Con el corazón alegre

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México, económicamente vive condiciones de pobreza y de retroceso, vigentes en los años 30 y 40, aseguró el obispo de Saltillo, Raúl Vera López, en rueda de prensa que ofreció después de recibir la presea Corazón de León, el pasado 4 de julio.
Muchas modificaciones a las leyes se hacen para despojar a los pobres. Primero tuvieron que permitir la privatización del agua de las comunidades campesinas, para poderla entregar a las grandes multinacionales que la venden envasada. Quiere, además, imponerse una ley de seguridad pública para defender al Estado, no a los ciudadanos y modificaciones laborales que incrementan las horas de trabajo, señaló en su conferencia titulada “Las mil batallas por los derechos humanos”, impartida en el Paraninfo Enrique Díaz de León.
“Esto es lo que se hace con nuestra constitución. Es importante que la universidad y la academia tomen cartas en el asunto y que además sea formado un proceso popular de Congreso Constituyente alternativo, en el que participe le pueblo, para lograr reformas políticas y al Estado, que permitan el plebiscito, el referéndum y la revocación del mandato”, dijo Vera López.
Denunció que la Ley indígena fracasó, a pesar de que los indígenas fueron asesorados por expertos en constitucionalismo y cultura. Esto, aunado a las aportaciones de aquellos, resultaron los Acuerdos de San Andrés, lo que no tuvo continuación, porque la estructura política del Estado mexicano no quiso.
“No quiso reconocerse a los indígenas una personalidad jurídica que los hiciera sujetos de derecho. El Estado mexicano continúa siendo paternalista, ya que hace lo que cree debe hacer por los indígenas”.
El clérigo se pronunció a favor de un proceso pedagógico, bien participado, “en el que la conciencia de ciudadanía, de sujeto de construcción de este país, crezca en el pueblo y no volvamos a ver los escenarios tristes, indignantes que vimos en este proceso electoral, digno de los años 50”.
Debe ser generado un proceso en que el pueblo se apropie de los derechos que ya tiene de por sí, los cuales se los manejan, explotan y oscurecen con el hambre que provoca un sistema político sujeto a un modelo económico que nos está hundiendo cada día más.
Los jóvenes tienen el derecho y obligación de generar procesos alternativos para llegar a una verdadera asamblea constituyente y de los que emerjan las verdaderas autoridades morales del pueblo.
En rueda de prensa posterior a recibir la presea Corazón de León, manifestó su simpatía por el movimiento #YoSoy132: “A mí me gustaría que siguieran y que nos uniéramos a ellos. Este despertar de los jóvenes, esta responsabilidad social que han vuelto a adquirir, es para mí una esperanza. Tengo el corazón henchido de alegría de ver la sabiduría con la que estos jóvenes están hablando e identificando las causas de retraso en el país”.
Miguel íngel Navarro Navarro, vicerrector ejecutivo de la Universidad de Guadalajara y Marco Antonio Núñez Becerra, presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), hicieron entrega de la presea Corazón de León al obispo Raúl Vera López, al término de la instalación del consejo feuista, en el marco de la celebración del XXI aniversario de la FEU.
El reconocimiento le fue otorgado por su generosa y solidaria labor social realizada durante su trayectoria pastoral en defensa de los derechos humanos de las minorías.
La estatuilla, hecha por el escultor egresado de la Universidad de Guadalajara, Sergio Garval, tiene como icono principal la cabeza de un león, que representa el humanismo universitario, y sobre éste, un hombre de pie que mira hacia el frente en actitud de caminar hacia adelante.
Marco Antonio Núñez Becerra señaló que hay un tejido social desmembrado, que los políticos han pretendido mantener unido con banditas. “Eso ya no es posible. En un mundo así, sólo queda la fe, que las cosas puedan mejorar, de que en el corazón de cada uno de nosotros habite un Javier Sicilia, un Julián LeBarón, un Alejandro Solalinde, un Raúl Vera, hombres que han dejado su egoísmo de lado, que han enfrentado sus miedos y la maldad de un mundo como el que vivimos”.
A la ceremonia asistieron, además de integrantes de la FEU, rectores de varios centros universitarios, entre ellos, del CUCBA, CUCEI, CUCEA, CUSur, CUCS, CULagos, CUCiénega, CUAltos, SEMS, así como diversos directores de preparatorias.

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