ambiental y las repercusiones de las acciones individuales.
Lo más importante, además del avance percibido, es que el 87.5 por ciento declara estar dispuesto a hacer en lo inmediato cambios relacionados con las prácticas recomendadas por la ONU.

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